Cuando se rompe un cristal, bien sea de un vaso o ventana, o vemos cristal o vidrio roto, todo tiene su significado y mucho más dentro de lo espiritual.
Lo primero que evoca es la fragilidad, ya que resultan extremadamente frágiles y pueden quedar hechos pedazos, pero a pesar de ello son muy útiles.
El significado espiritual de los cristales rotos es muy variopinto, aunque siempre que se ve algo roto -más en el caso de cristales- se piensa que es negativo, que nos afecta de mala forma pero, sin embargo, significa todo lo contrario.
Por ello, no debemos aventurarnos en hacer juicios a priori cuando tenemos una visión de este tipo, sino que es conveniente analizar todos los detalles.
El cristal viene a llamar la atención de la persona sobre aquellas situaciones que nos rodean y que nos debemos parar a contemplar como si lo hiciéramos desde una ventana, desde una zona de observación, como si fuera un balcón al mundo.
Es más que posible que, mentalmente, el cuerpo nos haya pedido en más de una ocasión ese tiempo en el que debemos hacer un alto, una parada, y pensar sobre todo ello, observar como el que lo hace desde una atalaya.
También hace referencia a la dualidad de la persona, a ese «yo» que se tiene y que nos llama la atención, como si fuera un espejo en el que se habla de otras realidades.
Todo ello hace referencia a la parte oculta que tiene cada persona y que es la que rara vez muestra. Puede ser el pasado, una forma de ser, antiguas relaciones que, de una u otra forma pueden avergonzarse. De todo ello también nos habla.
En el mundo de lo espiritual nos encontramos, por tanto, con algo con una gran carga simbólica como es el cristal roto que además nos dice que hay una pérdida en tu entorno.
Hay quien piensa que cuando hay una muerte se rompe algún cristal y que es la señal de esa defunción. Igualmente se pueden ver muchos vidrios o cristales rotos.
Todo ello puede tener la connotación negativa de anunciar la muerte de alguien, pero en la mayoría de los casos lo que significa es el cambio de actitud y un nuevo comportamiento, una renovación.
También tiene un efecto simbólico en el que llama a la tranquilidad de la persona, está llamando a la calma y la aceptación. No tiene por que implicar una defunción, también puede ser una pérdida de alguien que ha salido de tu vida, que se ha alejado de ella.
Por ello llama a que se deje ir, que se acepte su partida, puede que haya sido con un motivo nimio o, por el contrario, que haya sido importante, en ese caso analiza las consecuencias.
La vida pone a cada uno en su sitio y si tiene que volver puedes tener por seguro que volverá. No fuerces situaciones.
Los cristales rotos y su significado espiritual nos dicen que debes evaluar tus acciones, evaluar tu comportamiento con los demás, como eres y como te muestras, recuerda que con la verdad se va a todos sitios.
También debes seguir adelante, si la pérdida ha sido por un comportamiento tuyo debes mejorar y si es por el de otra persona sólo te resta aceptar lo que ha venido.
Si se ven muchos cristales rotos es que hay una desconexión sentimental, son las relaciones rotas y la desilusión que te ha podido provocar la otra persona. En dicho caso será necesario evaluar si te conviene o no tenerla a tu lado y si, en un futuro, puede volver a generarte ese mismo sentimiento.
Cuando el cristal es opaco nos dice que hay secretos que nos serán revelados, puede que en torno a personas cercanas que nos dejará sorprendidos.
Cuidado pues todo ello también puede indicar que se desvelan partes de tu vida que mantenías en silencio y de la que no querías que se supiera nada.
Sea como sea siempre tendrá relación directa con situaciones por las que pasamos, de forma activa o pasiva, son nuestras propias emociones las que se ponen de manifiesto, así como las energías que nos rodean y todo cuanto acontece.
Todo ello, de alguna forma, nos genera preocupación, inquietud, incertidumbre y dudas, así como todo aquello que nos resulta trascendente en el caminar por la vida, pero que desconocemos.
Son los cristales rotos que vemos o tenemos en casa la proyección de nuestra energía. Por lo que tiene un significado espiritual que no resulta muy agradable, ya que nuestras expectativas, nuestras ilusiones, se pueden ver truncadas.