Fenómenos paranormales en el cortijo del Rosario en la Dehesilla de Algar en Jerez

Actualizado:

Hay enclaves que encierran mucho misterio, uno de ellos es el que podemos encontrar en la Dehesilla de Algar, donde, en ocasiones, se manifiesta lo inexplicable, lo extraño.

Me llevó hasta la zona un reciente viaje que, entre otros, también me llevó a visita la bellísima y pintoresca localidad de Setenil de las Bodegas. De regreso atendí a una invitación de unos amigos.

Próxima a Arcos de la Frontera y Jerez de la Frontera acudí a aquella cita. Todo ello me llevó a que me dieran a conocer la Dehesilla de Algar, un punto abandonado donde encontré un viejo cortijo llamado Rosario de la Dehesilla que domina toda la zona desde el promontorio donde se ubica y su dehesa.

Un cortijo abandonado en Algar con mucho misterio

El sitio es importante y destaca el caserón asó como el azulejo, en la fachada, en la que «reza» lo siguiente: «Nuestra Señora del Rosario. Dehesilla». En su interior aún hay «cacharros» en la alacena así como habitaciones que ya denotan el paso del tiempo así como el olor a campo, a humedad, a soledad y vacío.

Además se tiene una inquietante quietud, mucho silencio, demasiado y, en el entorno me había comentado que se han grabado psicofonías y visto extrañas sombras «pulular» por la zona. Por ello decidimos sacar los aparatos y comenzar a medir. Lo primero que llamó nuestra atención es la nula presencia de tendido eléctrico y, sin embargo, el detector de EMF estaba en valores cinco veces los normales, algo había que alteraba nuestro medidos en un momento, el de la prueba, en el que teníamos apagados totalmente los teléfonos móviles.

Entonces comenzamos a grabar una sesión de psicofonías, para ello se empleó una grabadora Tascam DC-05, y comenzó nuestras preguntas: «¿Hay alguien aquí? ¿Estás solo? ¿Podemos ayudarte?» y lo curioso es que aquella grabadora, en el visor, detectaba inclusiones o como si «algo» se estuviera metiendo dentro de la grabación. No esperamos a saber si había algo o no y, sobre la marcha, se pasó la grabación al modo de escucha detectando en nuestras preguntas respuestas como: «Antonio, es», «No, iros», en clara alusión a su nombre y a que no necesitaba ayuda.

Fenómenos insólitos y desconocimiento

Se desconoce lo que ocurrió en este cortijo, cualquier hecho que pudiera explicar lo sucedido en su interior aunque, lo cierto, es que esas inclusiones son inequívocas así como lo que se puede sentir dentro del mismo.

El lugar no está exento de otros puntos de interés como, por ejemplo, la Cueva de la Dehesilla de Algar, que resulta realmente destacada y desconocida.

La visita concluyó con la impresión de haber sido testigos de algo insólito, de haber vivido una experiencia en la que no éramos sólo dos personas experimentando sino de alguien más, un «alguien» al que no podíamos ver.