Hay rituales que se pueden hacer durante todo el año, aunque es cierto que esta planta está asociada a la navidad, pero se puede obtener beneficios de ella en cualquier época.
El muérdago es un elemento natural que atrapa todo lo que son los males que se van acumulando a lo largo del año.
En cualquier momento del año se puede tener muérdago y que deje notar su influencia. Así su presencia en muchos hogares u oficinas, entornos de trabajo, es más notable en estos últimos tiempos.
Cuándo se quema
De esta forma, al llegar al mes de diciembre del siguiente año -un ciclo solar- hay que proceder a su quema que debe ser el día de Santa Lucía, el 13 de diciembre.
Es una quema que emula los ritos paganos de hace siglos del norte de Europa y que tiene una especial simbología, pues Santa Lucía coincidía con el solsticio de invierno -según el calendario de imperante-.
La forma en la que se debe quemar el muérdago es especial. Se debe tomar siempre aquel que ha protegido la casa -o donde se haya colocado- durante todo el año y se debe tener ya el fresco que estará protegiendo otro ciclo ese lugar.
Entonces se debe tomar la rama, descolgarla y poner en un recipiente -preparado para soportar temperaturas altas- junto a unas pastillas de carbón que deben estar ya al «rojo vivo», encendidas.
Una vez que se tiene así se coloca el muérdago a uno de sus lados pero no en rama sino que se debe haber cortado en diferentes trozos pequeños y justo sobre el carbón.
En el momento que comienza a quemarse y echar humo comienza todo lo que es la purificación.
Entonces es cuando debes aprovechar para pasear por tu casa o negocio con este recipiente que suelta ese humo que emana energía positiva y limpia de todo lo malo que pudiera haber.
Abre las puertas y las ventanas, que el humo lo impregne todo y que se quede purificado a la par que salen las energías negativas y sólo queda lo positivo.
Es importante que si se hace la primera vez y no se ha quemado nunca, si se va a iniciar esta tradición, si nunca antes se ha colgado muérdago en casa, se queme incienso como una especie de sustitutivo en el ritual.
Así se paseara por todo el lugar como si fuera, realmente, el muérdago quemado. Ya se puede iniciar esa tradición que es tan especial.
Qué hacer con las cenizas del muérdago quemado
Con las cenizas puedes hacer dos cosas, la más obvia es tirar los restos, no pasa nada, pues ya cumplido su misión. Si tienes jardín en casa puede hacer que se disuelva en el jardín tirándola al viento y que esa reminiscencia quede también impregnando esa zona natural.
El muérdago es un elemento de protección, pero también es un excelente agente para positivar un lugar y que, más allá del beso bajo él en las fechas navideñas tiene una importante acción durante todo lo que se considera un ciclo solar -un año-.
Regalado es mejor
Quien regala muérdago regala suerte pero también ha de tenerse en cuenta que el muérdago para esta tradición se debe regalar siempre en el mes de diciembre y antes del día 13 que es cuando se inicia el ritual de para que se atrape lo malo.
De esa forma a la persona a la que se lo regales le pueden explicar para lo que se usa y la acción que tiene durante todo el año, que pueda -si quiere- iniciar ese ciclo y que el 13 de diciembre pueda quemar incienso o, si ya está en conocimiento del ritual por haberlo hecho antes, que proceda a la quema del mismo.
Si se regala pasada esa fecha tampoco pasa nada, aunque lo ideal es hacerlo siempre dentro del mes de diciembre por ser el de la Navidad.
Una vez qua han pasado esas fechas no se debe quitar el muérdago de la casa o negocio, sino que debe permanecer allí todo el año para procurarte la suerte y la protección. Siempre debe ser fresco y, por supuesto, natural.
Elegir la zona de la puerta que es la más propicia para ahuyentar lo malo que pueda llegar y limpiar energéticamente todo aquel que pueda llegar con malas vibraciones.
Preferiblemente debe ser regalado, pues con él se regala algo tan bello como es la suerte y te aseguras también de que se continúa una tradición y/o ritual que favorece a la persona y que suele ser para una fecha tan señalada como la Navidad.
La tradición de colgar el muérdago parece restringida a la Navidad y es de las costumbres más populares. Pero realmente es una planta de las consideradas «druídicas» y que era de carácter sagrado en la antigüedad.
La tradición pagana dice que hay que colgar muérdago fresco en casa, detrás justo de la puerta de entrada para que atrape todo lo malo que puede llegar hasta el umbral.