Seguramente, en alguna ocasión, se te ha perdido algo y, por mucho que has buscado no has sido capaz de encontrarlo. Supone todo un reto pero, a la par, un problema, si es tu cartera, las llaves de la casa, del coche o algún objeto importante, pero no te preocupes porque para eso existe un sencillo ritual.
Ese objeto de gran valor debe aparecer tras hacer este ritual para encontrar cosas pérdidas que puede hacer que te evites poner la casa patas arriba en búsqueda del mismo.
Para hacer este ritual necesitas de unos elementos sencillos de encontrar como es un vaso o algo que tenga la misma función y que permita ver a través de él, debe ser de cristal.
Debes poner el vaso boca abajo y que nadie lo toque pues sólo puedes ser tú quien lo hagas. Una vez puesto en esa posición debes rezar lo siguiente:
«Con este vaso no he atrapado nada y nada es lo que tengo en mis manos, pero cuando ese objeto que he perdido vuelva, la encuentre, liberaré la nada de este vaso«.
Pondrás el vaso en esa posición hasta que logres encontrar ese objeto, seguro que aparece muy pronto, en un breve plazo de tiempo te vendrá a la cabeza donde debe estar.
También hay oraciones que nos pueden ayudar a encontrar esos objetos que se pierden y que pueden ser muy efectivos en esta tarea, se debe rezar a San Antonio de esta forma:
«¡Oh! Glorioso San Antonio, aquel que veneró al Señor, aquel que hizo milagros e hizo méritos para ser santo. Por favor, ayúdame a encontrar este objeto que perdí [di el nombre de lo que has perdido]«.
Dame tu ayuda e ilumíname para saber dónde está. Que encuentre ese objeto y cese este pesar en mi, condúceme a esta posesión y prometo siempre prestarte especial devoción. Atiende a esta petición e intercede por mí ante Dios. Amén».
San Antonio es considerado como una buena ayuda para encontrar objetos perdidos, se le debe rezar con fe y fervor pensando -como es evidente- que esa pérdida se restablecerá.
Otra oración poderosa es la que se reza a Dios:
«¡Oh! Amado Dios, Poderoso Padre, ayúdame a encontrar aquello que he perdido, ayuda a esta/e pobre pecador/a a encontrar ese objeto [diga lo que se le ha perdido]. Yo te daré las gracias por este gran favor y siempre fomentar tu devoción.
Te imploro que me concedas esa gracia y que acabe esta gran tribulación que siento. Concédeme esa ayuda y yo siempre estaré en la devoción por ti. Amén».
Con esto debes quedarte en estado de relajación y pensar en ese objeto, la imagen de donde está vendrá pronto a tu cabeza.
Igualmente puedes rezar tres Padrenuestros mientras, en el «intermedio» de cada uno, digas el nombre del objeto perdido.
Hecho esto debes decir lo siguiente:
«Padre Celestial, te doy las gracias y te pido que escuches esta súplica, que me colmes con tu misericordia, que atiendas esta súplica y pueda encontrar [diga el nombre del objeto que se perdió]. Maravíllame con tu poder. Te ruego, pro caridad, que me ayudes a encontrarlo y yo te alabaré siempre. Amén«.
Hechizo para encontrar objetos perdidos
Otros rituales que puedes encontrar son aquellos que tienen la misma función, así el de la vela amarilla precisará de una vela de este color. Debes encenderla con un cerillo de madera y mientras haces esto te concentras en ese objeto perdido.
Piensa en el lugar donde lo pudiste dejar y cuando se haya consumido la vela habrá tenido -en ese periodo de tiempo- la inspiración de saber donde se encuentra.
Otro ritual para encontrar cosas perdidas es aquel que precisas de una Biblia y de una vela de color blanco. Con estos dos objetos debes hacerlo siguiente:
Toma la vela y enciéndela con un cerillo de madera, luego abre la Biblia por el versículo 8 en el Salmo 25 y lo lees en honor de Menadel -un ángel protector y guardián, colmado de serenidad y paciencia que es lo que concede-.
Debes pedirle que ilumine tu camino en la tarea de buscar el objeto que se te perdió. Léelo muchas veces pues es muy efectivo y en ese rezo continuo es cuando se ilumina el camino de saber donde se encuentra.
Cuando aparezca el objeto enciende otra vela blanca y se lo agradeces.
Una variante del ritual a San Cucufato es la del pañuelo y el mono, puede parecer broma pero se hace y es efectivo. Se toma el pañuelo y se retuerce, luego se le hacen tres nudos y se dice:
«Amarro con este pañuelo la cola del mono y mientras no encuentre [diga el nombre de lo que busca] no la desato».
Se debe mantener atado el pañuelo con los tres nudos -atado así mismo- y cuando aparezca se debe desatar.