El milagro de la Virgen de la Caridad de Sanlúcar de Barrameda

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Reconozco que es uno de los lugares en los que me gusta perderme. Me fascina la vida que tiene, pasear por Bajo Guía, llegar andado, a pie de playa, hasta La Jara, disfrutar de su ambiente y su gastronomía, de su playa y de su arena dorada y, como no, de sus misterios.

Me Virgen de la Caridad es una de esas imágenes a las que el pueblo le tiene devoción y a la que se atribuyen muchos milagros. Llegó a Sanlúcar de Barrameda en el siglo XVII, en el año 1608, gracias a Pedro Rivera y Sarmiento. Fue llevada a la calle Bolsa en la confluencia con la Plaza del Cabildo, allí mismo un devoto sufrió una herida y sanó gracias a la intervención de la Virgen.

En el Archivo Ducal de Medina Sidonia podemos encontrar este legajo: «Pedro de Rivera, en reconocimiento y hazimiento de gracias de esta merced, había puesto la dicha Imagen en un Tabernáculo de madera, pintado de oro y azul, en la pared de las casas que son de Alberto Lumel, en la esquina de la Aduana vieja, con una lámpara delante de hechura de faro, y que el susodicho había propuesto de dejar el dinero que fuere menester a Juana Luisa, que vive en las dichas casas, para que tuviese cuidado de encender todas las noches la dicha lámpara, la cual, sin faltar ninguna noche, lo había hecho desde una ventana de reja que tenía en su casa, ayudándole de parte de abajo un hijo suyo con una escalera, y de esta suerte había estado sin faltar  noche ninguna de encenderse«.

Pero no sería el 6 de junio de 1608 hasta que no se produciría el milagro que, sin dudas, despertó la admiración y múltiples devociones tanto en Sanlúcar de Barrameda como en todas las localidades cercanas. Y es que la lámpara que se colocó se encendió sola y el aceite rebozó, así se repitió en varias ocasiones y el aceite rebozado fue recogido y aplicado sobre enfermos a modo de unción. Gracias a ello sanaron muchas personas, como el caso de Juana Sánchez que dejó de usar sus muletas; o Catalina Marmolejo, que se quebró una mano al caerse del caballo y sanó gracias al aceite milagroso.

Así la imagen, dado su carácter milagroso, fue trasladada a un nuevo lugar donde se edificó el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.

La fiesta de la Virgen de la Caridad

La imagen de la Virgen despierta un gran fervor, una gran devoción en la localidad gaditana y en otras vecinas teniendo una gran tradición. Dentro de lo tradicional existe aquella en la que todos los sábados del año se celebra una misa sabatina siendo especialmente destacada la novena que se le realiza y que suele ser multitudinaria.

En la misma se le suele ofrendar flores y aceite. Ya en el 14 de agosto se celebra otro multitudinario rosario de la aurora que da inicio al solemne besamanos de la Patrona abriendo todo lo que es el Día de la Virgen: el 15 de agosto, donde se celebran muchas fiestas patronales en toda España.

Especialmente destacado es como la ciudad se engalana con adornos y sus extraordinarias alfombras de sal en la calle principal del Sanlúcar de Barrameda. Hay una Solemne Eucaristía en la matinal que abre la procesión vespertina donde todos los interesados acuden a ver, o acompañar, a la Patrona bajo su inigualable templete barroco de plata y columnas salomónicas de ébano.

Es una de las grandes fiestas que nadie debe perderse y que motiva toda una tradición así como se recuerda el milagro narrado y que hacen aún más especial a esta singular imagen.