Uno de los elementos más usados dentro de muchos hogares o negocios es el incienso de sándalo, de aroma especial, penetrante y con unas propiedades que son realmente interesantes de cara a aquellos que quieren trabajar con energías o que precisan de la relajación.
El incienso de sándalo sirve para que la persona tenga más energía positiva, pues suele ser empleado por quien precisa de buenas vibraciones y de esa positividad que es tan importante.
Los expertos en aromaterapia indican que es perfecto para relajar un ambiente y tener unas buenas relaciones sociales en los que haya una serenidad y una calma, una paz espiritual, así como ese equilibrio mental que es tan importante para la persona.
El incienso de sándalo, en sus variedades, nos ayuda a ello, impulsa a la persona y le otorga beneficios que son muy llamativos.
Aunque antes de usarlo hay que conocerlo mejor, para que sirve y que nos puede implicar en la vida -siempre dentro de un punto de unión a los valores positivos que tiene-.
No es sólo perfumar una determinada estancia, es que ese aroma nos ayude a alcanzar cotas o estados mayores en nuestra consciencia.
Propiedades del sándalo
Su origen lo encontramos en Oriente, en Asia, donde es muy popular aunque también se puede encontrar en muchos puntos de América.
Del árbol del sándalo se obtiene diferentes productos que son muy valorados. Por un lado nos encontramos que de las virutas se suele sacar un aceite esencial que se caracteriza por su gran poder aromático y que tiene matices realmente destacados como el floral y el dulce.
Es un motivo por el que se valora mucho en determinados ambientes, pues resulta agradable y no es muy penetrante.
Igualmente este tipo de árbol da el incienso que es la referencia dentro de temas de relajación y que conduce a la paz espiritual y mental, a un estado de bienestar muy importante.
En función de donde quemas el incienso de sándalo servirá para lo que se desea.
Así nos encontramos que si se decide quemar una barra dentro del hogar lo que transmite es paz y conecta con cada uno de los rincones de la misma, se hace más de la persona que vive en ella.
En Japón, un país muy de tradiciones espirituales, se quema en el interior de una habitación con el objetivo de relajar la mente de la persona, se esa forma, silenciosa, sólo se percibe por el sentido del olfato y hace que se tenga muchas disposiciones positivas pero que, interiormente, se esté bien.
Es el poder de la aromaterapia, pero también del sándalo pues estimula a la persona, su aspecto más social, aquello que hace que esté más en equilibrio, así como de suavizar el carácter cuando la persona está más tensa o crispada.
También se puede quemar sándalo en una oficina o espacio de trabajo, pues potencia el lado más intuitivo de la persona, le hace más flexible, trabaja con mayor comodidad y hace que ese lado social aparezca, por ejemplo, en las negociaciones culminándolas con éxito.
El sándalo tiene propiedades muy destacadas y que nos ayudan en el día a día, esas propiedades suelen estar unidas a la capacidad mental que se tiene, al bienestar, así como a las emociones.
Sirve el sándalo para eliminar el estrés que se va acumulando durante el día, previniendo los bajones de ánimo.
Igualmente alivia el cansancio o todo aquello que provoca que la cabeza esté siempre pensando y, normalmente, en temas que no son tan positivos.
Hay diferentes tipos de sándalo, unos más intensos y otros menos, pero siempre ayudan a levantar el estado anímico, así como impulsar el sentido del humor y la autoestima, pues hace que la persona se sienta bien.
Cómo utilizarlo y quemarlo
El uso correcto en su presentación en incienso es ponerlo en un sitio alto, elevado, una repisa o un mueble, dejar que haya una corriente o que pueda circular por todo el espacio o la oficina/casa.
Se puede tener en barrita, espiral o cono, es igual de efectivo, sólo cambia la presentación del mismo pero no el preparado ni su esencia.
Se enciente siempre -y sólo- un extremo del mismo y se aviva esa parte que se quema soplando para que tome la consistencia adecuada y el humo se active, una vez realizado esto el aroma comenzará a inundar toda la estancia.
En barrita se suele extender con más lentitud por el espacio donde se ubica pero también será un aroma más permanente y se haya «colado» sin casi notarlo.
En cono suele tener una difusión más rápida y es más recomendable para espacios amplios, que se necesite que se alcancen los extremos a mayor velocidad. Su tiempo de permanencia es menor pero siempre se puede quemar otro cono, a continuación, o alternarlo con una barrita o con una espiral.
En espiral tiene mayor permanencia en cuanto a su duración, caso dos horas, y suele permanecer ese aroma todo el día por lo que prolonga su acción con más profusión.
También puede pasear por una estancia con el incienso y eso hará que se impregne todo con más profusión y con las características que todo ello tiene con lo positivo que le puede aportar.
En definitiva, el incienso de sándalo sirve para que el ambiente del lugar donde se queme se purifique y las energías fluyan de una manera más favorable para quienes perciben su olor.