Así se vivió desde el Gallinero la despedida a ‘Abre los Ojos’ tras su bochornosa actuación en el COAC

Cuando el público tiene la última palabra: la despedida más cargante del concurso

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Cuando una agrupación no está a la altura, la respuesta del público del Gran Teatro Falla no se hace esperar. Es lo que le ha ocurrido a la chirigota Abre los Ojos, que por su actitud previa y en el escenario le echó gasolina al fuego e hizo que esta reacción de desaprobación, se convirtiera en un espectáculo en sí mismo.

La actitud de la denominada chirigota negacionista ha sido bochornosa. Sin calidad ni trabajo detrás, que se evidenciaba en que cantaban poca parte del grupo (cada vez menos durante la actuación) y se notaba falta de ensayo al dar ni los pitos a la vez. Y el Gallinero, sacó sus mejores armas.

Desde esa parte del Teatro, la chirigota fue despedida con ironía, sarcasmo y un repertorio de cánticos en un momento que, también, ya es historia del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC).

El Falla ya había dado muestras de su descontento desde el primer minuto. La agrupación, con tipos que simulaban ser un doctor, una militar, un policía local, una azafata de vuelo o miembros de una secta, entró al escenario colocándose al fondo de las tablas, como si el propio Teatro les impusiera, lo que transmitía una evidencia de inseguridad y falta de confianza. El público, que olió la debilidad desde el principio, reaccionó con una oleada de abucheos y silbidos que acompañaron toda la actuación.

En el Gallinero, sin embargo, la respuesta fue aún más teatral, valga la expresión. Con la carga característica que suele tener esta parte del Teatro, el público no se limitó a protestar, sino que llevo la burla a otro nivel. Y se extendió por todo el Falla. Mientras la chirigota intentaba defender su repertorio, el Gallinero contraatacaba con cánticos de agrupaciones de coplas mayúsculas como Los duros antiguos o Me han dicho que el amarillo o de agrupaciones como Los Hinchapelotas o Los Yesterdays, dejando claro que preferían recordar coplas de años anteriores antes que escuchar lo que estaba ocurriendo en el escenario.

Cuando la actuación llegó a su fin, la despedida fue apoteósica. Todo el Falla se unió en un coro unánime de Campeones, campeones, uno de los clásicos recursos del público gaditano para burlarse de una actuación desastrosa. Pero el Gallinero, siempre innovador, añadió un toque extra de sorna al iluminar la escena con las linternas de sus teléfonos móviles, como si estuvieran en la final de un gran concierto.

El momento, grabado por varios asistentes, no tardó en viralizarse en redes sociales.

Las imágenes muestran un teatro completamente entregado al espectáculo de la burla, con el Gallinero en primera línea marcando el ritmo de la despedida. En un COAC donde la calidad es lo que realmente cuenta, la chirigota Abre los Ojos se encontró con una realidad que no podía negar: Cádiz siempre tiene la última palabra.