Los Registros Akáshicos implican un viaje al conocimiento, al alma, un paso por el espacio y el tiempo, la biblioteca del Saber, aquello que es trascendente. Una especie de archivo general del pasado, del momento actual -presente- y del futuro.
Muchas personas tienen acceso a ese registro, los expertos afirman que se trata de una apertura de los archivos del alma donde todo está grabado pudiendo ser a nivel individual y global, donde está toda la vida de cada persona así como su evolución.
Esta información está disponible para las personas -todas- pero deben saber acceder a los mismos y a la información que puedan asimilar, obviamente con el cuidado del uso que puedan hacer de la misma.
Hay personas que son expertas en abrir esos registros, terapeutas, y en el proceso de apertura se acceden a imágenes de la vida que vivimos o de otras pasadas.
Pero abrir los Registros Akáshicos también tiene su riego pues hay que saber dominar la técnica así como la posibilidad de acceder a la memoria del alma con todo lo que implica ello. Hay que estar muy seguros e ir sin miedo pues el miedo es un elemento que puede hacer que la experiencia sea negativa y nos transmita inseguridad.
El poder entrar en estos es dejar atrás todo lo material y llegar a lo esencial, a la Verdad. No hay que tener miedo, ni estar en una posición de egos, de mentiras o de prejuicios. Siempre será muy alentador así como invita a la transformación interior; es la lectura de la mente, la consciencia del amor.
No hay que poner barreras a eso, la única barrera es la que nos ponemos nosotros mismos en nuestra mente.
En este tipo de archivos están todas las respuestas, la información necesaria para todo lo que queremos saber. El segundo peligro al que nos enfrentamos es a la indecisión a la que debemos hacer frente, si es lo que queremos realmente o no.
Algunos ven en todo ello una especie de oráculo, en unos casos para saber cómo hacer frente, plantar cara, a las responsabilidades, en otros antes temas trascendentales de la vida. El valor de la información es muy alto y puede ayudar a la persona a crecer y a todo lo que es su desarrollo personal.
No hay nada malo en esos registros sino que hay plenitud y amor, Verdad, la guía del camino real, del auténtico, de la sanación espiritual y mental, pero hay que ir con cuidado.
Pero el abrir esos registros no implica ningún peligro siempre y cuando se deje todo lo anterior a un lado, es un lugar que da Luz y Conocimiento, amor y plenitud, no se debe pensar en nada negativo pues es la energía que transmite y donde no hay nada que nos pueda afectar salgo información -espiritual, vital, energética y de Saber- que jamás será negativa.
Se debe abrir siempre con un guía, con alguien experto que sepa de ello. Las vibraciones son importantes pues debemos poner esa frecuencia vibratoria al mismo sentido que lo akáshico. No obstante hay consejos que se dan para poder abrirlos y dejar atrás el principal peligro: el miedo.
- Recitar lo que es la oración sagrada que nos protege de las energías no controladas.
- Tener positividad y tener la mente abierta a los seres de luz.
- Que alguien con una especial sensibilidad puede ser nuestro guía.
- La meditación previa antes de la lectura si notamos que la vibración que tenemos es muy baja.
- Limpieza energética y purificación.
De esta forma se desarrolla el sentido de la intuición, de la espiritualidad, de las sensaciones y se comprende mejor que no hay riesgos si la conexión es plena.
Los resultados serán los que determinen si la persona sabe sacar el provecho de todo ello en su bien íntimo y personal o si, por el contrario, se encuentra que no sabe gestionar toda esa información, no tiene mayor complejidad ni mayor riesgo.
Requiere de práctica, de saber moverse, de tener la conexión con ese acceso. Si no se tiene éxito la primera vez no hay que caer en el desaliento y saber volver, regresar en otro momento e intentarlo.
El ánimo no debe abandonarnos allá donde sabemos que puede ser positivo, el único peligro que tiene es no saber -por el desconocimiento que implica- conectar con el alma y que abandonemos; igualmente que la experiencia no resulte satisfactoria por no saber qué hacer o no cumpla las expectativas puestas en todo ello.
No es una pérdida de tiempo sino una ganancia de experiencia vital, es algo muy complicado y la primera vez siempre es difícil pero que, con la prácticas necesaria y los consejos oportunos puede ser realmente útil teniendo siempre presente el momento de crecimiento personal que implica.