Cómo Alejar Vecinos Ruidosos con Sal y Pimienta

Es probable que tengas un vecino que te molesta, de esos que no dejan vivir tranquilo a nadie y ya no sabes qué decir o hacer para estar bien y en paz en tu hogar.

La televisión o la música muy alta, fiestas, peleas, hablar a voz en grito, o cualquier otra actitud hace que la convivencia sea muy complicada y que te ya te encuentres desesperada/o.

Te voy a explicar cómo alejar vecinos ruidosos con sal y pimienta de una manera sencilla y que si le das un margen de tiempo al ritual notarás que es particularmente efectivo.

Necesitas diez semillas de pimienta negra, cinco de blanca, la llamada sal himalayense o del Himalaya –también como sal rosada-, una piedra, algunas gotas (no en exceso, nunca) de aceite de oliva y una vela que debe ser de color azul (no vale otra).

Con todo ello debes hacer lo siguiente:

Coge un mortero y muele todos los granos de pimienta, ayudándote para ello de la piedra, mientras lo haces debes pensar, concentrada/o y viviéndolo, en cómo te sientes con esos vecinos y el deseo que tienes de alejarlos.

Hecho el primer paso debes mezclar todo el polvo resultante con la sal y debes repetir el proceso hasta que todo quede fino, todo en polvo preferiblemente.

Lo siguiente que tienes que hacer es encender la vela junto en el recibidor de la casa, junto a la puerta, y untar la vela con aceite de oliva, también puede usarse de girasol pero, preferiblemente, el primero.

Posteriormente reparte el polvillo resultante por toda tu casa, pero pensando siempre en el deseo de alejar a esos vecinos ruidosos de tu hogar.

La piedra debes lanzarla, tirarla con fuerza, lo más lejos posible, desde la ventana o la puerta y piensa en positivo y que esa persona se aleja de ti, ese vecino se aleja (procure no dar a nadie con la piedra cuando la lance).

Ritual para alejar vecinos de tu casa

Otro poderoso ritual para librarse de los vecinos es el que también usa pimienta molida o en grano, sal, incienso del siempre fragante sándalo y raspaduras de limón.

Debes encender el incienso y que el resto de los ingredientes estén cerca. Toma un bol o recipiente y pon la toma de pimienta molida al lado de la sal.

Añade la raspadura de limón y espera a que el incienso (normalmente en barrita) se consuma totalmente.

Una vez consumido procederás a recoger las cenizas y añadirlas al recipiente y haz girar todo en sentido inverso (contrario) a las agujas del reloj.

Lo siguiente es decir en voz alta: «Por la gracia de Dios que nadie pueda hacerme daño, que nadie haga ningún mal contra mí, que todo ese daño y mal se aleje por su gracia y por su misericordia«.

Acabado todo debes colocar el recipiente en un lugar que sea muy oscuro, donde no de la luz, teniendo que permanecer allí siete días. A la semana sáquelo y espárzalo por toda la casa. El ritual hará su efecto.

Un hechizo más para la casa

Hay otros rituales pata saber cómo alejar a un vecino molesto y que, a buen seguro, le resultará de mucha utilidad. Otro es el que te pasamos a explicar:

Debes tener una vela exclusivamente para ese sachetero que es de color verde, una vela, aceite que sea de sándalo, un sobre (de lo de las cartas) y un trozo de papel inmaculado (o sea: blanco).

Pon el aceite en el sachetero y encienda el mismo con la vela. Después se pone junto al sachetero la otra vela.

En el papel debes dibujar como su vecino sale de su casa, no le importe si no dibuja bien, es lo de menos, se busca el valor simbólico, no la perfección.

Mientras tanto imagínalos en un lugar en el que están cómodos y felices, no se les desea el mal, sólo que estén bien en otro sitio.

Conforme vas realizando el ritual (dibujar y pensar esa situación), tienes que decir: «Vecinos, mis vecinos malos, sigan su camino hasta un lugar donde estén mejor y sean más felices, que no extrañen este sitio, que se alejen de aquí».

Hecho esto rompe el papel y guardarlo en el sobre. Para todo ello tiene media hora, al finalizar apaga la vela normal y deja que la del sachetero se consuma completa y totalmente.

Todo ello hay que repetirlo durante siete días dibujando cada uno de ellos a sus vecinos en diferentes etapas de su vida y siendo muy felices pues nunca de desea nada negativo.

Cuando llegue al séptimo día debe quemar el sobre con la vela normal y que se consuma totalmente esta.

Sal y pimienta para alejar vecinos

Puede usar un poderoso hechizo para que sus vecinos se vayan y no le molesten más, para ello hay que seguir los pasos que se indican y tener la creencia, o fe, que todo va a funcionar.

La sal y pimienta para alejar vecinos molestos e indeseables es ideal y se encuadra dentro de lo que es la magia blanca que es muy efectiva en este tipo de situaciones.

El hechizo se hace con lo que se denomina como pimienta voladora  y necesita un poco de sal marina, pimienta negra molida en la misma proporción que la sal, una cascara de limón y cenizas de incienso o palo de santo.

El momento ideal para hacer es con fase menguante de la luna, un jueves, o viernes, también un sábado puede, en la noche.

Enciende el incienso o sándalo y que se consuma guardando sus cenizas, en un vasito ponga la sal y la pimienta negra, luego la ralladura de limón, de su cáscara y las cenizas.

Remuévelo con un elemento de madera, un palito o cuchara, en el mismo sentido en el que giran las agujas del reloj y que quede tomo muy homogéneo, dispón del tiempo que necesites para efectuar el ritual de una manera correcta.

Mientras lo haces debes recitar, o decir, lo siguiente: «En el nombre de Dios, que los que me quieran dañar no lo consigan, que sus cuchillos no acierten, que los ataques no me lleguen, que toda acción mala contra mí que ellos desean se piedra por tu misericordia. Amén». Todo ello repetido tres veces.

Se guarda durante un tiempo de siete noches (recuerda que se trata de un número mágico) en un sitio oscuro pues se irá cargando de poder, a los siete días se esparce y el conjuro hará su efecto.

Son formas de alejar con sal y pimienta a un vecino ruidoso y molesto para conseguir que tanto ellos como tú o tu familia puedan vivir apaciblemente.