El misterio de la construcción imposible de los trilitones de Baalbek

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Libano, a orillas del Mediterráneo, esconde un misterio que tiene que ver, directamente con unas viejas ruinas ubicadas en Baalbek, a unos 80 kilómetros de su capital, de Beirut. En un punto que tuvo una gran importancia debido a que estaba en la confluencia de dos rutas comerciales históricas, la primera de ellas estaba entre el Mediterráneo y Siria Interior; la segunda es la que se encontraba entre Norte de Siria y el Norte de Palestina. En este punto es donde se encuentra el lugar donde hoy les quiero llevar.

Se trata de Baalbek donde se encuentran las ruinas de la vieja ciudad romana pero, también, la llamada «terraza» que tiene unas enormes plataformas de granito con un peso de 1.000 toneladas, una auténtica barbaridad pues si ya nos asombrábamos del peso de las piedras de la Gran Pirámide -algunas con más de 60 toneladas de peso- estas nos harían palidecer. De esta forma el templo tiene un valor añadido pues no se concibe que ni fenicios, griegos o romanos pudieran construir este tipo de edificaciones que, incluso hoy, quedan muy lejos de la capacidad técnica de los tiempos.

Trilitones

Estos enormes bloques de piedra se llaman trilitones y sus medidas son colosales pues tienen unas dimensiones de 25 metros de largo, por 12 de ancho y 4 de alto que forman la denominada como «Gran Terraza». Además tiene el añadido que están tallados y cortados al detalle, las piedras más pequeñas son la base para las piedras grandes en tres capas que hacen aún más increíbles sus medidas y dimensiones.

Se desconoce como pudieron mover estos enormes bloques en un punto en el que hay que desplazar desde la cantera hasta el lugar el mismo y cuesta arriba, es algo imposible hoy día sin utilizar grandes grúas hidráulicas que, en la época, no existían. Se argumenta que se podrían haber utilizado troncos de árboles para mover los bloques de piedra pero con tal peso (reitero: 1.000 toneladas) resulta imposible pues aplastaría los mismos con una facilidad pasmosa.

Un misterio más hay que añadir a este misterio de Baalbek que es la «vitrificación» existente en torno a lo bloques como si se hubieran expuesto a una intensa fuente de calor. No se sabe como pudieron hacerlo, ni mover las plataformas pétreas ni «vitrificar» las mismas, algo que estaba fuera del alcance de romanos, los griegos o fenicios y aunque solían construir sobre las ruinas de otras culturas nunca emplearon piedras de estas dimensiones como no hay evidencias que ellos pusieran estos enormes bloques en dicho lugar. La vitrificación de las piedras es un misterio hoy día.

Hipótesis descabelladas hay muchas, una nos lleva la escena bíblica de Enoc, y autores como von Däniken o Andrew Thomas ya hablaban en sus libros de la «Gran Terraza» como una suerte de pista de aterrizaje de los «antiguos astronautas» identificándolos con extraterrestres. El historiador Velikovski cree que Baalbek es la ciudad bíblica de Dan, aquella que fue la que Abraham llegó luego de derrotar a los Reyes del Norte; aunque es sólo una creencia.

La explicación «oficial» fija la autoría de la construcción en los antiguos fenicios que, de forma desconocida, habrían movido estas piedras desde la cantera hasta Baalbek empleando troncos y fuerza humana aunque tamaña hazaña, el logro de mover piedras de más de 1.000 toneladas de granito y rodeadas de piedras vitrificadas hoy día supone todo un enigma para ciéntificos, historiadores y arqueólogos del siglo XXI.

Baalbek sigue esperando que su misterio sea resuelto allá donde la sorpresa surge cuando se comprueba, in situ, estas enormes piedras que forman la plataforma sobre las que se asienta estas históricas ruinas.