Sucedió a 500 kilómetros de Moscú, un 27 de Septiembre de 1989, en Voronezh. Allí, en un parque púbico del distrito de Leverezhni, cerca de la Escuela Secundaria 33, y mientras había presencia de personas en el mismo.
Un encuentro «oficialmente imposible»
En el parque había un grupo jóvenes y adultos y también otras personas que esperaban el autobús. De repente se vio un extraño objeto que comenzó a descender en aquel lugar. Se la nave salieron unos extraños seres, de gran altura –cifrada en dos metros y medio-, destacaba uno de aquellos seres con una característica: tenía tres ojos.
En las declaraciones de aquel histórico encuentro se recoge: “Los testigos vieron junto a la nave una gran figura, de gran estatura, que tenía tres ojos. El ojo central giraba como un radar. Su cabeza era pequeña, se mantenía fija, sin girar. El lugar de nariz tenía dos orificios. La nave sobrevoló este lugar. También salieron dos personas más y un robot, dicen que era un robot por sus movimientos mecánicos, les faltaba naturalidad a sus movimientos”.
Aquellos seres eran grandes con cabeza pequeña, no había una proporción; igualmente nave, se decía que llevaba una piedra consigo que quedó allí después de marcharse.
En aquella nave destacaba un símbolo que, en España, era conocido: el símbolo «ummita» )+( que los testigos afirmaron ver en el fuselaje del mismo.
La prensa rápidamente se hizo eco de la noticia: «Científicos soviéticos han confirmado el aterrizaje de una nave espacial no identificada en un parque de la ciudad de Voronezh, informa la agencia Tass. El aparato iba, al parecer, tripulado por tres seres gigantescos, pero con pequeñas cabezas. En el lugar en donde se instaló la nave se han hallado dos piedras cuya composición se desconoce en la Tierra. […] Genrikh Silanov, director del laboratorio de geofísica de Voronezh, manifestó a la agencia Tass que los investigadores del caso han afirmado que la nave no identificada había originado una depresión en el suelo de veinte metros de diámetro y cuatro cm. de profundidad».
Otro dato curioso es que se registró unos valores altos de radioactividad y alteraciones en el campo magnético en la zona del aterrizaje del OVNI. Igualmente se encontraron restos de un «metal» que no reaccionaba a nada.
El terreno especulativo también nos habla que los niños que estaban mas cerca del OVNI desaparecieron unos segundos cuando uno de sus tripulantes los apuntó con un objeto desconocido.
En España tuvo mucho impacto mediático, máxime cuando ese día en Conil se producía el famoso incidente de los humanoides.
El caso en la prensa
La prensa española recogía así el incidente OVNI en Voronezh:
Diario ABC -edición del 10 de octubre-:»Científicos soviéticos confirman el aterrizaje en la URSS de un «ovni» tripulado por gigantes. Moscú. Ap. Científicos soviéticos han confirmado el aterrizaje de una nave espacial no identificada en un parque de la ciudad de Voronezh, informa la agencia Tass. El aparato iba, al parecer, tripulado por tres seres gigantescos, pero con pequeñas cabezas. En el lugar en donde se instaló la nave se han hallado dos piedras cuya composición se desconoce en la Tierra. […] Genrikh Silanov, director del laboratorio de geofísica de Voronezh, manifestó a la agencia Tass que los investigadores del caso han afirmado que la nave no identificada había originado una depresión en el suelo de veinte metros de diámetro y cuatro [cm] de profundidad. En el lugar donde se posó el objeto, dos científicos, acompañados de un miembro de la Policía local, detectaron elevada radiactividad y escorias de un metal desconocido que no reacciona con ácido alguno. Testigos presenciales aseguran que los alienígenas dejaron dos piedras, que hasta el momento no han podido ser identificadas. Los científicos han señalado que están formadas de sustancias que no pueden ser encontradas en la Tierra. Tass recoge en un comunicado que la información facilitada por los testigos de este caso coincide básicamente con las conclusiones obtenidas por los científicos. A finales del pasado mes de agosto, otro hecho de este tipo se registraba en la URSS; en esta ocasión, en los Urales. Seres descabezados y objetos luminosos extraños se aparecieron a varios habitantes de la ciudad de Perm».
En su edición de Sevilla este mismo diario recogía: «URSS: Tres extraterrestres, llegados en un ovni, pasearon por el parque de la ciudad de Voronezh. El laboratorio de Geofísica ha confirmado su presencia. Moscú. Efe. Científicos del Laboratorio de Geofísica de Voronezh, a 500 kilómetros al sureste de Moscú, han confirmado el reciente aterrizaje de un objeto volador no identificado y han hallado «pisadas de alienígenas que dieron un pequeño paseo por el parque» de esa ciudad, informó ayer la agencia Tass. «Una gran bola o disco brillante fue visto sobrevolando el parque. Luego aterrizó, se abrió una escotilla y salieron una, dos o tres criaturas con formas humanas, así como un pequeño robot», dice Tass, citando a «testigos presenciales». «Hemos identificado el lugar del aterrizaje mediante sistemas de biolocación», declaró a Tass Genrij Silanov, jefe del Laboratorio de Geofísica de Voronezh. «Detectamos un círculo de 20 metros de diámetro, en el que se ven cuatro hendiduras de 4/5 centímetros de profundidad y de 14/16 centímetros de diámetro cada una, situadas en los cuatro puntos de un rombo. Encontramos una misteriosa piedra de color rojo oscuro», dijo Silanov. El análisis mineralógico de la roca mostró que en la Tierra no existe una análoga, aunque es preciso más tiempo para una conclusión definitiva, señaló el científico. Los testigos, dice Tass, dijeron que los ocupantes del ovni dieron un paseo alrededor de la extraña nave para luego desaparecer dentro de ella nuevamente. Silanov dijo que el método de biolocación fue empleado igualmente para detectar las huellas de las extrañas criaturas que bajaron del ovni. El investigador dijo que el camino que científicamente detectaron como el recorrido por los alienígenas coincide con la descripción hecha por los testigos, así como otras circunstancias del aterrizaje. Según los testigos, el ovni hizo aquel día varias apariciones, como mínimo tres, después de anochecer».
El mismo diario en su edición del 11 de octubre recogía en sus páginas: «Los extraterrestres hicieron desaparecer momentáneamente a uno de los testigos. El Gobierno soviético asegura que el asunto no es de su competencia. Representantes del Ministerio de Defensa soviético aseguran que no es de su competencia el posible aterrizaje de extraterrestres en la URSS, como si la llegada de éstos no alarmara en absoluto al Ejército Rojo. El Ministerio del Interior también ha querido lavarse las manos y sólo los representantes de la Policía de Voronezh prestan atención al caso de la llegada del «ovni» y de los gigantescos extraterrestres de tres ojos luminosos. Las inquietantes sospechas sobre la posible agresividad en las intenciones albergadas por los supuestos alienígenas han comenzado a aflorar. Los niños Vasia, Zhena y Julia, que fueron los primeros testigos de la llegada de los extraños visitantes, aseguran que uno de éstos esgrimió «un fusil» de medio metro de longitud que apuntó hacia un muchacho que estaba no lejos de allí y que desapareció en el acto. Poco después el alienígena y la nave ascendieron al cielo y el muchacho desaparecido volvió a aparecer indemne y sin señal alguna de haber recibido daños. pero los niños que presenciaron aquella escena aún se hallan aterrorizados por lo que vieron. Los mismos testigos dan cuenta de otros fenómenos no menos inquietantes que acompañaron la llegada de los extraterrestres, como el haz de luz triangular que se expandió desde el pecho del robot que aterrizó con ellos o la luz que irradiaban los tres ojos de cada uno de aquellos gigantescos alienígenas, que no se sintieron coartados o compadecidos en lo más mínimo por los gritos de espanto de las criaturas. Los extraños seres de tres ojos y casi tres metros de estatura, durante su encuentro con los pequeños Vasia, Zhena y Julia se dedicaron a hacer desaparecer y aparecer a uno de los muchachos, mientras los demás permanecían literalmente clavados en el suelo, paralizados de terror, según contaron posteriormente».
La Vanguardia publicaba el día 10 de octubre: «Tass anuncia el aterrizaje de un ovni. Científicos del Laboratorio de Geofísica de Voronezh, a 500 kilómetros al sureste de Moscú, han confirmado el reciente aterrizaje de un objeto volante no identificado, y han hallado «pisadas de alienígenas que dieron un pequeño paseo por el parque» de esa ciudad, según informó ayer la agencia Tass. «Una gran bola o disco brillante fue visto sobrevolando el parque. Luego aterrizó, se abrió una escotilla y salieron una, dos o tres criaturas con formas humanas, así como un pequeño robot», dice Tass, citando a «testigos presenciales», según los cuales los extraterrestres medían «tres o cuatro metros de alto, pero tenían unas cabezas muy pequeñas».
El 11 de octubre: «Sucesos. Revuelo por la noticia de un ovni en la URSS. Moscú. (Reuter.) – El anuncio de la agencia Tass sobre el aterrizaje de un ovni ha levantado un gran revuelo. Ayer, las emisoras de radio y la televisión de toda España informaron del caso. En la Unión Soviética, el diario «Sovietskaya Kultura» amplió las primeras informaciones a base de recoger testimonios de los testigos, todos ellos habitantes de Voronezh, en cuyo parque atterrizó la nave. Según éstos, los extraterrestres medían tres metros, eran brillantes y tenían algo precido a tres ojos. Según un muchacho de 16 años, que vio el ovni, uno de los seres llevaba algo parecido a una pistola, un cilindro con el que le apuntó o enfocó, antes de que el chico se desvaneciera. Varios habitantes del lugar afirman que entre el 23 y el 29 de septiembre pasado vieron varios ovnis. Los científicos de Voronezh han reconocido oficialmente la existencia de este objeto no identificado, después de estudiar el terreno en el que había aterrizado y de medir las señales que había dejado en la tierra. La descripción facilitada por la Unión Soviética coincide con la de otras muchas fuentes de distintos lugares que hablan de seres de más de tres metros y lumninosos».
Un niño de 12 años, Volodia Startshev, observó a las extrañas criaturas a poca distancia: «Cuando ellos salieron de la nave, yo me quedé inmóvil, como paralizado. Estábamos todos muy asustados. Dos de los seres salieron de la nave y observaron el lugar. Después de cinco minutos, se fueron. Cuando desaparecieron, me mareé. La cabeza me dolía, y me daba vueltas».
El caso Voronezh pasó a la historia de la ufología mundial como uno de los más relevantes, otro tema discutido es tratar de explicar el mismo pero por su grado de extrañeza merece reflejarlo como parte de la Historia de estos fenómenos ufológicos. Dos días después, el 29 de Septiembre, en Conil (Cádiz) se produciría otro caso histórico…, pero eso es ya otra apasionante historia.