«Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Así reza el artículo 14 de la Constitución Española de 1978 que aparece inscrito en el conocido como pájaro-jaula, monumento a la Carta Magna que se ubica delante del edificio de Hacienda, en Cádiz.
N.B.P. salió el sábado por la noche por el casco antiguo a seguir disfrutando del Carnaval en el Pópulo. De vuelta a casa y tras subir la cuesta de las Calesas se sintió cansado y se detuvo precisamente en el particular pájaro. Aún le quedaba un trecho para llegar a su casa y se puso a leer durante un rato la leyenda inscrita en el monumento: el artículo 14. Sin embargo, «cuando me di cuenta estaba rodeado por cuatro o cinco agentes de la Policía Nacional preguntándome qué hacía y pidiéndome que me identificara».
Asombrado, buscó en su pequeño monedero el carnet de identidad. «Entre las once tarjetas que tenía -el carnet de la Seguridad Social, un bonobús, el carnet de conducir, la tarjeta deportiva…- no lo encontré tan rápidamente y entonces me dijeron que si les estaba vacilando». Les dijo que no lo encontraba y que se identificaran también ellos. Y «a partir de aquí, todo se torció».
El joven, que ha denunciado los hechos en el Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz, cuenta que «a continuación, me redujeron y me metieron a la fuerza en el coche patrulla». Mientras lo introducían en el coche, intentó explicarles que tomaba anticoagulantes por su problema de corazón pero la respuesta fue «un rodillazo en la cara».
Lo llevaron a Comisaria y cuando lo sacaron estaba en «estado de shock». Una vez dentro, «me metieron las manos en los bolsillos, me arrancaron el fular de un jalón y me quitaron los zapatos». Descalzo se quedó en el suelo del calabazo esperando durante cinco horas una explicación a todo este asunto. Hasta en tres ocasiones tuvo que pedirles atención médica por el dolor en el pómulo y por el estado de nervios en el que se encontraba.
Llamaron al 061 que lo trasladó a Urgencias del Hospital de donde salió con un parte médico a las 11:15 horas. Entró detenido y salió en libertad con cargos. Su delito, «desobediencia grave me dijeron», «por haber tardado en sacar el DNI». Inmediatamente, llamó a su padre -no le habían dejado avisarlos- que lo recogió del Puerta del Mar y fueron a poner una denuncia en los juzgados de San José.
El parte médico recoge esa contusión en el pómulo, taquicardia y estado de ansiedad pero insiste en que las cintas de las cámaras de seguridad que hay por la zona -allí se concentran la Subdelegación del Gobierno, Hacienda y Agricultura y Pesca- podrían avalar su versión porque «ahora mismo es la palabra de cuatro agentes contra la mía». Dice sentirse «humillado» y «sin fuerzas». «Aún no me lo puedo creer».
La Policía Nacional ha explicado, por su parte, que el joven fue detenido por resistencia y desobediencia a la autoridad. Aclaran que con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, ante la sospecha o el menor indicio de cometer un ilícito penal, la autoridad puede requerir la documentación.
Y en este caso, «el individuo se resistió». Según el relato policial, los agentes policiales se encontraban realizando labores de patrulla preventiva por la zona cuando «observaron un individuo que se encontraba en actitud sospechosa frente al monumento de la paloma». Así que «después de observarlo durante varios minutos en la misma actitud y ante la posibilidad de evitar que dañara el mobiliario urbano, los agentes procedieron a identificar a esta persona».
Le requirieron la documentación y «el joven dijo a los policías que no le molestaran, que tenía derecho a estar allí y que ellos no eran nadie para decirle a él lo que tiene que hacer». Aseguran que estuvieron «varios minutos» invitando al joven a que «depusiera su actitud» y les mostrara su DNI pero «mantuvo una actitud desafiante sacando diversas tarjetas de la cartera y diciéndoles a los agentes que ninguna de la documentación que tenía le iba a servir».
Por eso, «ante la negativa de mostrar su documentación y sin conseguir que el ciudadano se identificara, le informaron que tendría que acompañarles a Comisaría a efectos de identificación». Pero, en ese momento, «el joven se resiste a ser trasladado dando un manotazo a los agentes», llegando incluso a provocar lesiones a uno.
Así que, «debido a su actitud agresiva y a los golpes propinados a los agentes fue informado de los hechos que motivaban su detención, así como de los derechos que le asisten como tal».