‘¡Qué barbaridad!’: El coro de El Chapa y la eterna lucha por la modalidad

Vuelve a traer un coro con mensaje, identidad y una crítica clara sobre el futuro de Cádiz y reflexiona en la entrevista sobre la modalidad en el concurso

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El coro ¡Qué barbaridad! de Miguel Ángel García Argüez, El Chapa, se presentó en el COAC 2025 con su sello inconfundible: crítica, profundidad y una apuesta clara por enriquecer la modalidad. Incluida una variada y acertada selección musical.

Desde el Colegio Josefina Pascual, donde realizaron sus últimos preparativos antes de salir hacia el Gran Teatro Falla, el autor contó cómo ha sido el proceso creativo y su visión sobre el estado de salud del coro en el concurso.

Mientras la orquesta daba su último repaso, la conversación con El Chapa sirvió para reflexionar sobre los retos de la modalidad, la dificultad de mantenerse cada año y la presión de innovar sin perder la esencia. “Yo esto lo hago sobre todo por diversión”, confiesa. “Pero sí, sigo escribiendo sin parar. Esto no ha hecho más que empezar”.

El miedo al folio en blanco

Muchos autores confiesan sufrir con el arranque de cada nuevo proyecto. Jonathan Pérez ‘El Jona’, por ejemplo, contaba hace unos días en Cádiz Directo que llega a deprimirse durante ese proceso. El Chapa, sin embargo, tiene una visión diferente: “Entiendo lo que dice Jona, pero ya conozco los ritmos de esto. Al principio cuesta, claro, pero a medida que se acerca el concurso, la maquinaria empieza a engrasarse y todo fluye mejor”.

En ¡Qué barbaridad!, su coro de este año, la idea era clara: poner sobre la mesa una problemática que le preocupa especialmente. “Vamos a hablar de Cádiz, de cómo la ciudad se está quedando sin habitantes, de su envejecimiento, del censo que baja cada año y del futuro geriátrico que le espera si no se hace nada”, explica. “Es un repertorio monográfico sobre eso”.

La modalidad de coros: calidad y falta de pasión

El Chapa también hace comparsa y participa activamente en la callejera, lo que le da una visión amplia del Carnaval. Y sobre la situación del coro en el concurso, lo tiene claro: calidad hay de sobra, pero falta interés. “Hay una diversidad estilística increíble, mucho más que en las comparsas, pero la gente no termina de engancharse”, lamenta. “Es una modalidad que sigue estando en un rincón del concurso”.

Para él, el problema no está en la calidad de los coros, sino en su impacto en el aficionado. “Esto lo hacemos para apasionar y emocionar, pero en el concurso, la modalidad sigue teniendo un poco de anemia. No genera la misma expectación que comparsas o chirigotas, y hasta que eso no cambie, seguiremos en la misma situación, por muchos coros buenos que haya”, afirma.

El coro en el Falla vs el coro en la calle

Sin embargo, hay un punto donde la modalidad sigue brillando: la calle. “El ambiente del coro en la calle es diferente, más festivo”, explica El Chapa. “En el concurso, nadie se indigna si un coro pasa a cuartos y otro no. En comparsas o chirigotas, hay debates, indignaciones, polémicas… En coros, eso no pasa. Y ese es el problema”.

Con ¡Qué barbaridad!, El Chapa y su gente han vuelto a apostar por hacer un coro con mensaje, con identidad y con el objetivo de aportar algo a la modalidad. “Intentar no decir tonterías y hacer un coro útil, que tenga sentido”, resume.