Las relaciones de pareja siempre tienen periodos de altibajos, no se puede vivir eternamente en una nube como cuando se está enamorada/o y por ello la intensidad va aumentando o decreciendo en función de ciclos.
Está en función directa a lo que son sus características a la hora de vivir, de la rutina o la monotonía en la que se puede entrar y que hace, inexcusablemente, mella.
Se puede superar, hacer que tu pareja te valore y conseguir avivar la llama del amor para que la relación sentimental sea satisfactoria y placentera para ambos.
La persona que no sabe valorar desdeña mucho del trabajo, del esfuerzo, de lo que la otra pone en la pareja y puede ser el motivo por el que una relación de pueda romper, primero con un distanciamiento, luego con tiranteces y, finalmente el decidir que no se quiere seguir con esa persona.
Por ese motivo es bueno hacer que la pareja o esposo piense, que rectifique, que se dé cuenta de todo lo que aporta y que precise de todo lo que se le da.
Cuanto se pierde lo que se tiene es cuando se da cuenta realmente del valor que tenía, por eso, llegado a ese punto, tal vez sea tarde y hay que hacer los movimientos precisos para que la parte de la pareja que no valora «despierte».
Hay que poner una serie de armas, de medios, para combatir todo eso. Lo primero que debes hacer es valorarte a ti misma/o, si tú lo haces no lo hará él/ella.
Así que en cuestiones de pareja es muy importante tener esa pizca de amor propio que haga que te quieras y que tu si valores lo que haces.
Debes ser consciente del valor que tienen tus aportaciones, valorarlas y si él/ella no lo hace, pues demostrarlo, que se vea obligado/a a dar un paso atrás en su apreciación y que reconozca su error
Esta es la primera lección que le puedes dar y es muy importante que la aprenda. Todo eso sumará experiencia que hará que sea recordado.
Otra lección para que tu pareja te valore es dejar de tener esos pequeños detalles que le gustan, como si no existieran, puede que no sea esa tu condición natural, pero piensa que es una forma de que despierte.
Deja de hacer cosas por sorpresa, que las note en falta, cancela ese tipo de comportamientos durante un tiempo y que note que le faltan, no tardará mucho en decirlo y eso es porque aprende a valorar, precisamente, lo que ahora no tiene.
Gestos, palabras, caricias, pequeños regalos, que llegue a una situación en la que comprensa que debe valorar más esos detalles que tú tenías con él/ella.
Tampoco estés siempre pendiente de los deseos de tu pareja o esposo, de sus llamadas, de lo que quiera, a su disposición 100%.
Esto implica que te apartes un poco, que tomes cierta distancia, que note que hay un distanciamiento -aunque es calculado por tu parte-, en el que tú debes también estudiar y analizar cómo se comporta y la actitud que tiene.
Si ves que vuelve a ti, que lucha por ti, que intenta la reconquista, es que le interesas, pero si ves que baja lo brazos o que parece disfrutar más de ese estado en el que se encuentra ahora, pues quizás no sea la relación que te mereces. Por eso: pon distancia pero calculada.
Disfruta de estos momentos, que te valga para pensar, para reflexionar, para afinar aquello que quieres que vaya mejor, que también le sirva para extrañarte, para echarte en falta.
Es una técnica que no suele fallar, querrá hablar, querrá saber que está pasando, tendrás la situación controlada, pero procura limar también tus errores y si la monotonía ha sido la causa de ese conflicto de valoración que ha tenido.
Hacer que tu esposo te valore
La fuerza de la costumbre y convertir en rutina todo lo que haces. Lo que debes es procurar que cuando revierta la situación todo eso evitarlo o saberlo compensar.
Igualmente debes demostrar a tu esposo o pareja que tienes vida propia y que haces cosas por tu cuenta, que puedes salir, quedar con otras amistades, tener tus propios sueños y luchar por metas que son tuyas sin necesidad que esa persona esté dentro de ellas.
Finalmente debes también tener una hoja de ruta alternativa, con nuevas actividades, con cosas interesantes que ver o que hacer, en el que os lo paséis bien y él/ella comprenda que ha sido una decisión acertada y valore tu esfuerzo e iniciativa. Todo esto le hará pensar y comprenderá que vales mucho.