El cholismo, esa filosofía del entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, del “partido a partido” ha llegado al Carnaval de Cádiz y a sus coros con Los guardianes del Dios Momo, del que dice uno de sus alma mater, Willy Olmedo, va en este concurso “actuación a actuación”.
Después de cuatro años de ausencia, Fali Pastrana ha vuelto ha presentar un coro al Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnavalescas (COAC) del Carnaval de Cádiz. Un regreso muy esperado por los amantes del tango clásico y por el propio autor, que reconoce que, aunque intentó mantenerse alejado del carnaval, el “veneno” terminó ganándole la partida.
“Pensaba que estaba acomodado en la tranquilidad, pero no. Me faltaba algo, y al final nada, hay que volver”, confesaba con una sonrisa a la vez que dejaba caer que la presencia y protagonismo de sus hijos con una comparsa (este año ya han cantado con El corazón de Cádiz) le terminó de despertar ese gusanillo.
Pero Pastrana no ha sido el único en reivindicar su regreso. Su representante legal, Willy Olmedo, también ha bromeado con su regresado, asegurando, con su característico humor, que “nadie se ha enterado” de que él también ha vuelto. Entre bromas y referencias a la Champions League y Netflix de los que tirar en estos cuatro años en los que no ha concursado, dejó claro que su coro va “pase a pase”, con la misma filosofía que el Atlético de Madrid de Diego Simeone: sin prisas, pero con paso firme.
En el vídeo se pueden ver los momentos previos a la actuación, con Fali Pastrana y Willy Olmedo compartiendo sus sensaciones sobre el regreso al COAC, la preparación del coro y sus aspiraciones en esta edición.
El regreso de Fali Pastrana: el veneno del tango
Tras varios años apartado del concurso, Pastrana reconocía que la decisión de volver no fue sencilla, pero que hubo un detonante que lo hizo replantearse todo: la organización de la comparsa de sus hijos. “Me dio una sana envidia. Vi lo que hacían y pensé ‘esto es lo que hacía yo’. Si ellos lo han visto en mí, yo también tengo que volver a hacer lo que me gusta realmente”. Así nació la idea de recuperar el coro y lanzarse nuevamente al COAC.
Su apuesta es clara: tango clásico y sin artificios. “Creo que la pureza y la esencia del tango de Cádiz pueden encajar en la medida del aficionado, sobre todo en los más puristas”, afirmaba con convencimiento. Para él, el éxito no está solo en ganar, sino en llevar algo que guste: “Si te gusta a ti, es posible que le pueda gustar al aficionado. Si a ti no te gusta, difícilmente le va a gustar a los demás”.
Willy Olmedo y el “partido a partido” del coro
Si Fali Pastrana aporta la experiencia y la seriedad del tango, Willy Olmedo pone el toque desenfadado. Desde el primer momento, dejó claro que su regreso también merece reconocimiento. “He puesto en redes sociales que vuelvo, pero nadie se ha enterado”, bromeaba.
Su filosofía para esta edición del COAC es clara: nada de presiones, sino disfrutar cada fase como venga. “Esto es como Simeone, partido a partido. Hoy cantamos, veremos el gusto. Luego cuartos, luego semifinales… A donde lleguemos”, comentaba con ironía, dejando claro que la ambición está, pero sin obsesionarse.
Otro de los puntos que destacó Olmedo es la importancia de la calle en el coro. “Nos van a ver en la calle siempre. El corista que no sale para cantar en la calle no es corista, es más bien actor de teatro”, sentenciaba. Para él, el coro no es solo un espectáculo de escenario, sino algo que debe vivirse en las calles de Cádiz con todo lo que ello implica.