Afectivos de la Policía Nacional y Municipal de Madrid investigan una supuesta agresión por sumisión química sufrida a una menor de 13 años en el barrio de Vallecas . Desde la Policía Local indican que la chica fue atendida en el Hospital Gregorio Marañón.
La víctima narró a los agentes que había quedado con un chico que conoció por la red social Instagram. Los hechos ocurrieron el martes pasado, fue cuando él la esperó en la puerta del instituto donde estudia en Vallecas y desde este punto se fueron a casa de él. Al llegar al inmueble vio a otro chico allí y, según declaración de la víctima, intentaron propasarse besándola a lo que ella se negó. Lo siguiente que, vagamente, recuerda, es que consumió alcohol y que luego se despertó desnuda, muy mareada y con lesiones en sus zonas más íntimas.
El joven, la acompañó hasta la estación de Metro de Valdecarros, y le hizo la petición que no dijera nada de lo ocurrido, poco tiempo después los vigilantes la vieron llorando desconsolada.
Los padres de la joven decidieron denunciar la desaparición ya que la chica no contestaba. Las investigaciones de los policías municipales y los agentes nacionales dieron con que había quedado con un chico joven al salir de las clases y que lo había conocido por redes sociales. Con esos datos se indica que la detención de este es muy cercana.
¿Qué es una violación por sumisión química?
La violación por sumisión química es un delito sexual en el que la víctima es drogada o intoxicada para incapacitarla y luego es agredida sexualmente sin su consentimiento. Las drogas que se pueden usar para la sumisión química incluyen alcohol, Rohypnol (flunitrazepam), GHB (ácido gamma-hidroxibutírico) y ketamina.
Existen dos tipos principales de violación por sumisión química:
Sumisión química premeditada: El agresor planea drogar a la víctima con el fin de agredirla sexualmente.
Vulnerabilidad química oportunista: El agresor aprovecha el estado de intoxicación de la víctima para agredirla sexualmente. Esto puede suceder si la víctima ha consumido voluntariamente alcohol o drogas, o si ha sido drogada sin su conocimiento o consentimiento.
Las consecuencias de la violación por sumisión química pueden ser devastadoras para la víctima. Además del trauma físico y emocional de la agresión sexual, las víctimas también pueden experimentar: Dificultades para recordar lo sucedido, sentimientos de culpa y vergüenza, ansiedad y depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y/o problemas de salud física.
Aquí hay algunos consejos para prevenir la violación por sumisión química: Nunca beba alcohol o tome drogas de un extraño o de alguien que no conoce bien.
No deje su bebida desatendida. Si está en una fiesta o bar, vaya con un amigo o grupo de amigos. Si se siente mareado o desorientado, busque ayuda de inmediato. Si cree que ha sido drogado, busque atención médica de inmediato.
Es importante recordar que la violación por sumisión química nunca es culpa de la víctima. El agresor es el único responsable de sus acciones. Si usted o alguien que conoce ha sido víctima de este delito, sepa que no está solo y que hay ayuda disponible.