El misterio del ‘Triángulo del Dragón’, el otro ‘Triángulo de las Bermudas’

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Le llaman Ma no Umi o Mar del Diablo, pero todos los marineros y navegantes lo conocen como el «Triángulo del Dragón» o el «Triángulo del Diablo». Está ubicado en el océano Pacífico junto a la isla Miyake a 100 kilómetros en posición Sur con respecto a Tokio, otro de sus vértices es la isla de Guam y las islas Bonin; y su justa fama aterra a todo el que lo nombra.

El Triángulo del Dragón sigue una línea Norte-Sur hasta un punto del Pacífico que se encuentra a unos 145 grados de latitud este. Ambos se encuentran en los 35 grados de latitud oeste y este respectivamente. Con respecto al “Triángulo de las Bermudas” habría que decir que ambas zonas se ubican en el extremo oriental de las masas continentales, justo en la caída hacia aguas muy profundas con fuertes corrientes.

Junto con el Triángulo de las Bermudas en el océano Atlántico, el Triángulo de las Bermudas es una de las zonas más temida por todos los marinos, sin embargo los japoneses no tienen especial temor a estas aguas aunque un gran número de navíos han desaparecido sin dejar rastro en aquellas mismas aguas.

La cantidad de fenómenos reportados es importante, fenómenos inexplicables como el sucedido en 1967 cuando los tripulantes de tres barcos mercantes narraron haber visto “ruedas marinas fosforescentes que irradiaban luz desde un foco giratorio”. Las leyendas hablan también que bajo el Mar del Diablo existe un reino donde se detuvo el tiempo. Quizás las recientes pirámides sumergidas investigadas -Yonaguni- en aquellas aguas den algo de verdad a aquella leyenda.

Sea como fuere el peso de toda esta historia de desapariciones misteriosas en el mar algo si es cierto: los marinos japoneses tratan de evitar el marcar la zona en sus cartas náuticas como el “Mar del Diablo”.

Es, nuevamente, de la mano del polémico Charles Berlitz –que escribió el best-sellers “El Triángulo de las Bermudas”- el que vuelve a narrar los extraños acontecimientos que se producen en aquellas aguas a través de su libro “El Triángulo del Dragón”.

Triangulo de las Marianas

En esta zona del Pacífico encontramos las profundidades de la fosa de Ogasawara y las fosas de Ryukyu, o las Marianas y de Filipinas. Así en el año1960 el batiscafo “Trieste” midió la profundidad colocándola en 12000 metros (fosa de las Marianas). A tales profundidades se encuentran criaturas desconocidas como calamares gigantes (los temidos Kraken), cachalotes y otros supervivientes de la presión a ese nivel marino.

También en esta zona se hizo muy popular sus alteraciones magnéticas, en tanto los polos magnéticos del norte y los del sur no coinciden con los polos geográficos norte y sur. Esto afecta a las brújulas y provoca en barcos y aviones la desorientación.

Charles Berlitz vuelve a hacer una larga lista -y en algunos casos dudosa- de buques y embarcaciones o aviones desaparecidas en la zona, quizás la más famosa de ellas es la del “Kaio Maru 5” que envió el gobierno japonés para investigar la pérdida de barcos y personas en la zona en 1955, pues aquel barco junto con toda su tripulación desaparecieron en el “Mar del Diablo” y el gobierno japonés la etiquetó como zona «oficialmente» peligrosa.

En aquellas aguas, junto con las de Bermudas, se ha hablado de diversas hipótesis para explicar el fenómeno, hipótesis tales como piratas, raptos, agujeros negros, puertas dimensionales, abducciones, tornados, maremotos, olas gigantes, experimentos militares, bolsas de gas, incluso fraudes a compañías de seguros. Pero aún siguen existiendo muchas dudas sobre determinadas desapariciones que siguen inquietando a los marinos que cruzan sus aguas.

Dos casos que se relacionan con el misterioso “Mar del Diablo” son:

La desaparición de Federick Valentich: Corría el año 1978, era el 21 de Octubre, cuando Federick Valentich, de 20 años de edad, emprendió un vuelo desde Melbourne a la Isla King, en un avión Cessna 128. Valentich informó sobre las 19:00 h., sobre el estrecho de Bass, que sobre él podía ver cuatro luces extrañas, queriendo verificar si eran las luces de aterrizaje de un avión militar. La respuesta es que en la zona no había otros vuelos programados.

A las 19:08 informó: “Se está acercando desde el este hacia mí. Parece estar jugando algún tipo de juego… volando a una velocidad que no puedo estimar”. Un minuto más tarde: “No es una aeronave. Es. En ese momento, el contacto radial se interrumpió por unos minutos. A las 19:11, La voz de Valentich decía: “Está volando rápido ante mí. Es una forma alargada. No puedo identificar más de eso. Ahora mismo viene hacia mí. Parece estar estacionario. Estoy orbitando y la cosa está orbitando también sobre mí. Tiene una luz verde y un tipo de luz metálica en el exterior”.

La comunicación se cortó, informó que el avión tenía problemas eléctricos, finalmente dijo: “¡No es una aeronave!” Y el avión Frederick Valentich desapareció de las pantallas de los controladores. Pese ala intensa búsqueda jamás se encontraron los restos ni del Cessna ni del piloto.

La desaparición de la aviadora Amelia Earhart: Amelia Mary Earhart nació en Atchinson, Kansas, el 24 de Julio de 1897), su pasión por volar hizo de ella aviadora famosa por sus marcas de vuelo y por intentar el primer viaje aéreo alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial.

Si embargo, desapareció sin dejar rastro tratando de lograr aquella hazaña sobre las aguas del Pacífico…En el “Mar del Diablo”. Para unos su avión fue abatido por los japoneses el 2 de Julio de 1937 al considerar que iba en misión de espionaje con el beneplácito del presidente Roosevelt.

Otros piensan que fue capturada por los japoneses y se convirtió en la popular “Rosa de Tokio” forzada por los japoneses y que trataba mediante la radio de desmoralizar a las tropas americanas durante la Segunda Guerra Mundial.

La hipótesis más aceptada es que su avión perdió el rumbo y se vio obligada a amerizar en las aguas del Pacífico sin transmitir su posición, ella y Fred Noonan –su copiloto- habrían perecido en el accidente o en la propia isla al no ser rescatados y debido a las heridas sufridas.

Sea como fuere es una zona que no deja de sorprender al viajero y al que busca el Misterios, por que, tal vez, la esencia misma del Misterio se encuentre bajo las aguas del mítico “Triángulo del Dragón”.