Egipto sigue desvelando secretos milenarios que enriquecen nuestra comprensión de su pasado. Un reciente descubrimiento realizado por arqueólogos de la Universidad de Tubinga ha arrojado nueva luz sobre la era ptolemaica, con la localización de un monumental templo esculpido en la roca en los acantilados al norte de Luxor. Este descubrimiento, que se encuentra en una región conocida por su riqueza arqueológica, reafirma la importancia de Egipto como epicentro de la civilización antigua.
El equipo, dirigido por el profesor Christian Leitz y Marcus Müller, del Instituto de Civilizaciones Antiguas del Cercano Oriente (IANES), ha identificado lo que parece ser la entrada a un santuario escondido tras toneladas de escombros. La estructura principal, conocida como pilono, consta de dos imponentes torres que flanquean una puerta monumental. Aunque las torres originalmente alcanzaban una altura de 18 metros, hoy apenas sobreviven cinco, un triste recordatorio de los estragos del tiempo y la explotación de canteras.
Desde 2022, los investigadores han trabajado codo a codo con Mohamed Abdelbadia, de la Autoridad de Antigüedades de Egipto, para desentrañar los misterios de los acantilados de Athribis, a unos 200 kilómetros de Luxor. Este lugar ha sido escenario de excavaciones desde 2012, revelando un impresionante barrio de templos que data de entre 144 a.C. y 138 d.C. El complejo descubierto tiene un ancho total de 51 metros, destacando como una obra maestra de la arquitectura antigua.
Relieves y jeroglíficos que narran la historia de un rey
Durante las excavaciones más recientes, el equipo desenterró relieves en los que se representa a un rey ofreciendo sacrificios a la diosa con cabeza de león Repit y a su hijo Colante, lo que subraya la relevancia religiosa del sitio. Los jeroglíficos encontrados en el pilono revelan, por primera vez, que el rey Ptolomeo VIII, del siglo II a.C., fue responsable tanto de la decoración como de la construcción de esta majestuosa entrada.
Lo que hace aún más fascinante este descubrimiento es el hallazgo de una cámara oculta en la torre norte del pilono. Tras desmontar cuidadosamente un bloque de techo de 20 toneladas, los arqueólogos accedieron a una habitación de unos seis metros de largo y tres de ancho. Esta cámara sirvió originalmente como almacén de utensilios y, en épocas posteriores, como depósito de ánforas. Su acceso estaba conectado al exterior mediante un pasillo decorado con relieves y jeroglíficos que representan figuras divinas, incluidas la diosa Repit y el dios de la fertilidad Min. Este último está acompañado por representaciones poco comunes de decanos, estrellas asociadas con la medición del tiempo nocturno, con cabezas de halcón e ibis.
Una arquitectura que desafía las convenciones
Uno de los elementos más singulares de este descubrimiento es la presencia de una segunda puerta en la fachada del pilono, algo inusual en la arquitectura de templos egipcios. Esta entrada adicional conduce a una escalera que, según las primeras hipótesis, ascendía al menos cuatro tramos hasta un piso superior. Aunque esta parte de la estructura ha sido destruida con el tiempo, los arqueólogos creen que allí podrían haberse ubicado más cámaras de almacenamiento.
El análisis de los bloques de piedra caliza pulidos que forman parte de la fachada sugiere que el templo podría haber albergado un santuario rupestre. Un friso decorado con cobras, típico de los templos de mayor jerarquía, refuerza esta teoría. Los trabajos arqueológicos, programados para reanudarse en noviembre de 2024, se centrarán en desenterrar los restos del templo que se presume oculto detrás del pilono.
Una ventana al pasado de Egipto
Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre la época ptolemaica, sino que también destaca la importancia de preservar y estudiar el patrimonio arqueológico egipcio. A través de una estrecha colaboración entre equipos internacionales y egipcios, se sigue desvelando una historia que, aunque milenaria, sigue asombrando por su riqueza y complejidad.
Cada nuevo hallazgo reafirma su posición como un tesoro histórico de incalculable valor, atrayendo la atención de investigadores y admiradores de todo el mundo, interesados de desentrañar los secretos que aún guarda esta tierra mágica.