Te voy a enseñar como protegerte de esas malas energías y vibraciones que nos encontramos a diario en nuestra vida, y también de la que nos mandan otras personas, incluso inconscientemente.
Crear escudo de energía espiritual, también denominado armadura espiritual o armadura de Dios, es muy importante, pero hay que saber hacerlo bien, ya que se pondrán en juego muchas energías que en unos casos favorece, pero en otros pueden resultar perjudiciales para la persona.
Por ello, es imprescindible saber cual de ellas se debe usar y como usarlas, pues todo va a influir en la eficacia y utilidad de este escudo que nos debe proteger de todo mal.
Hay que tener cuidado pues se podrían «pegar» entidades que se alimentan de esa energía y debilitarnos algo que el que trabaja con energías sabe bien que puede ocurrir.
De esta forma es de importancia el aura de la persona, atender al nivel de agotamiento que se tiene, sobre todo si llega tras haber estado con una persona o grupo de ellas, puesto que en la vida nos podemos encontrar con sujetos que son auténticos vampiros energéticos.
Aquí os voy a enseñar como hago yo mi escudo de energía espiritual, a mi manera, a mi forma, a como yo he logrado proteger y protegerme de todas esas vibraciones negativas que nos rodean cada día.
Cómo hacer un escudo o armadura de energía espiritual
Hay personas que pueden visualizar el aura y saber si se está protegido o no, el aura marca mucho el camino y las energías nos dicen que puede haber más presencia negativa que positiva y por ello que nos sintamos así.
La lectura del aura es muy efectiva en este terreno y todo el mundo la tiene, el creer o no creer en ello ya es una cuestión más personal.
Que hay que tener una apertura mental para entender y saber que todos tenemos aura, desde las personas, los animales, las plantas o los objetos, unos serán más fuertes que otros, pero nos envuelven y hablan de la fuerza en función del color, tamaño que se tenga.
Los colores son importantes, así el aura que es de color amarillo es de la persona que tiene fuerza, que es brillante; si es gris o marrón nos habla de depresión o de momentos de decaimiento, de debilidad.
Los momentos por los que se atraviesa también son especiales y nos dicen que puede haber dolor o trauma son esos momentos los que se exige crear ese escudo de energía espiritual que nos hará tanto bien.
Para estar protegido se debe actuar solicitando esa protección a Dios y, evidentemente, mediante una persona que haga de intermediaria y tenga esa especial forma de actuar. Las personas que así lo hacen suelen dotar de esas energías poderosas, si lo quieres hacer tú, como petición debes decir en voz alta:
«En esta vida, en este cuerpo, invoco a la luz que hay en mi anterior. Soy el canal que utilizar en mi vida y la Luz debe ser mi guía«. Si se hace como si fuera un mantra es más efectivo.
El escudo de energía es un halo que nos rodeará, una especie de blindaje de cara a todo lo exterior y que nos librará de la energía negativa. En ese momento nos encontramos que hay una especie de luz protectora que nos envuelve y que es invisible pero que está.
Solo las personas que las visualizan pueden verla, pero se instala en nosotros y nos hace más fuertes y que todo lo que sea negativo -e incluso ataques- salgan repelidos.
Esos escudos son poderosos pero se desgastan y por ello hay que renovarlos. Se puede a las fuerzas espirituales que te rodeen con su energía protectora -algo que debes hacer con frecuencia para evitar el desgaste- y siempre el color determinará esa protección:
- Luz de color blanco: son los ángeles y es muy útil contra ataques físicos.
- Luz de color dorado: es la alta vibración, la de los arcángeles. Es una protección general.
- Liz de color verde: es la sanación y el rejuvenecimiento.
- Escudo de color plomo: previene contra las energías tóxicas y las amistades tóxicas.
- Bola reflejada: te hace invulnerable en la reunión dónde puede haber ladrones de energía. Muy usado en el mundo de los negocios.
Esta protección también se puede ver reforzada con piedras como la turmalina negra o la hematita, el ojo de tigre o el cuarzo ahumado que son muy convenientes para este tipo de acciones y usos.
Elementos que componen la armadura espiritual o de Dios
La armadura espiritual tiene seis elementos básicos que son muy importantes y que debemos conocer:
El denominado como «Cinturón de la Verdad» y que es el primero de los que la forma, es la representación de la verdad que nos permite actuar con firmeza, en tener actitudes inamovibles dentro de la Justicia.
Hace que la persona se aleje de la mentira y de las actuaciones incorrectas. Evita que se caiga en ese juego de engaños.
La mentira siempre será cazada y quién mienta quedará por una persona poco creíble, eso es algo que nadie quiere para sí por lo que hay que liberarse de esas actitudes.
El segundo elemento es la «Coraza de Justicia», siendo una parte que protege todo lo que es el pectoral de la persona, lo vital, se trata de la Justicia Divina, la Justicia de Dios que se impone en todas las situaciones, antes o después, aquello que saca siempre el Bien y que asegura que prevalecerá contra lo injusto.
El tercer elemento es el calzado pues el caminar es parte de la vida, en sentido real o figurado, y sirve para avanzar por el camino de la vida protegidos con el mensaje de Dios y tener a salvo el alma de las tentaciones.
El cuarto elemento es aquello que sirve de escudo. Debe ser para la fe, estar siempre alerta de esos peligros que hay en el camino y saber defender nuestra posición ante la duda, mantener los valores y la fidelidad.
Se debe tener fuerza ante esos momentos en los que se cae en la desgana, en la apatía, en la flaqueza.
Este tipo de útil, en la guerra, servía para proteger al guerrero y solían tener gran resistencia y solidez, así debe ser tu actitud ante los problemas, piensa que todo pasa.
El quinto elemento es el que protege la cabeza, es la parte que siempre está pensando, la que replantea situaciones, la que te hace dudar, nuestro cerebro suele ser la debilidad y que nos lleva a actuar movidos por la precipitación, los celos, la envidia, el ego.
Siempre hay que protegerse de este tipo de circunstancias teniendo cordura, temple. Sirve para ordenar todo lo que hacemos y por eso la armadura es tan importante que la cubra,
La mente débil y la mente fuerte, dos tipos de actitudes pero donde hay que aprender a estar siempre en la segunda y no en la primera.
La mente débil lleva a desequilibrios, a desesperanza, a caer en la tentación, a dejarse llevar y abandonarse espiritualmente. En la fe y la Verdad está la clave de la salvación de la persona.
El último elemento de la armadura es la espada, con lo que se ataca pero también con lo que puede servir de defensa.
Debemos tener claras las ideas, saber diferenciar lo verdadero de lo falso, no sucumbir ante las propuestas sugerentes pero incorrectas, o dejar de hacer lo correcto por un plan alternativo más llamativo.
Eso está mal. Siempre, ante las palabras tentadoras, hay que tener claro lo que hacer, ser firme.
La armadura espiritual o escudo de energía espiritual se comprende como aquello que nos defiende de todo lo que nos afecta, de todo lo malo, de las incorrecciones y tentaciones, es avalada por Dios, se debe tomar y ponerla, pensar en ella con fe y con la autoridad que nos da.
Tu vida será mucho mejor y ante el buen camino y las buenas acciones viene la recogida de buenos frutos.
Es un concepto de unidad, todos los elementos forman uno sólo y todas hacen que seas una persona menos vulnerable y más fuerte en la fortaleza que viene de dentro, no física sino mental y espiritual.
¿Cómo hacerla yo mismo?
Es posible, si no tenemos a nadie que nos haga el escudo de energía espiritual o la armadura de Dios, el intentar hacérnosla nosotros mismos.
Es más complicado, pero no imposible, y para ello vamos a utilizar lo más poderoso que tenemos, que es nuestra mente en conexión con nuestro espíritu, para rechazar todo lo malo.
Obviamente esto tendrá que ir acompañado de un comportamiento correcto y seguir los consejos descritos con anterioridad sobre la forma de actuar para tener un equilibro correcto en nuestro interior y así disponer de esa armadura espiritual que se desea.