Simpáticos, vivaces, activos, son muchas las formas que se podrían tener para describir a un pato pero también todas aquellas que nos esconde y que son particularmente llamativas.
Dentro de lo espiritual tienen significados muy importantes que toda persona debe conocer, máxime cuando se tiene presente su cercanía y su presencia y nos preguntamos por lo que nos quiere decir o nos resulta llamativo.
Los patos son animales pacíficos y confiados, no se asustan de la presencia del ser humano y pueden ser salvajes o en un entorno domésticos.
El significado espiritual del pato está en función de ser considerado como animal tótem, animal que debe estar siempre en un lugar de privilegio para la persona que lo tiene como guía y que, en muchas ocasiones es sinónimo de espíritu de protección, de intuición femenina.
Al respecto de todo ello es la capacidad extraordinaria que tienen algunas mujeres de saber que persona le inspira confianza y cual no o de saber cuándo se aproximan problemas y cuando no.
Además tiene una conexión con lo que se denomina el espíritu del agua, y que en pocas ocasiones suele fallar cuando se alía con esa intuición y sexto sentido.
Otro ejemplo de sexto sentido -o de intuición- llega cuando una madre sabe que algo puede ocurrirle a su hijo o tiene una mala impresión. Todo eso es lo que se relaciona con el animal guía y que el pato hace que esté presente, los sentidos y las emociones.
Nos recuerda que en la vida se debe caminar con seguridad, con la confianza necesaria para no titubear, que las decisiones que se tomen se hagan con responsabilidad y sabiendo lo que puede conllevar -en todos los sentidos-.
Igualmente el hacer las cosas sin buscar una satisfacción o recompensa a cambio, de lograr lo que se desea y trabajar en firme por los objetivos que se marcan en la vida.
La forma de nadar del pato, ágil, hábil, en el agua -o de bucear- en buscar de la comida nos recuerda todo ello y que nunca de debe perder la confianza, ni en los momentos más complejos que es cuando se precisa de ella. Se debe tener siempre la luz en el horizonte y seguirla.
Sirve de bálsamo, como animal guía, cuando se tiene heridas emocionales/sentimentales que son profundas y que cuesta de sanar, cuando eso pasa, cuando se ha pasado por una situación compleja, de ruptura o conflicto, el pato suele ser el animal que, si rige tu guía, será el que ponga ese ánimo y positividad.
Sirve para sanar las heridas del corazón y esta sanación siempre será espiritual y anímica, todo pasa y por ello siempre darán el necesario ánimo para seguir adelante, como normalmente hacen.
También nos lleva a los cambios, a la transformación interior, a todo aquello que hace que la persona sufra una metamorfosis para lo positivo.
Los patos son animales migratorios, cuando necesitan trasladarse a otro punto más idóneo en su hábitat lo suelen hacer sin problemas, todos volando juntos, en formación de V, guiados por su instinto y siempre por un guía que va a la cabeza.
A la persona le quiere decir lo mismo y es que cuando en un sitio crea que su etapa ha finalizado que no tenga dudas en buscar su hueco, su vida, en otro punto, allá donde esté mejor, allá donde lo necesiten o donde encuentre un mejor estado en las condiciones que quiere.
Es sinónimo de decisión -como ya se ha indicado- pero también de libertad, de capacidad de elección, de movimiento y del deseo de mejorar y hacer la vida más fácil y mejor para él/ella y todos los que le rodean. Ser feliz y hacer felices a los demás que es uno de los retos más importantes en la vida y que más satisfacciones puede generar, dando alegría y bienestar.
Es un animal tótem que proporciona felicidad, si se observa cómo es su personalidad comprenderemos los significados que tiene, siempre con un andar grácil, moviendo su cabeza y destacando sus vivos colores que hacen que sea un revulsivo contra la depresión o los momentos de desánimo, de tristeza.
Es la felicidad y la alegría que siempre debe estar presente y que debe hacer que la persona se sobreponga a los momentos de tensión o de estrés emocional, que sepan que pueden vencer a cualquier dificultad y que siempre debe haber una sonrisa en su boca que indique que, pese a todo, la vida sigue y que está dispuesta/o a vivirla.
Supone, en su significado espiritual, la exigencia de la vida y todo aquello que los demás esperan de la persona, las expectativas -satisfechas o no- que levanta y que también se debe saber cumplir con ellas, no debe haber un momento de relajación cuando se trata de la labor diaria y la profesionalidad.
Todo ello empuja a la persona hacia lo que quiere, hacia la consecución de los objetivos, hacia aquello que, en suma, le debe llevar a conseguir la meta y sus sueños.
No hay nada más importante que alcanzar esos sueños y el pato, como guía, sirve de enlace entre el mundo de lo terrenal y el espiritual.
También es una forma de decir que se debe seguir adelante ante un eventual y temporal fracaso, que no se debe parar a lamentarse y desde el momento que se fracasa se deben comenzar a poner las piedras para vencer a la dificultar y conseguir el éxito, si no se puede a la primera pues en sucesivos intentos que, al fin y al cabo, deben llevar a la persona a conseguir lo que desea.
Hay que vencer al desánimo y al desaliento, hay que olvidarse de los momentos malos y seguir evolucionando y progresando en la vida por encima de todo aquello que nos puede pesar pero que no conduce a ningún sitio.
Es difícil levantarse ante un fracaso pero el animal tótem invita a ello garantizando que si se trabaja y se tiene en cuenta ese mismo fracaso y se decide correctamente y desde la experiencia, pues se lograrán vencer todo ello.
Querer -como dice el dicho- es poder y es un indicativo de ello así como se tiene toda esa fuerza y sentido espiritual tan importante.