El Cádiz CF ha sumado su segunda victoria como local del curso que le permite asomar un poco la cabeza y tomar una mínima distancia respecto a los puestos de descenso. De momento ha subido cuatro puestos y empatado a puntos con otro equipo, el Albacete (actualización tras el Almería, 2-Deportivo, 1).
Los amarillos se han rehecho cuando peor pintaba para el cuadro cadista en el primer tiempo y luego han sabido jugar con oficio y tranquilidad los segundos 45 minutos. Aunque ayudados por la falta de puntería del rival.
En la primera mitad, de nuevo, Ontiveros y diez más. O y poco más. Lo fue ante el Mirandés y no alcanzó y lo ha sido ante el Córdoba. El marbellí está a otro nivel de este equipo y es el que lo está manteniendo. Los de Paco López han pasado por todo, sobre todo en el primer tiempo y, tras sobrevivirse a sí mismos y al rival fueron rescatados por Ontiveros, en el rechace de un penalti eso sí.
Paco López alineó a un once sin Kouamé, ausencia que no aclaran desde el club, pero que estuvo toda la mañana incendiando las redes sociales por su no presencia en el hotel y en la convocatoria. Entraron en el mediocentro Escalante y San Emeterio y los amarillos salieron con más equilibrio en el juego.
Los amarillos salen reforzados de este encuentro, pero es un resultado engañoso. Engañoso porque, seguramente, en cualquier otro encuentro alguna de los 20 disparos del Córdoba en el encuentro hubieran acabado en gol. Pero el cuadro verdiblanco, dirigido por el ex cadista, Iván Ania no estuvieron acertados en el remate. Los cadistas han presentado peores números que su rival: menos disparos y menos posesión, pero ha tenido más efectividad a la hora de que sus remates fuesen a portería y más pegada al lograr esos dos tantos.
El choque comenzó mordiendo arriba el Cádiz como hacia muchos partidos que no se le veía al cuadro de Paco López. Pronto empezó el festival Ontiveros, el jugador diferencial y que está manteniendo a este Cádiz. A los 9 de inventó otra jugada a lo Mágico como en Miranda la jornada pasada, pero esta vez su vaselina acabó en el poste. El Cádiz había salido con más presencia en la presión, consciente de que se jugaba mucho más que los tres puntos.
Antes del cuarto de hora perdieron fuelle los amarillos y un disparo al larguero del Córdoba abrió un periodo de descontrol y nervios locales. Todo fueron malas noticias para los amarillos en ese tramo. La lesión de Zaldúa trastocaba la defensa y había pitada a Fali al entrar (que duraron hasta que el futbolista tocaba el balón mediada la segunda parte). Chust pasaba esta vez al lateral derecho (jugó en el izquierdo unos minutos ante el Sporting) donde fue de los mejores del partidos. Los instantes de recomposición supusieron unos minutos de desbarajuste absoluto en todo que presidieron a siete minutos que cambiaron el choque.
En lo que se vaticinaba como descomposición local, con runrun en la grada que podrían multiplicar los nervios en el césped en cualquier momento, Roger se adelantó a Marín y tras su segundo quiebro parece que fue derribado por el meta. Parece, porque en vivo dio la sensación de poco para ser penalti y tras dos o tres revisiones seguía sin estar claro. Pero el colegiado mostró esa personalidad que está caracterizando a los árbitros españoles y prevaleció lo que decía el de la sala VOR. Penalti de esos de los que en el VAR son siempre: cualquier contacto a cámara lenta es mucho más intenso. Demasiado poco para que fuera penalti en el fútbol de siempre.
Penalti para Ontiveros, y algo había en el ambiente que hacía no tenerlas todas con uno. Así fue, el meta cordobesista adivinó la trayectoria, pero no pudo desviar mejor la pelota y se la dejó clara al mejor, de largo, de este atenazado Cádiz. El gol fue una liberación para los amarillos, que se ponían de cara cuando peor les empezaban a venir las cosas.
Con el marcador de cara llegó otro jugada que deja en evidencia el nivel del arbitraje en esta categoría (en el fútbol español en general). Un remate de Roger, tras una jugada a trompicones, sobrepasó la linea de gol en más de una cuarta. El asistente dijo que siguiera el juego y el árbitro, que estaba más cerca, siguió el partido mientras miraba a la banda. El VAR, de nuevo, los dejó en evidencia.
En casi la última acción el Córdoba pudo marcar, pero Antonio Casas remató fuera en el área pequeña en una muestra de la debilidad cadista atrás. Esta vez, salió cara y los locales se pudieron marchar al descanso por delante en el marcador.
Los amarillos salieron en modo control en la reanudación. Y la verdad es que no pasó casi nada en ninguna de las dos áreas. Si un equipo solo se tiene que aplicar a una tarea es más fácil. En este segundo tiempo solo había que defender con oficio y tranquilidad. Entre que el Cádiz le dio el balón al rival y la lógica inercia del Córdoba, el choque se volcó hacia la meta cadista.
Y así ha sido. Tratas de dejar pocos espacios atrás y tampoco buscar a lo loco nada arriba. Suficiente con 2-0 al descanso. Trabajo y entrega bastaban. Han bastado. Tanto que en este periodo han desaparecido los pitos a Fali e incluso ha habido aplausos y saludo a la grada al final.
Pero no ha sido Fácil. El Córdoba a achuchado y ha disparado a puerta en numerosas ocasiones. Media docena de ocasiones pueden haber tenido los visitantes que no han sabido materializar para meterse en el partido. Mientras, el equipo cadista no se descomponía. Paco López refrescaba el ataque, las bandas y el mediocentro para aguantar.
Comprensible esta vez el cambio a Ontiveros, con amarilla y algo picado con el lateral Calderón, interesante la presencia de Chris para defender las acciones a balón parado del rival y salir corriendo en la contra (en un saque de esquina del Córdoba se plantó en velocidad en el área rival en el contagolpe que acabó en saque de esquina para los cadistas) y la intención de dar más salida y movilidad al balón con Álex. Pero sobre todo, la aplicación defensiva, con los cuatro de atrás a gran nivel (gran partido de Chust en el lateral) y las ayudas del resto del equipo.
El Cádiz ha demostrado compromiso y capacidad de sufrimiento. De momento, con esta segunda victoria consecutiva en casa, deja los puestos de descenso y da un pequeño salto en la clasificación. Ahora hay que seguir sabiendo leer lo que piden los partidos. Y, sobre todo, dejar la portería a 0. Con menos desacierto del rival y más acierto propio, a ser posible.