Videntes: Qué son y cómo encontrar videntes buenas de verdad
En un mundo lleno de incertidumbres, son muchas las personas que buscan respuestas, consejo e intentar saber lo que va a ocurrir con métodos que van más allá de lo meramente racional.
En este punto es donde se recurre a os videntes o clarividentes. Pero ¿Qué es exactamente un vidente? ¿Existen realmente videntes buenas y fiables? En este artículo te vamos a dar las claves para que entiendas que es la videncia, cuáles son sus límites y también te vamos a dar una lista de las que según las redes sociales se consideran las mejores videntes.
Indice
¿Qué significa ser vidente y por qué tanta gente recurre a ellos?
Un vidente es alguien que afirma tener la capacidad de intuir y conocer sobre el pasado, el presente o el futuro utilizando habilidades extrasensoriales. Esta habilidad, conocida como clarividencia, es un don de nacimiento que afirman tener dichas personas.
Así nos encontramos con lo que practican dichas personas que es la videncia. Esta suele definirse como la capacidad que tiene una persona de percibir información en lo referente a hechos, personas o situaciones que se van a dar en un futuro y que no atiende a ningún método lógico o racional.
Es un tipo de percepción extrasensorial o clarividencia que, en numerosas culturas, suele estar relacionado con lo místico, lo espiritual o también con los paranormal.
Las personas que tiene el don de la videncia son los videntes y suelen ser la personas que bien por una extrema intuición, por las visiones, sueños premonitorios, lectura de cartas, contacto con entidades espirituales u otros medios, dicen que puede ver el futuro o revelar aspectos ocultos del presente o pasado.

Vidente en la actualidad. En este caso Aurora Castro Díaz.
Orígenes históricos de los Videntes
Desde el oráculo de Delfos en la Antigua Grecia hasta los chamanes de culturas indígenas, los videntes han sido considerados intermediarios entre el mundo espiritual y el humano. En la Edad Media, muchos fueron perseguidos por la Inquisición, y aún hoy existen prejuicios hacia su figura.

Oráculo de Delfos en Grecia
La videncia en las civilizaciones antiguas: Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma
En las antiguas culturas la videncia o la adivinación han sido una parte importante de la sociedad y han tenido una notable influencia en el plano político, militar o en el religioso, así como en la vida cotidiana.
Cada tiempo en el que se ha dado este fenómeno ha tenido sus propias formas de prever el futuro o de poder comunicarse c0n el más allá.
En el Antiguo Egipto la adivinación estaba limitada a la esfera religiosa y política, es decir, al faraón y a los sacerdotes. Estos últimos tenían diferentes formas de poder interpretar la pretendida voluntad de los dioses o bien de saber el futuro.
Se tenían diferentes centros para poder establecer el contacto, el templo de Amón en Karnak era el lugar donde los sacerdotes solían ser los intermediarios entre los dioses y los seres humanos, allí se solían dar respuestas a todas las inquietudes sobre el futuro.
No podemos olvidarnos del oráculo en el oasis de Siwa, el lugar que visitó el propio Alejandro Magno y donde le sería concedida la autoridad faraónica.
Pero también había sacerdotes que sabían interpretar los sueños como mensajes divinos o del futuro, estos eran registrados en el “Libro de los Sueños” y era una suerte de guía para poder interpretar los mismos y saber la suerte que podría correr una persona. Estos sacerdotes hacían el mismo papel de los videntes actuales.
Igualmente importante era el conocimiento astrológico para poder determinar todo lo que eran las fechas propicias para la celebración de actos importantes o, incluso, para iniciar una guerra. No se dudaba en recurrir a ellos con una creencia firme más allá de toda superchería.
En Mesopotamia, en la zona de influencia de sumerios, babilonios, asirios o acadios, se desarrollaron paralelamente, otros sistemas de adivinación que se consideraban vitales para ayudar a los reyes.
En esta cultura destaca la lectura de los hígados de los animales, la llamada hepatoscopia, y que interpretaban en ellos las posibles señales del futuro y los presagios.
Se desarrolló en gran medida el arte de la astrología y fueron grandes observadores del cielo dejando una notable influencia en la cultura griega que bebió de estas fuentes. También se creía que los hechos naturales tales como eclipses, tormentas o el vuelo de los pájaros podían contener señales de los dioses concernientes al futuro, aquellos que lo supieran interpretar eran los videntes.
Igualmente tuvieron oráculos en lugares como, por ejemplo, Ur o Uruk, donde los zigurats servían como lugar de inspiración, entre otras funciones, para saber del futuro.
En la Antigua Grecia nos encontramos que se concedió una enorme importancia a la visualización del futuro, de los momentos propicios o “jugar con ventaja” de cara a un enemigo conociendo lo que podía acontecer.
El más famoso de los oráculos de la antigüedad fue, sin dudas, el Oráculo de Delfos, el lugar donde la vidente, la pitia o pitonisa, solían sumirse en un trance en el que pronunciaba los mensajes del dios Apolo.
Las mantis, o adivinos, estaban especializados en leer el vuelo de los pájaros entendiéndolos como auspicios.
En tiempos del Imperio Romano se asimilaron determinadas prácticas adivinatorias de los etruscos y los griegos, esta influencia se dejó notar en la clave política y religiosa. Proliferaron los augures, una suerte de sacerdotes que interpretaban, en las aves, las señales del futuro.
También destacaron los arúspices o videntes que estudiaban las entrañas de los animales sacrificados y que era una herencia griega en cuanto a la adivinación del futuro.
Otro personaje importante en este periodo fueron las sibila o profetisas que eran las encargadas de transmitir los mensajes divinos, aquí hay que destacar a la Sibila de Cumas, consultada por los emperadores, y que da origen a la leyenda de los libros sibilinos o colecciones de profecías y guía para poder conocer el futuro e influir en la toma de decisiones importantes.

Cueva donde realizaba sus oráculos Sibila de Cumas. foto Cimmino G en Wikimedia Commons.
Videntes en la Antigüedad
Las personas que tenían la facultad de ver el futuro o poder recibir los mensajes de los dioses eran llamado profetas y, como particularidad, no necesitaban más que su sensibilidad para “conectarse” a lo que les querían transmitir.
Trataban de lanzar advertencias al pueblo, en otras ocasiones de guiarlo o servir hasta de revolucionarios como es el caso de Moisés, que recibió las Tablas de la Ley en el Monte Sinaí y fue la única persona que podía hablar con Dios.
Otros profetas destacados de este periodo fueron Elías y Eliseo, que llegaron incluso a hacer milagros y desafiaron lo que ellos consideraban como idolatría. O de otros importantes profetas como Isaías, Jeremías y Ezequiel que, mayormente, lo que transmitían eran mensajes sobre la moralidad y de cómo podía redimirse ante el pecado el pueblo de Israel.
Los babilonios y asirios solían tener en sus profetas a los interpretadores de sueños, o que entraban en un profundo éxtasis y lanzaban mensajes sobre peligros que se avecinaban y que, normalmente, estaba relacionado con potencias invasoras con ánimos beligerantes. La interpretación de signos celestes también fue una herramienta básica en el conocimiento del futuro.
Pero no sólo encontramos a los videntes y profetas en la cuna de grandes culturas, también los celtas o los pueblos centroeuropeos tenían sus propios encargados de tales tareas como eran los druidas, que atesoraban conocimientos religiosos y proféticos a la par que servían de guías espirituales y adivinos.
En América o en Asia encontramos a los chamanes que solían ser líderes espirituales que daban mensajes divinos o del futuro a través de sueños o trances.
Es importante destacar que los oráculos requerían rituales y lugares señalados o específicos, mientras que los profetas no precisaban de un lugar en especial sino que recibían los mensajes de forma espontánea.
Además, los oráculos eran muy crípticos y precisaban de una reinterpretación, los profetas o videntes daban mensajes más claros y directos. En cualquiera de los casos la repercusión que tenían era muy amplia pues influían en la política y la sociedad.
Los Videntes en la Edad Media
Todo el peso y la influencia que tuvo la videncia en la Antigüedad quedó reducida al mínimo en la Edad Media cuando se entendió que eran un fenómeno rodeado de superstición y donde sufriría una enorme persecución.
Fue un periodo de la Historia dominado por la Iglesia Católica con un enorme poder en la vida cotidiana de las personas y en el que se contemplaba con mucha desconfianza cualquier tipo de práctica que pudiera escaparse a lo que era las normas espirituales establecidas.
La videncia que practicaban los videntes se entendía como la capacidad de prever el futuro y eso sólo podía ser reservado a Dios –en la idea católica de la época-, además se asociaba con la astrología y la adivinación y eso eran prácticas referenciales de la brujería y la magia, que eran prohibidas y penadas con la muerte.
Fue una época en la que la videncia bebía de diversas tradiciones entre las que se incluía el paganismo, el folclore o las viejas creencias grecolatinas.
Los/as videntes de la época interpretaban las líneas de la mano o sabían de astrología, incluso en algunas cortes reales se tenían a astrólogos encargados de hacer interpretaciones para los monarcas.
No todo era persecución, había excepciones, donde podía entenderse que había personas que tenían ciertos dones y que se daban dentro de un contexto religioso del cristianismo, ejemplo de ello fuero Santa Hildegarda de Bingen o San Malaquías, muy conocido por su famosa lista de papas futuros a su tiempo.

Santa Hildegarda de Bingen
Cualquier gesto de quiromancia o cartomancia, así como de otras formas de adivinación eran consideradas prácticas supersticiosas y, por tanto, de facto, peligrosas por la Iglesia.
No obstante eran muchas las personas que creían en los videntes y profetas de la época, en pleno Medievo, y consultaban a adivinos en busca de respuestas sobre el futuro, sobre todo cuando asolaban las guerras o pestes.
El peor azote que tuvieron estas personas en la época fue la llamada “Santa Inquisición” donde el tribunal eclesiástico se encargada de perseguir herejías y prácticas que eran consideradas como contrarias a la fe católica.
La actividad en contra de los videntes se endureció y fue muy severa a partir del siglo XIII, cuando se prohibió cualquier forma de magia o adivinación.
Esto se debió a la asociación de la videncia con la brujería, allá donde se vinculaba con pactos con el Demonio especialmente a partir del siglo XV época en la que se da la persecución de todas estas personas y que fue conocida como la «caza de brujas».
Las oraciones no servían contra las plagas, ni contra el hambre, ni contra las guerras, por ello se dudaba de las plegarias que encargaban los sacerdotes y se confiaba más en determinados ungüentos o creencias de los videntes y esto acabó por ser un conflicto para el control ideológico de la Iglesia que creían o veían en todo ello una vuelta al paganismo.
Cuando un vidente era acusado por los inquisidores pesaba para ellos el ser señalado/as como brujas o brujos y, por tanto, eran sometidos a duros juicios donde, bajo tortura, en muchos casos, se les arrancó falsas confesiones de culpabilidad.
Algunos profetas o videntes de su tiempo sucumbieron a las llamas de la hoguera, el caso más destacado es el de Santa Juana de Arco que afirmaba tener visiones divinas.
En esta misma época destacaron videntes que gozaron de la protección de reyes o de la aristocracia, como fue el caso del profeta Nostradamus, que lograron hacer horóscopos o, en su caso, su famoso libro con las cuartetas que pronosticaban una serie de acontecimientos futuros.
El auge de los videntes y el espiritismo en el siglo XIX
Los tiempos de la Inquisición pasaron y a partir del siglo XVIII se producen cambios en el pensamiento de la época, sobre todo en Europa y en América. Hay una evolución tecnológica y científica, más pronunciada en el siglo XIX, y la sociedad experimenta un cambio ideológico. La Revolución Industrial implementó cambios en las rutinas de trabajo y se alejó más de la superstición religiosa, de aquel radicalismo de la Edad Media.
En este contexto se produce un declive en el espíritu religioso allá donde el cristianismo tenía un gran peso específico y donde el racionalismo o el escepticismo crecían, esto llevó a pulsar nuevas creencias y en buscar respuestas más allá de la religión o de la Ciencia. Hay un auge por lo oculto, un resurgir de conceptos de magia o prácticas místicas y era la lógica reacción a la creciente secularización.
Una fecha importante queda grabada en la Historia de espiritismo moderno como fue 1848 con las hermanas Fox, en Hydesville, en Nueva York. Estas hermanas decían poder comunicarse con los difuntos a través de «raps», de lo que son golpes misteriosos. Su popularidad creció desmedidamente e, incluso, ofrecían espectáculos por todo el Este de Estados Unidos, aunque se demostró que era un fraude.

Las hermanas Fox se hicieron populares por sus sesiones de espíritismo.
Este tipo de práctica creció, se sumaron personas que decían tener similares características y nació un movimiento que creció rápidamente y que llegó a Europa, a la Inglaterra de la época dando origen al espiritismo victoriano.
En Francia se señaló León Hipólito Denizard, más conocido como Allan Kardec, que tuvo un notable peso en las creencias espiritistas de la época con obras exclusivas al respecto, como “El libro de los espíritus”, del año 1857.
En el siglo XIX (finales) y principios del XX hay todo un auge del espiritismo y las artes adivinatorias, surgen personajes como Madame Blavatsky o Edgar Cayce, el llamado “profeta durmiente”, que afirmaban poder ver el futuro y tener visiones del pasado.
El auge fue muy importante y en el periodo de las dos guerras mundiales muchas fueron las personas que acudían a ellos con dos propósitos: saber de sus seres queridos en el campo de batalla o conocer el devenir de las contiendas que se cobró cientos de miles de vidas humanas.
En tiempos de incertidumbre es cuando más se recurre a las videntes que dicen tener estas cualidades.
Es en este tiempo en el que surgen muchas personas que decían tener la capacidad de comunicarse con los espíritus. Se reunían en sesiones que eran donde creía que se podían manifestar los muertos bien mediante golpes, por la llamada escritura automática, materialización de objetos o por la toma del cuerpo y verbalización de un mensaje.
Destacaron en esta época médiums muy famosos en el siglo XIX tales como Daniel Dunglas Home, que afirmaba poder levitar o Eusapia Palladino, conocida por sus impresionantes sesiones en Europa.
Fue un tiempo en el que los videntes tuvieron mucho peso y notoriedad, donde se ofrecían lecturas sobre el futuro o se podía dar mensajes de personas que ya habían fallecido y aliviaba a los familiares.
Personas del renombre de Arthur Conan Doyle, el famoso escritor de las aventuras de Sherlock Holmes o el francés Víctor Hugo, eran leales creyentes del espiritismo y tuvo hasta su peso en la Ciencia de la época cuando científicos como William Crookes investigó los fenómenos espiritistas si bien las conclusiones fueron dispares.
Pese a ello, pese a las críticas, pese al movimiento escéptico que había, el espiritismo creció y evolucionó en distintas corrientes en el siglo XIX siendo una respuesta a la incertidumbre de la época.
Los Videntes en el S XXI
¿Qué tipo de dones tienen los videntes?
Para en teoría poder predecir el futuro es necesario poseer unos ciertos dones, o uno de ellos, que no son otra cosa que capacidades extrasensoriales que la ciencia no ha podido comprobar y que las videntes dicen poseer.
Clarividencia
La clarividencia es una de esas capacidades y se refiere a la posibilidad de ver visiones, imágenes, sucesos acontecidos en el pasado, presente o futuro sin explicación racional alguna.
Esta percepción se puede manifestar como visiones espontáneas o por medio de cartas del tarot, bola de cristal, espejos, e incluso hay muchas videntes que dicen no necesitar nada para poder adentrarse en el futuro.
Según el reconocido autor Carl Gustav Jung en su obra «Arquetipos e Inconsciente Colectivo» la mente humana forma parte de un inconsciente colectivo que podría explicar este tipo de visiones.
Este don suele desarrollarse en la infancia, aunque también puede aparecer tras experiencias traumáticas, aunque algunas clarividentes afirman que son videntes de nacimiento y que es algo que se hereda de generaciones pasadas.
Clariaudiencia
La clariaudiencia es la posibilidad de oír voces, mensajes o sonidos que no proceden de este mundo terrenal. Estas voces contienen mensajes que sirven para responder a la pregunta que ha realizado quien consulta a la vidente, aunque estas voces le pueden venir sin necesidad de realizar ninguna pregunta.
¿De dónde provienen esos mensajes? Esto es algo que la ciencia no puede explicar y ellas lo achacan a guías, seres de luz o personas fallecidas.
Clarisentencia
Consiste en la posibilidad de percibir sensaciones sobre otras personas sin haber tenido contacto con ellas o sin que estas le hayan contado nada de lo que les ocurre.
Este tipo de videntes conocerían las emociones ocultas, posibles traumas o intenciones con tan solo estar cerca, pensar en una persona o tocar un objeto que pertenezca a ella.
Premonición
La premonición es la posibilidad que dicen tener algunas videntes de prever acontecimientos antes de que estos ocurran.
Se adelantas a hechos que ocurrirán en un futuro cercano o lejano y este conocimiento le puede venir mientras duerme o de manera espontánea.
Por regla general quienes acuden a una consulta con un vidente están buscando este tipo de don para adelantarse a hechos futuros, previniendo errores o saber a qué atenerse.
En su obra El futuro del inconsciente, Dean Radin, investigador del Instituto de Ciencias Noéticas, explora la posibilidad científica de que el cerebro humano esté conectado a un campo de información que trasciende el tiempo.
¿Los dones se pueden desarrollar?
Este es un debate abierto entre quienes creen en la posibilidad de que sea cierto el poder predecir el futuro.
Por un lado tenemos a quienes creen que se es vidente de nacimiento porque se ha nacido con esas capacidades, y por otro nos encontramos a quienes afirman que es posible ir desarrollando esas capacidades.
Técnicas como la meditación, el desarrollo personal, el conocimiento profundo de las cartas del tarot o un contacto profundo con la naturaleza podría hacer que se despertara la clarividencia en personas que no la tenían a la hora de nacer.
Autores como Sonia Choquette (Despierta tu sexto sentido) o Shakti Gawain (Visualización creativa) han escrito ampliamente sobre cómo desarrollar estas facultades intuitivas.
Tipos de Videntes
Las videntes se pueden clasificar en función de los métodos empleados durante la consulta.
Videntes naturales o de Nacimiento
Son aquellas personas que afirman haber nacido con ese don especial que le permite ver más allá de los sentidos.
No suelen utilizar objetos que canalicen su videncia como pueden ser las cartas del tarot o cualquier otro. Las predicciones que realizan durante la consulta se suelen basar exclusivamente en su intuición o mensajes que recibe de otros planos.
La escritora y clarividente Sylvia Browne contaba que había tenido experiencias paranormales desde pequeña. Sus obras literarias y apariciones televisivas popularizaron este tipo de videncia, aunque voces escépticas dudan de sus predicciones.

Bola de cristal y cartas del tarot sobre una mesa
Videntes con Cartas
Son muchas las videntes que utilizan como apoyo las cartas del tarot, la bola de cristal o un péndulo para realizar sus predicciones, lo cual no tiene por qué significar que no posean el don de la clarividencia.
Dentro de este tipo de videntes también nos encontramos a aquellas personas que a la hora de realizar una consulta se basan exclusivamente en el significado de las cartas, runas o el movimiento del péndulo.
Estás se conocen como videntes intuitivas que se ayudan de esas herramientas esotéricas para reafirmar sus predicciones.
No tienen por qué ser peor o mejor que las videntes naturales o de nacimiento, solo que usan otros métodos para obtener una predicción.
Videntes intuitivos
Se denomina videntes intuitivos a aquellos que no tienen un don de nacimiento, pero que a lo largo de su vida han desarrollado unas habilidades por medio de la meditación o estudios esotéricos.
Usan la intuición y la espiritualidad para responder a las preguntas que se les hagan sobre el futuro. Lo que ocurre es que estos videntes suelen dar más orientaciones que predicciones concretas.
Para quienes buscan respuestas con fechas o incluso nombres no son precisamente las videntes recomendadas a la hora de consultar.
La autora Sophy Burnham en su libro «El arte de la intuición» publicado en 2011 se adentra en las maneras con las que se pueden desarrollar este tipo de videncia.
Videntes espirituales
Son personas que teóricamente actúan como intermediarias entre el plano terrenal y el espiritual, ya que reciben ciertos mensajes que provienen de otros planos.
Estos pueden venir, según ellos, de seres de luz o personas fallecidas, estando esto último más cercano a la mediunidad que a la videncia.
Más que predicciones concretas suelen dar ayuda espiritual y tranquilizar a quien los consulta, aunque se han dado casos sorprendentes en donde el vidente le ha comunicado al consultante datos tan exactos que sorprenden.
Lo que ocurre es que quienes son capaces de hacer lo anterior son muy pocos y es complicado encontrar con uno de verdad.
El libro de los médiums (1861) de Allan Kardec es uno de los textos más relevantes sobre canalización y mediumnidad.
Videntes por Teléfono u Online
Antes para poder realizar una consulta había que desplazarse a la casa de la vidente, lo cual se sigue haciendo, pero en el S XXI han tomado mucha fuerza las consultas con videntes por teléfono o de manera online mediante el WhatsApp, chat o correo electrónico.
Las videntes por teléfono es una de las opciones más comunes a la hora de realizar una consulta y lo es por la intimidad y rapidez en acceder al servicio.
Se diferencian de las consultas presenciales en que es posible hablar con ellas desde cualquier lugar.
Estos videntes se podrían clasificar en cualquiera de los tipos anteriores, ya que la única diferencia es que atienden desde su casa.

Consultas de Videncia por teléfono
¿Cuáles son las mejores videntes? Guía para encontrar videntes buenas, reales y fiables
Son cada vez más las personas que solicitan la ayuda de videntes, bien sea para descubrir que le depara el futuro, o por mantener una conversación con alguien que los escuche y oriente.
La sociedad actual en donde la soledad y las depreciadas relaciones sociales fruto de los hábitos tecnológicos hace que sea más habitual consultar con videntes.
Cuando se trata de acudir a un profesional del ámbito esotérico, la gran pregunta es: ¿quiénes son las mejores videntes? En un mundo donde la oferta es inmensa —y los fraudes también— es fundamental saber reconocer a una vidente buena, seria y confiable.
En este artículo te mostramos una serie de consejos que debes de tener en cuenta a la hora de decidirte a realizar una consulta con una clarividente para ayudarte a identificar a aquellas son videntes verdaderas.
¿Qué significa ser una «buena vidente»?
Las verdaderamente buenas son aquellas que te aciertan en sus vaticinios, siendo lo fundamental para poder calificarlas como fiables, pero también hay que tener en cuenta otros factores.
Deben de tener empatía, capacidad de escucha, pero ojo, esto no es lo mismo que quien haga la consulta le cuente todos sus problemas, ya que debería ser la vidente quien te los diga.
Una buena vidente no te manipula, no te infunde miedo y no te hace dependiente. Hace todo lo contrario, como es el guiarte, orientarte y responder a tus preguntas de una manera clara.
¿Cómo saber si una vidente es buena?
Como es obvio no todas las consultas de videncia ofrecen la misma calidad, pero lo peor es que no todas son auténticas videntes.
Saber distinguir e identificar a una buena vidente marcará la diferencia entre una experiencia enriquecedora, y que te servirá de ayuda, de una experiencia decepcionante en donde además de haberte gastado el dinero no te aportado absolutamente nada.
Ahora te vamos a explicar cuáles son las características que definen a las videntes buenas de aquellas que solo buscan sacarte el dinero por una consulta y que no te van a aportar nada.
A continuación, te explicamos cual es la manera de actuar de una verdadera vidente, cómo detectar posibles engaños y si existe la posibilidad de saber si una clarividente acierta o no.
- Escuchará lo que quieres saber, pero sin necesidad de que tú le cuentes lo que te ocurre.
- Será clara en sus respuestas, con detalles que solo tú conoces y que el vidente no tiene por qué conocer.
- Te orientará, pero no te obligará a tomar decisiones y te explicará que tienes libre albedrío y la posibilidad de cambiar tu futuro.
- No jugará con tu miedo. nunca te dirá que tienes una maldición y que debes de quitártela de encima, siendo ella quien te ayudará a ello.
- Será clara y no te asegurará al 100% sus aciertos, recordándote que las circunstancias van cambiando con el paso del tiempo.
- Te ayuda a entender el presente y visualizar posibilidades, sin imponer verdades absolutas.
Características típicas de una falsa vidente
Tal y como existen clarividentes serias y honradas, también nos encontramos con falsas videntes que se aprovechan de las circunstancias y vulnerabilidad emocional de muchas personas que consultan.
Es necesario que quien se decida por acudir o llamar a una clarividente tenga en cuenta lo siguiente para no ser estafada/o y quien le atienda sea realmente una persona que tenga ese don especial que dicen tener las videntes.
Estar siempre alerta ante las siguientes situaciones o comportamientos:
- Pedirá un gran pago para hacerte rituales que solucionaran todos tus problemas e incertidumbres.
- Generará miedo para que vuelvas a su consulta o que vuelvas a llamarla por teléfono y así seguir pagándole.
- Afirma que nunca se equivoca y que si haces lo que ella o él te diga vas a obtener los resultados y conseguirás todo aquello que deseas.
- Preguntará en exceso e intentará sacarte toda la información que pueda sin que te quieras dar cuenta.
- Te interrumpe constantemente o cambia de tema si no acierta algo.
Si sientes que una vidente te presiona, te confunde más de lo que te aclara, o te hace sentir dependiente, es mejor cortar la comunicación.
¿Es posible saber si una vidente acierta?
Siempre que se acude a consultar con un vidente te va a asaltar la duda de si lo que te ha dicho va a suceder realmente o se trata solamente de decirte lo que quieres escuchar.
Para que puedas aclarar esa duda te vamos a a dar las siguientes pautas, aunque de entrada te decimos que los aciertos 100 % seguros no existen por mucho que haya videntes que se anuncien proclamando que ellas nunca fallan.
Señales que indican que la vidente podría acertar
- Durante la consulta te ha dado detalles que ella no podría conocer por lógica o deducción.
- Describe situaciones actuales con precisión, incluso antes de que hables.
- Lo que dice resuena contigo emocionalmente, aunque no tenga explicación racional inmediata.
- Con el tiempo, puedes comprobar que ciertos hechos suceden o ciertas advertencias se confirman.
- Las videntes buenas suelen dejarte con una sensación de claridad, no de confusión.
Videntes buenas y baratas: ¿es posible?
Aunque un alto precio no tiene por qué garantizar la calidad de ningún producto, en este caso una consulta con una vidente, es cierto que influye como en todos los ámbitos de la vida.
Es cierto que pueden existir videntes buenas y baratas, pero las probabilidades van bajando al disminuir el precio.
Es más, uno de los consejos a tener en cuenta es desconfiar de esas ofertas a un precio excesivamente bajo, ya que tras ella hay una trampa que consiste en ir cobrándote por tramos de tiempo sin que te des cuenta.
Mitos sobre los videntes
Desde que se tiene conocimiento de la existencia de la videncia, o cuando menos que existía personas que se dedicaban a ello, la figura del vidente se encuentra envuelta en una serie de mitos y creencias que en nada tienen que ver con la realidad.
En pleno S XIX son todavía muchas las personas que tienen una perspectiva errónea de lo que realmente hace una buena vidente, ya que confunde la clarividencia con prácticas engañosas. Además, muchas de ellas confunden la intuición con algo paranormal.
Vamos a desmontar algunos de esos mitos sobre los videntes, lo cual no quiere decir que no haya personas que se hagan pasar por serlo por un mero beneficio económico aun siendo conscientes que no tienen ningún don, ni tienen ninguna dosis de clarividencia.
¿Son estafadores todos los videntes?
Este es uno de los mistos más extendidos, ya que se asocia a la videncia con la mentira y el afán de lucro, y aunque es cierto que los hay, no todos los clarividentes lo son.
Por regla general quienes actúan de una manera ilícita y sin ética son aquellos que no tienen ningún don especial, aunque sea el don de saber tratar a los demás.
¿Por qué existe esta creencia?
Las causas de que muchas personas piensen de esa manera se debe a estos motivos:
- Casos conocidos de fraude que han tenido una repercusión social al haberse cometido en televisiones.
- La publicidad engañosa que circula por internet en donde nos podemos encontrar falsas promesas del tipo «Te traeré a tu ex en 3 días».
- La cantidad de supuestos videntes, sin serlo, que ofrecen sus servicios directamente o por medio de plataformas o empresas que comercializan dichas servicios.
«La existencia de impostores no invalida la existencia de personas sensibles, intuitivas y con vocación de ayuda. La clave está en saber distinguir».
— Sophy Burnham, autora de El arte de la intuición
El futuro como posibilidad, no como destino fijo
Una idea clave en la videncia seria es que el futuro no está escrito en piedra. Lo que una vidente percibe es un “mapa energético” que puede cambiar en función de tus decisiones, emociones y acciones.
“El verdadero valor de la videncia no está en saber qué ocurrirá, sino en darte las herramientas para que tomes mejores decisiones.”
— Allan Kardec, precursor del espiritismo moderno
Los videntes bajo la lupa de la ciencia
La simple posibilidad de saber el futuro es una opción que siempre ha fascinado a la Humanidad, el poder descubrir lo que acontecerá mañana o descubrir aquello que te deparará el tiempo es algo que llama la atención a millones de personas. Pero cuando la Ciencia analiza este fenómeno las conclusiones son mucho más desalentadoras.
Hay un escepticismo científico pues son muchos los investigadores que han realizado experimentos muy rigurosos al respecto, destacando el psicólogo Richard Wiseman y físico e ilusionista James Randi.
Estos investigadores se han encargado en estas últimas décadas a desmontar muchos fraudes al respecto o, simplemente, que en pruebas con videntes estos no hayan podido demostrar sus cualidades.
Han sido pruebas controladas en las que no pueden recurrir a la lectura en frío y los resultados se pueden atribuir a la casualidad o el azar.
Tanto en la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Princeton no se han logrado pruebas concluyentes que la videncia exista más allá de la sugestión o la coincidencia estadística.
Pero, pese a ello hay personas que creen en la videncia, lo cual se debe al sesgo de confirmación, esto es lo mismo que decir que las personas tienden a recordar las predicciones que han resultado correctas y olvidar las erróneas.
Cabe destacar que las personas, en momentos de incertidumbre, sienten la necesidad de encontrar soluciones y respuestas y esto lleva a confiar en personas que tienen estos supuestos dones.
La percepción extrasensorial: entre la ciencia y el misterio
Uno de los campos más apasionantes de investigación que existe es la mente humana y en ella es donde se da el fenómeno de la percepción extrasensorial (PES) que resulta controvertido y fascinante.
La PES es un fenómeno complejo que se basa en la capacidad de obtener información sin que entren en juego los sentidos convencionales, esto ha promovido una buena cantidad de estudios en la búsqueda de su realidad.
Abarca diferentes fenómenos que van desde la telepatía, la clarividencia o la capacidad de saber una determinada información sobre hechos que están por venir o distantes en el espacio y en el tiempo.
Por el interés que despertaron y despiertan desde comienzos del pasado siglo XX se ha tratado de demostrar la realidad de la PES mediante experimentos controlados.
Fue el doctor Joseph Banks Rhine, de la Universidad de Duke, el que en la década de 1930 hizo un interesante experimento en el que empleaba tarjetas o cartas Zener para demostrar su realidad o no.
Las cartas Zener son un conjunto de tarjetas con símbolos específicos y que se emplean para tratar de evaluar la capacidad de los participantes a la hora de predecir sucesos futuros o de leer los pensamientos ajenos.
Los resultados fueron esperanzadores, si bien una parte de la comunidad científica argumentó que los problemas metodológicos podrían haber influido a la hora de sacar conclusiones.

Cartas Zener
El eminente psicólogo Daryl Bem, de la Universidad de Cornell, hizo una serie de estudios en los que afirmaba encontrar evidencia del fenómeno de la videncia realizando una serie de pruebas en las que los participantes demostraban tener una capacidad que era superior al azar en materia de poder anticipar imágenes. Los resultados fueron tomados con escepticismo.
Pese a las críticas, hay investigadores, en el ámbito de la Ciencia, que indican que el fenómeno de la videncia puede tener una base de real.
Con el auge de las neurociencias y el avance en la comprensión de la conciencia, en el futuro, se podría proporcionar nuevas formas de entender este apasionante fenómeno.
Críticas científicas a los videntes y la falta de evidencia empírica
La videncia tiene una doble vertiente, desde la crítica del campo científico al reconocimiento en el ámbito esotérico, pero lo cierto es que los estudios rigurosos han fallado a la hora de proporcionar evidencia empírica que respalde la existencia de esta habilidad que proclaman los videntes.
Cuando se han realizado experimentos con videntes se ha demostrado que los sujetos objeto de investigación no podían predecir el futuro o dar una información sobre el mismo con más precisión que la que implica el azar.
Dentro del campo de la parapsicología se han realizado experimentos que han resultado positivos, pero que tienden a ser inconsistentes o explicables debidos a errores metodológicos, sesgos de confirmación o fraude.
Desde el Committee for Skeptical Inquiry (CSI) y la James Randi Educational Foundation tratan de demostrar –o no- la realidad de todo ello otorgando premios monetarios a aquellas personas que puedan demostrar dones paranormales en condiciones controladas. De momento nadie ha logrado superar esta propuesta.
¿Por qué se cree en los videntes?
Desde la psicología se han propuesto varias explicaciones al objeto de poder entender por qué algunas personas creen ser videntes o confían en quienes dicen serlo. Entre esas explicaciones están:
El efecto Forer o Barnum
Esta es la tendencia de las personas para aceptar descripciones generales de personalidad, es donde muchos videntes se agarran para sostener afirmaciones ambiguas aplicables a casi cualquier persona. El consultante tendrá la sensación de que ha sido una lectura precisa.
El efecto Forer es un sesgo cognitivo por el que las personas tienden a aceptar descripciones vagas y muy generalizadas de la personalidad presentadas como si fueran muy precisas.
Se debe al psicólogo Bertram Forer quien en el año 1948 entregó a sus estudiantes un estudio acerca de la personalidad que se argumentaba en un test.

Cartel de conferencia explicando el efecto Barnum
En el texto había afirmaciones como: «Tienes una gran necesidad de que otras personas te aprecien y admiren», «A veces dudas si tomaste la decisión correcta» o «Eres capaz de ser sociable y extrovertido, pero también puedes ser reservado e introspectivo».
Lo llamativo es que los estudiantes calificaron la precisión del análisis con una media de 4.26 sobre 5, con el convencimiento que, en realidad, se describía su personalidad. Este efecto es el que se pondría en juego a la hora de redactar los horóscopos, lecturas de cartas y perfiles astrológicos.
El Sesgo de confirmación
Se tiende a recordar más aquello que se cumple que de lo que se falla y contribuye, por la sensación de acierto, a la creencia en la videncia y los videntes.
El sesgo cognitivo y la percepción selectiva tiene un papel fundamental en la creencia en la videncia y en todo lo que son las supuestas habilidades paranormales.
Percepción subliminal o lectura en frío
Se trata de que los videntes pueden captar detalles sutiles de una persona que puede estar presente en la vestimenta, el lenguaje corporal o las expresiones faciales y desarrollar su argumento en base a ello y dar sensación de tener una percepción sobrenatural.
Con respecto a la lectura en frío cabe decir que es una técnica utilizada por videntes, médiums y mentalistas por la cual se trata de obtener información sobre una persona sin que esta lo note. Todo se basa en la observación de la persona, en las afirmaciones vagas y en respuestas adaptativas.
Además, hay otras frases adaptativas como «Siento que hubo alguien importante en tu vida que falleció» que suelen ser aceptadas pues todas las personas se adaptan a ellas.
También está el juego de probabilidades cuando se mencionan fechas o sucesos comunes, que el consultante relaciona con su vida y considera acertado.
Otro dato importante es lo que indica el lenguaje corporal de la persona, son movimientos involuntarios, como pueden ser los movimientos faciales, dilatación de pupilas, lenguaje no verbal y todo ello da pistas acerca de lo dicho, de la afirmación correcta, de si debe reformular o insistir en la dirección tomada.
Videntes Famosos en la historia
Hay personajes realmente importantes dentro de la clarividencia a lo largo de la Historia. Son supuestos poseedores de la supuesta capacidad de poder percibir sucesos del más allá o del futuro.
De entre esos videntes destacan de forma sobresaliente Nostradamus, Baba Vanga o Edgar Cayce, pero también hay otros muy importantes y más desconocidos como Wolf Messing, que era un polaco que decía tener habilidades psíquicas del tipo de la clarividencia y la telepatía. A él se le atribuye el haber predicho la invasión de la Unión Soviética por parte de Hitler e impresionó tanto a Stalin con sus demostraciones de percepción extrasensorial que lo tenía por un “vidente” de cámara.

Baba Vanga a a izquierda y el profeta Nostredamus a la derecha.
Peter Hurkos es otro de esos videntes famosos, su don lo recibió tras sufrir un golpe en la cabeza y, desde ese momento pasó a demostrar unas habilidades incuestionables. Ayudó a la Policía a resolver crímenes en varios países y fue pieza importante en la identificación del «Estrangulador de Boston» en los años 60 del pasado siglo XX.
Joan Quigley fue la astróloga de Ronald Reagan, el expresidente escribió en sus memorias que varias de sus decisiones las consultó con la astróloga, desatando un escándalo en la siempre moralista sociedad estadounidense.
Su esposa, Nancy Reagan, trató de minimizar la relevancia de Quigley, pero esta dijo que hasta los horarios de las ruedas de prensa o de los viajes presidenciales respondían a cuestiones de orden planetario.
Originaria de Cuba, pero afincada en México, Mhoni Vidente es un rostro conocido por ser de las más populares videntes de la televisión latinoamericana.
Dijo en su día que sus poderes provienen de un rayo que la alcanzó en el año 1989. En sus vaticinios encontramos predicciones que suelen ser erróneas, pero sigue siendo un referente en cuanto a temas esotéricos y de clarividencia.
Son muchas las personas que han tenido episodios de clarividencia a lo largo de la Historia o que la han tenido y desarrollado percibiendo accidentes antes de que ocurrieran o siendo interlocutores entre este plano y el de los difuntos ofreciendo datos concisos y precisos en la que los fenómenos superan la coincidencia o la sugestión.
Es un tema que despierta la fascinación, el don real de estas personas que, para unos es todo producto de la imaginación o las ganas de hallar patrones en el caos y, para otros, una innegable realidad.
Desde el misticismo de la Antigüedad hasta la modernidad mediática, la fascinación por quienes dicen ver el futuro sigue intacta. Si bien muchas de sus predicciones no resisten el escrutinio científico, la historia de estos personajes demuestra que la humanidad siempre ha buscado respuestas más allá de lo evidente.
Referencias y Recursos
- Browne, S. (2000). The Other Side and Back: A Psychic’s Guide to Our World and Beyond. Signet.
- Burnham, S. (2011). The Art of Intuition: Cultivating Your Inner Wisdom. TarcherPerigee.
- Kardec, A. (1861). El libro de los médiums.
- Rhine, J. B. (1934). Extrasensory Perception. Boston Society for Psychic Research.
- Bem, D. J. (2011). Feeling the future: Experimental evidence for anomalous retroactive influences on cognition and affect. Journal of Personality and Social Psychology, 100(3), 407–425. https://doi.org/10.1037/a0021524
- Forer, B. R. (1949). The fallacy of personal validation: A classroom demonstration of gullibility. Journal of Abnormal Psychology, 44(1), 118–123. https://doi.org/10.1037/h0059240
- Wiseman, R. (2011). Paranormality: Why We See What Isn’t There. Macmillan.
- Randi, J. (1982). The Truth About Uri Geller. Prometheus Books.
- Committee for Skeptical Inquiry (CSI). (s.f.). Investigating Paranormal and Pseudoscientific Claims with Science.
- James Randi Educational Foundation. (s.f.). Million Dollar Challenge.
- American Psychological Association (APA):https://www.apa.org
- Clarividencia. Wikipedia.