Se trata de un cuerpo incorrupto -según la visión de la Iglesia- pero no con siglos de antigüedad sino de época contemporánea, de apenas unos años. Se trata del cuerpo del difunto Carlo Acutis, al que muchos han querido llamar como el primer santo ‘millennial’ y hasta el nuevo ‘patrono de Internet’.
Acutis era un chico de 15 años que falleció en el año 2006 y ha sido beatificado por el Vaticano al producirse un presunto milagro en presencia de un trozo de su pijama considerado ya como una reliquia.
Llama la atención que el cuerpo de Carlo Acutis se haya mantenido incorrupto y en un excelente estado de conservación, aunque bien es cierto que se le practicaron técnicas de conservación y hoy luces una máscara de silicona en rostro y manos. Una leucemia acabó con su vida que dedicó, en gran medida, a emplear la informática para propagar los valores cristianos. Creó una página web donde divulgaba historias de fe y conversión, así como ‘milagros eucarísticos’. No fue sólo lo que hizo por la Iglesia pues también ayudó a 10.000 parroquias a su conexión digital.
Además de todo ello tenía una gran creatividad y creaba frases que se convertían en todo un fenómeno viral en redes sociales tales como Twitter o Facebook, las más populares. Así las frases de Acutis como: «Todos los hombres nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias, ¡no dejes que eso te pase a ti!» se han propagado con mucha rapidez por estos medios y son toda una referencia en la actualidad.
Última voluntad
Sabedor de su próxima muerte el chico grabó un escalofriante vídeo en el que pedía que lo enterraran en Asís, su familia y la Iglesia lo permitieron y al morir tuvo un funeral multitudinario entre iglesia y cementerio donde acudieron personas de muchas partes del mundo a los que Carlo había ayudado. Fue una demostración impresionante de gratitud, algo para recordar.
Su tumba es una de las más populares que hay en la red pues dispone de un sistema de streaming 24 horas donde se puede contemplar el cuerpo del joven.
El misterio de su conservación ya es menos enigmático pues el obispo de Asís, monseñor Sorrentino, admitió que recibió un tratamiento con nuevas técnicas de conservación para exponerlo «con dignidad» a los fieles aunque es cierto que se mantenía en buen estado sin recibirlo, quizás fue una opción para evitar una rápida descomposición en el futuro.
«La reconstrucción de la cara con una máscara de silicona fue particularmente exitosa» explicó y hoy Carlo Acutis luce ropa y zapatillas deportivas mientras, entre sus manos, sostiene un rosario entre sus manos.
Se da la circunstancia que el corazón del chico se ha convertido en una reliquia una vez extraído del cuerpo y que su madre portó en el momento de la beatificación.
La Iglesia considera a Carlos Acutis como un «evangelizador» mediante la red y el milagro atribuido a él -quizás sólo una excusa ante la necesidad de un referente como pudiera ser la figura de Carlo- se produjo en 2013 en Brasil en un niño de seis años curado inexplicablemente luego de padecer una grave anomalía de páncreas desde su nacimiento.
La única forma de quitar ese problema era una delicada intervención que no se llegó a efectuar pues se recuperó luego de una oración especial celebrada por un sacerdote en presencia de un trozo del pijama del chico (¿Cómo llegó a Brasil?).
Los prodigios de Acutis no terminan ahí pues su madre asegura que sufría de visiones del futuro, de revelaciones. Como acierto la predicción que le hizo que tendría mellizos o la profetización de su propia muerte. Son los valores del «desconocido» Carlo Acutis, de su milagro reconocido por la Iglesia o de otras singularidades que ha hecho de su figura algo muy especial.