Uno de los elementos más poderosos en cuanto a la protección se trata es, sin duda, la Cruz de Caravaca, un elemento que siempre ha tenido atribuidos muchos poderes y que hace que sea especialmente apreciado y valorado en España y en muchos puntos del mundo.
En un sentido religioso se trata de una cruz poderosa y con mucha milagrería tras ella, pero también nos encontramos con personas que la tienen en el paladar.
Estas personas suelen estar dotadas de una capacidad especial, de ser muy perceptivas, de ser especialmente intuitivas, casi con un poder para anteponerse a los acontecimientos que van a suceder o poder ver el futuro de otras personas.
Igualmente pueden tener poderes mesiánicos, donde poder estar en comunicación con seres fallecidos, o tener el don -como se ha indicado- de la premonición.
Es una marca que se puede presentar en otras partes del cuerpo, en el paladar siempre será que son personas muy sensibles. Cada zona del cuerpo que tiene esta marca indica una peculiaridad de la persona aunque la más destacada siempre, por oculta, y por la importancia en el paladar.
En determinadas culturas se habla de reencarnación, de haber sido alguien del pasado e incluso de poder recordar, en determinadas circunstancias, esa vida pasada.
Propiedades de la Cruz de Caravaca
Se trata de un Cruz del siglo XIII que tiene su origen en la localidad murciana de Caravaca de la Cruz, se le atribuyen muchos poderes mágicos y desapareció, posiblemente robada, en la Guerra Civil española.
Llevarla en una cadena, colgante o pulsera ya indica que la persona está protegida pero puede tener un significado más profundo cuando la persona que la lleva la tiene en el paladar como una «marca» de nacimiento.
Este hecho puede ser sorprendente pero hay personas que así la tienen. Dice que es la auténtica Cruz -Vera Cruz- y que se hizo a partir de un trozo de la cruz en la que fue crucificado Jesús de Nazaret.
Tiene la típica forma de las cruces ortodoxas –aunque no lo es pues su relación es más simbólica-, con dos brazos y apareció en la referida localidad en el año 1229 según documentación histórica.
A ella se le atribuye el poder de sanar a las personas, la curación de enfermedades, también atraer a la buena suerte o la protección para quién la lleva, si está colocada en una casa es la protección del hogar.
Algo que llama la atención es que aparecen dos ángeles sosteniendo la misma, se trata de San Gabriel Arcángel y de San Miguel Arcángel, recordando que Jesucristo fue crucificado y que dio su vida para salvar a los demás, por amor a los demás antes que a su propia vida.
Es un elemento muy usado en sesiones de posesión y de exorcismos que practica la Iglesia por el poder protector que tiene.
Significado de la Cruz de Caravaca
Representa la unión de lo material con lo espiritual, el brazo más largo es la Tierra y el más corto y elevado el Cielo.
Si la persona tiene la marca de la Cruz de Caravaca en el paladar puede que no haya desarrollado ninguna cualidad excepcional o que la tuviera como marca de nacimiento y haya ido desapareciendo poco a poco con el paso del tiempo.
Realmente también nos dice que esa persona tiene una protección natural y que ahuyenta todo lo malo que le pueda llegar.
Aunque lo cierto es que suele señalar a las personas que tiene el don de hablar con el más allá, con seres difuntos o sentir de su presencia, mucho más en el tránsito entre esta vida y la siguiente.
Se localiza siempre en la zona más cercana a la dentadura, cerca de los dientes delanteros -paletas-. Tras ellos podemos ver el extremo superior y como se abre, en su zona más ancha, hacia afuera quedando la zona central casi al centro del paladar y que marca la «grabación» de la Cruz de Caravaca en la persona. en las líneas de lo que es el cielo de la boda y que es todo un símbolo.
En la tradición esotérica se dice que esa persona tiene un don natural para la clarividencia que entronca mucho con el sentido espiritual que tiene y con la tradición cultural.
Cuando se tiene esa marca se debe hacer un análisis introspectivo de su persona, de la sensibilidad que tiene, si nota o no presencias, si ha vivido fenómenos paranormales o si ha tenido premoniciones de sucesos que han pasado o que van a pasar y se ha cumplido más allá de la mera casualidad.
Si es así y tiene esta marca es un síntoma inequívoco de lo acertado que es el razonamiento de llamar «elegidas» o «elegidos» a las personas que tienen la Cruz de Caravaca grabada en el paladar.
También, como último significado, es la cercanía de la persona a Dios, de la atracción de energías positivas y de la limpieza del alma de quién la posee, tener una protección natural, innata contra todo lo malo. Es una buena señal que marca la vida de la persona.