El concurso para la elección del cartel anunciador del Carnaval de Cádiz sigue dando que hablar. Y mucho. Primero una descalificación y después el posible incumplimiento de las bases de otras de las finalistas. Y parece que queda.
Desde los dos campos artísticos a los que más afecta, el de la pintura y el del diseño o ilustración, piden cambios en el formato del concurso para mejorar el resultado final: el cartel propiamente dicho. Cambios en el concurso o su supresión directamente, porque hay voces que piden que se haga por encargo directo a alguien de prestigio.
Una propuesta, esta del encargo directo, que señalan sus defensores garantizaría que el cartel anunciador de la fiesta más importante de la ciudad tendrá una calidad acorde con la misma. “Eso da un mayor nombre al cartel y enriquece todo”, señalan algunos de estos profesionales.
¿Vuelta al encargo?
El cartel del Carnaval de Cádiz ya se hizo por encargo directo durante muchos años. Fue tras el cartel del año 2001. En el acto de presentación, se anunció aquel cartel de los sarcófagos en carnaval obra de Amadeo Redondo Díaz. Oficialmente, porque allí mismo señaló que el cartel no era suyo, solo la idea, y que lo había realizado José Manuel Sánchez Casas, histórico dirigente de la banda Grapo. Las caras de la entonces alcaldesa, Teófila Martínez, y del concejal de Fiestas, Juan Antonio Guerrero, lo dijeron todo.
Allí mismo se decidió que se hiciera por encargo, y se le encomendó a una de las personas que formaban parte de aquel jurado: el pintor Luis Gonzalo. Por cierto, padre de la actual segunda teniente de alcalde, Maite González, de quien dice la leyenda urbana-carnavalesca que aparece en ese cartel del Carnaval 2002 (aunque difícilmente reconocible).
En 2016, tras la llegada del equipo de Gobierno de José María González Santos, Kichi, se buscó un modelo con participación popular en la votación. Se optó finalmente por un sistema híbrido, con una elección inicial de un jurado de un número de obras que son las que pasan a votación popular, que fue cómo se eligió ya el cartel de 2017. En los dos últimos años, con Bruno García como alcalde, no se han acometidos muchos cambios en este formato, pero lo cierto es que con la polémica de estos días y la del año pasado, el formato parece amortizado y superado.
Ahora, parece buscarse nueva forma de elección. Cádiz Directo ha pulsado la opinión de siete nombres destacados de la pintura, el diseño y la ilustración de Cádiz. El resultado, para la pintura es mejor un encargo directo, desde la ilustración y el diseño, optan por mejorar el formato existente, aunque tampoco cierran la puerta al encargo directo.
Cecilio Chaves, pintor
Cecilio Chaves, hablando sobre la polémica del cartel de carnaval de este año, comenta que cada año surgen controversias “y este año se ha intensificado, especialmente por el uso creciente de la inteligencia artificial, que ahora es más potente y accesible“. El artista enfatiza que las bases del concurso “deben ser respetadas rigurosamente, y cualquier desviación de estas debería resultar en la descalificación del participante“. “Todo, todo, todo lo que no entre las bases, pues tendría que estar fuera del concurso. Porque si alguien tiene las bases y las cumple rajatabla, estaría en inferioridad, de total inferioridad frente al otro que no la cumple“, añade.
Personalmente, Chaves opina que el jurado es fundamental para decidir el cartel final, comparándolo con la figura de un político que toma decisiones porque está en su función. Prefiere un proceso decisivo por parte del jurado en lugar de múltiples opciones y votaciones. “Prefiero un jurado, porque a dedo entran demasiadas cosas en juego, hay demasiado entonces me parece demasiado subjetivo. Y lo digo yo que tengo dos carteles, uno de ellos a dedo y otro por concurso», comenta. En definitiva, el pintor asegura que prefiere el concurso, porque «es más democrático, es más accesible a todos, con sus sombras, luces y sus sombras“.
En cuanto a la composición del jurado, sugiere reconsiderar para asegurar que haya menos personas involucradas en el carnaval y más expertos técnicos que puedan evaluar adecuadamente aspectos artísticos y técnicos del diseño. habrá que dar una vueltita al tema y que haya menos técnicos en ese jurado y que se valore mucho más la calidad técnica, artística, de diseño y todo eso. “Quizás puede haber gente en el jurado que esté involucrado en el tema del carnaval, pero que, con todo mi respeto, quizás no tenga, esa capacidad de valorar todo lo de una obra, igual que yo no tengo la capacidad de valorar otras cosas del Carnaval“.
Rocío Atrio, ilustradora
Rocío Atrio, diseñadora y Secretaria de la Asociación de Profesionales del Diseño, comenta sobre el concurso del cartel del Carnaval de Cádiz y destaca la importancia de prohibir el uso de la inteligencia artificial. Propone que “se regule la prohibición… del uso de la inteligencia artificial” en los concursos futuros.
Atrio sugiere un enfoque alternativo: un concurso profesional donde “se busque a cuatro, cinco, seis, 10 profesionales o empresas profesionales de diseño” y se les pague una cuantía significativa por un anteproyecto. Además, enfatiza la necesidad de tener un jurado con al menos “un 50 por ciento de profesionales del medio” para evaluar aspectos clave del diseño como “tipografía, composición y color”. Según ella, actualmente, la falta de profesionales del diseño en el jurado es un problema, ya que ella y otros expertos pasan “más tiempo explicando por qué eso no puede ser un cartel”.
Finalmente, recomienda que después de seleccionar el anteproyecto ganador, “se trabaje junto con el ayuntamiento” para crear un cartel que esté “a la altura de la Fiesta del Carnaval de Cádiz”.
Fernando Benítez Gabriel, pintor
El pintor Fernando Benítez Gabriel critica el proceso de selección de carteles del Carnaval de Cádiz. Señala que “el jurado no se ha leído las bases” y esto lleva a decisiones inconsistentes. Menciona que la eliminación de obras por sospecha de uso de inteligencia artificial (IA) es problemática, ya que “se parecen todas muchísimo” y carecen de originalidad.
Critica la votación popular por ser influenciable y no equitativa, diciendo que “si es votación popular, tiene que ser popular de verdad” y sugiere que un jurado profesional sería más justo. Denuncia que el proceso está influido por intereses políticos, donde “siempre se va a elegir al que el político de turno quiera”.
Para mejorar el proceso, recomienda un “jurado profesional y pagado” y el uso de tecnologías actuales para simplificar la evaluación digitalmente. Aunque sugiere que encargar la creación del cartel a un artista profesional podría ser una solución, reconoce que podría implicar favoritismo.
Loren Roldán, diseñador
Loren Roldán, diseñador y autor del cartel del FIT 2020, cree que “el proceso de selección no está mal”. Le parece adecuado que haya “un jurado, entre comillas, profesional” que haga una primera selección y luego “la gente elija el mejor cartel”.
Roldán sugiere que debería ser libre “en cuanto a técnica y todo”. Sobre el tema de la inteligencia artificial, considera que intentar prohibir su uso es “ponerle puerta al campo” porque “va a ser inevitable” y no hay nada que hacer al respecto.
En cuanto a la copia, dice que “es un intolerable”, pero insiste en que la inteligencia artificial debe ser aceptada “como una técnica más”. En su opinión, llegará un momento en que “no vas a poder distinguir… si lo ha hecho la inteligencia artificial o lo ha hecho alguien”. Concluye que hay que aceptarlo y “no se puede hacer nada” contra ello.
Silvia Lermo, pintora
Silvia Lermo, pintora y autora del cartel de la Feria del Libro de Cádiz 2024, comparte sus opiniones sobre el proceso de selección de carteles. Critica el uso de inteligencia artificial (IA) en la creación de carteles, diciendo que le “parece horrible” y que no estaba al tanto de esta práctica debido a su tiempo fuera de Cádiz.
Lermo apoya la idea de que los carteles sean encargados directamente a artistas profesionales. Afirma que buscaría “artistas de la provincia que tuvieran por lo menos algo de recorrido en el mundo de la ilustración o de la pintura”. Comparte su propia experiencia, señalando que tanto el cartel de la Feria del Libro de Cádiz 2024 como el de La Pepa para la Diputación de Cádiz fueron encargos directos.
Señala que las grandes institucioneses “lo hacen por encargo” para evitar problemas y posibles trampas en los concursos. Cree que es mejor “confiar en alguien que tú sepas que es buen profesional” para asegurar la calidad del trabajo. Concluye que “debería de anularse el concurso” y encargarse el trabajo a un profesional cualificado para evitar el uso de IA y otros problemas.
Pablo Fernández Pujol, pintor
Pablo Fernández Pujol, autor del cartel del Carnaval de 2022, apoya la idea de encargar los carteles directamente a profesionales. Argumenta que un jurado profesional aportaría un “criterio más sólido” y adecuado para seleccionar una obra digna. Coincide en que la selección popular puede resultar en elecciones mediocres y sugiere que un profesional con experiencia garantizaría una representación más robusta del Carnaval de Cádiz.
Ambos artistas coinciden en la necesidad de reformar el proceso de selección para asegurar “calidad y equidad”, proponiendo un jurado profesional y, en algunos casos, la adjudicación directa a artistas consagrados. Explicó que esta metodología “eliminaría varias problemáticas“, entre ellas la disparidad de criterios entre jurados y la incertidumbre en la selección del diseño ganador.
Fernández Pujol subraya la importancia de que el cartel del Carnaval, como “el pistoletazo de salida“ de la festividad, sea creado por “alguien que tenga trayectoria, que tenga bagaje y experiencia y oficio“. Argumentó que “el 80 por ciento de la gente que se está presentando o que se presenta al tema de los carteles“ no cuenta con la profesionalidad necesaria para producir un diseño adecuado para el evento más grande de la ciudad. Finalmente, el artista propone “para evitar todo este tipo de cosas, sin duda, por encargo“.
Pepe Baena, pintor
Pepe Baena, pintor y autor del cartel del Día de la Provincia en 2016, opina que “debería ser por encargo” en lugar de concurso. Pone como ejemplo los carteles de la Semana Santa de Cádiz, que “desde que se encargan tienen mucho más valor que antes”.
Baena reconoce que “no es lo mismo un cartel que un cuadro”. Explica que recibir un encargo implica un gran esfuerzo. «Es una responsabilidad y te lo vas a trabajar mucho más que si te presentas a un concurso porque sabes que tu trabajo lo va a ver mucha gente”.
Baena es crítico con la mayoría de los carteles que han salido de estos concursos (exceptúa el del Carnaval de 2022), y reflexiona que “siendo el Carnaval la fiesta más importante de Cádiz, al cartel de carnaval se le daría más categoría si se encarga directamente, como ha pasado con el de Semana Santa”, reafirmando así su preferencia por los encargos directos.
Pone como ejemplo “la Feria del Libro, que se encarga directamente al autor, y son carteles muy buenos, como el de Silvia Lermo de este año».