Una hora y 20. 80 minutos ha permanecido un anciano de 83 años en Cádiz tirado en el suelo, sangrando, mientras esperaba la llegada de una ambulancia del servicio de urgencias de la Junta de Andalucía.
La escena se ha producido a primera hora de esta tarde en la Barriada de la Paz y ha provocado la indignación y enfado de familiares de esta persona y testigos de lo sucedido, que han pasado de la preocupación por el estado de salud de este hombre al enfado por el estado en el que la Junta de Andalucía tiene a estos servicios 061 y 112 en Cádiz.
La imagen resulta difícil de digerir. Un hombre mayor, herido, tendido en el suelo de una calle de la Barriada de la Paz, mientras los minutos avanzan. 80 minutos fueron necesarios para que la ayuda llegara finalmente, tiempo durante el cual las personas que pasaban por allí miraban con impotencia cómo aquel anciano seguía esperando.
Un testigo, visiblemente frustrado, relató lo sucedido con palabras que dejan poco lugar a dudas. «80 minutos y en el 061 y en el 112 han dicho que no hay servicio ni ambulancias disponibles. La que ha venido lo ha hecho porque venía de un servicio con el helicóptero. Cádiz está totalmente vendido de ambulancias”. El testimonio, además de crudo, refleja una realidad cada vez más frecuente en la ciudad: el colapso del sistema sanitario y la falta de ambulancias para atender situaciones críticas.
¿Por qué no había ambulancias disponibles?
El servicio de ambulancias en la provincia de Cádiz atraviesa una situación límite. Actualmente, la plantilla se encuentra en huelga indefinida, una medida que los trabajadores han tomado para denunciar la falta de recursos y la precariedad en la que se encuentran. Sin embargo, el problema no se limita a las reivindicaciones laborales; es una cuestión estructural.
Así, señalan que “nos hacen creer que hay un montón de ambulancias para todo, pero eso es lo que nos vende la Junta de Andalucía. Luego, a la hora de la verdad, hay una ambulancia medicalizada (DECU) en Cádiz, otra en San Fernando, una en Puerto Real, y así… Cuando hay tres o cuatro avisos simultáneos, se saturan y hay gente que se queda sin atender”.
Esto es exactamente lo que ocurrió en la Barriada de la Paz. La emergencia del anciano de 83 años, que permaneció tirado en el suelo sangrando por el golpe en la cabeza, coincidió con un escenario de saturación total. La ambulancia que finalmente llegó había terminado otro servicio realizado junto a un helicóptero. Es decir, no había recursos disponibles en ese momento para atender la urgencia de este hombre.
80 minutos de espera
Imaginarse en la piel de aquel anciano o de su familia pone la situación en perspectiva. Un hombre mayor, herido y sangrando, sin poder moverse, mientras cada minuto que pasa parece un siglo. Y sobre todo, la sensación de abandono, de desprotección total en una ciudad como Cádiz, donde situaciones como esta pueden ocurrir constanmente, ante una población cada vez más envejecida.
La gestión de los servicios de emergencias recae directamente sobre la Junta de Andalucía, a la que muchos señalan como principal responsable de esta situación. Mientras las autoridades aseguran que los recursos son suficientes y que el sistema está funcionando, los trabajadores del sector y los ciudadanos tienen otra opinión.
El testimonio del personal sanitario deja entrever la gravedad del problema. “Nos venden que estamos protegidos, que todo está controlado, pero la realidad es que no hay suficientes ambulancias ni equipos medicalizados. Un aviso más de la cuenta y el sistema se desborda”, comentan.
Lo sucedido hoy en la Barriada de la Paz en Cádiz, desgraciadamente, no es un hecho aislado. Es una muestra más de una carencia estructural, falta de previsión y de recursos que está dejando a Cádiz y a su población en una situación de vulnerabilidad.