Fenómenos paranormales en el terrorífico ‘Hospital del Tórax’

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Uno de los edificios que tienen más fama de encantados en este país es, sin duda alguna, el llamado «Hospital del Tórax» que podemos encontrar en la provincia de Barcelona, concretamente en Tarrasa.

Su historia médica comienza en la década de los 50 del pasado siglo XX cuando el Ministerio de Sanidad decide abrir este centro hospitalario que pudiera acoger a los pacientes enfermos de tuberculosis, cáncer de pulmón, fibrosis y otras dolencias consideradas graves.

Se ubicó en el llamado «Llano del Buen Aire» y reunía las condiciones idóneas para tratar estas dolencias, se decía que el «aire puro» curaba estas aunque se necesitaba algo más que aire puro para hacerlo. Las condiciones meteorológicas que se encontraban eran perfectas y se eligió Tarrassa por tener unas estadísticas muy bajas de tuberculosos.

Historia del edificio

Se inauguró el 8 de junio de 1952 siendo un acto presidido por Francisco Franco, así como por otras autoridades de la época como el capitán general de Cataluña, el gobernador civil, el ministro de gobernación, el director general de sanidad y el jefe local de sanidad. Estuvo «operativo» hasta 1997 pasando en 1970 a ser un hospital general.

En el año 1973 las monjas sanitarias abandonaron su labor en el hospital y las condiciones de los enfermos, así como su cuidado, empeoraron. El nuevo administrador pasaba poco tiempo en el hospital y la sensación de «descuido» era cada vez mayor y hubo de haber una reunión en Madrid para tratar el tema del Hospital de Enfermedades del Tórax de Tarrasa donde el director general de Sanidad dijo que no tenía las condiciones idóneas para la atención de enfermos y consideró un error cerrar el sanatorio «Flor de Mayo» existiendo una serie de polémicas y agravios comparativos con otros recintos sanitarios similares que crearon incomodidad.

En 1986 se decidió que ya no se acogerían más enfermos en el sanatorio y que los tuberculosos no eran un peligro para la sociedad, el 31 de diciembre de 1986 se concedió al alta al último ingresado y aunque estuvo operativo en funciones administrativas y consultas externas diez años más lo cierto es que en 1997 cerró sus puertas quedando abandonado y comenzando su fenomenología paranormal.

Fenómenos paranormales en «el Tórax»

Soy de los que piensan que los hospitales son contenedores de emociones, lugares donde ha habido vida y muerte y que, todo ello, tiende a liberarse en algún momento impregnando todo un recinto y provocando hechos inexplicables. Es lo que suceden en el «Tórax».

Es poco conocido que en este lugar se registraba la mayor tasa de suicidios de centros hospitalarios de España, pacientes desesperador o desahuciados que se lanzaban por las ventanas del mismo teniendo en la novena planta el punto de sus preferencias para lanzarse, trágicamente, al vacío.

El hecho es que muchos eran los que sabían de esa realidad y muchos eran los que penosamente subían a esa novena planta y se arrojaban desde ella.
Pronto comenzaron a entrar allí jóvenes, a jugar o inspeccionar, que decían que se escuchaban pisadas y voces de nadie, gritos y susurros de ultratumba que no eran provocados por ellos y que llenaba de consternación a todo el que lo escuchaba. Psicofonías que tuvo la oportunidad de investigar un experto como Pedro Amorós o Luis Mariano Fernández, aunque el que más tiempo ha dedicado a la investigación de este punto es Miguel Ángel Segura, que tiene en el edificio uno de sus puntos de referencia en lo paranormal.

Igualmente se habla de una enfermera que se pasea por el edificio y sobre la que pesa una leyenda negra pues la ubican como una especie de «ángel de la muerte», una mujer de mediana edad que acababa con la vida de los enfermos merced al contenido letal de una inyección. Su espectro vagaría por este lugar por toda la eternidad.

Dentro de ese campo de las leyendas urbanas nos encontramos con aquellos que dicen que en el sanatorio se practicaban experimentos prohibidos con el objetivo de acabar con la tuberculosis, aunque es un dato sin confirmar y tampoco creo que vaya a haber confirmación nunca.

Reconozco que he entrado allí, en un viaje me propuse -entre otros- visitar este lugar y mis sensaciones fueron sorprendentes. Primero porque los cambios de temperatura son muy abruptos cuando se captan sonidos que podríamos identificar con psicofonías, son muy evidentes y con pautas de hasta 7º en cuestión de segundos en lo que se podría calificar de «frío selectivo». Igualmente grabé psicofonías, pasos de nadie, gritos y quejidos, muy evidentes y que nadie provocaba. En la novena planta las sensaciones son terribles e, incluso, uno de mis acompañantes le pareció ver una sombra deambular por sus pasillos.

Plató de cine son sobresaltos

El edificio pasó a ser -en plantas definidas- el Parc Audiovisual de Cataluña donde se filmó «Frágiles», dirigida por Jaume Balagueró y protagonizada por Calista Flockhart, «El maquinista», «Los sin nombre», «Mamá», «Un monstruo viene a verme», «Rec 4», «El cuerpo», «Los ojos de Julia» y «Down a dark hall», dirigida por Rodrigo Cortés y en el que también han tenido experiencias que podríamos calificar de inexplicables, aunque siempre se puede aducir a la sugestión de las mismas películas rodadas allí.

Un edificio maldito marcado por su pasado que puede estar resucitando esos viejos fantasmas de vida atormentada y esperanza en un mañana que jamás llegó.