La vergüenza tiene que cambiar de bando. Bajo este lema, unas 300 personas salieron este 8 de marzo a las calles de Cádiz para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
A pesar del mal tiempo y de la coincidencia con el segundo sábado de Carnaval, la manifestación convocada por la Comisión 8M logró reunir a un nutrido grupo de participantes que recorrieron la avenida principal hasta la Plaza de España.
La movilización, que en un principio estuvo en duda debido al fuerte viento y la lluvia, fue sometida a votación entre los asistentes. La decisión fue clara: seguir adelante con la marcha.
Durante el recorrido, se escucharon consignas en defensa de los derechos de las mujeres migrantes, las trabajadoras precarias y las víctimas de violencia de género. También hubo un momento especial ante la Audiencia Provincial, donde se realizó una sentada en memoria de las mujeres asesinadas por la violencia machista.
Una de las voces destacadas de la jornada fue la de Libertad Ragel Moya, de la Colectiva Jarana, quien subrayó la importancia de exigir derechos sin miedo ni vergüenza: “Estamos cansadas de que siempre seamos nosotras las que carguemos con la culpa y la precariedad“. Además, alertó sobre el peligro del avance de la ultraderecha y sus posibles recortes en derechos conquistados.
El acto concluyó con la lectura de un manifiesto ante el Monumento a la Constitución de 1812, en el que se denunciaron las violencias del patriarcado, el capitalismo y el racismo. Aunque la lluvia respetó gran parte del recorrido, un chaparrón final dispersó a los asistentes antes de la actuación de la chirigota callejera ‘Las Chiris’.
En contraste, la convocatoria de Cádiz Abolicionista tuvo una participación muy reducida. Apenas siete personas se concentraron frente a la Subdelegación del Gobierno con una pancarta donde se recogía que “Cádiz es abolicionista“, siendo los mismos que portaban la pancarta quiénes participaron en la concentración. Un gesto que resulta simbólico para el colectivo, pero con escasa repercusión en la jornada de lucha feminista en la ciudad.