Fenómenos paranormales e Historia del hospital del Pabellón Vasco o Duque del Infantado

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En el cercano barrio de El Provenir y Reina Mercedes, encontramos la zona de Heliopolis, dónde destaca uno de los hospitales con más raigambre dentro de la ciudad de Sevilla, se trata del Duque del Infantado o antiguo Pabellón Vasco, hospital que, antaño, recibía pacientes terminales -con duras enfermedades- y se hizo acreedor de una ‘mala fama’ por ello.

Ubicado en la avenida de Reina Mercedes, y renombrado como Hospital Duque del Infantado, en su interior se manifiesta la aparición, en la zona baja del edificio, de un niño espectral, de unos cinco años que deambula sin rumbo o mira fijamente a aquellos que tienen la oportunidad de verlo, asustando con su presencia.

Testigos de lo imposible en el Hospital Duque del Infatado

Uno de los testigos nos relataba: “Inquieta porque sabes que allí no hay nadie y sobre todo porque cuando uno de nosotros se acerca al lugar para ver si se ha perdido o necesita ayuda el niño de ha ido, ha desaparecido y no hay rastro de él en todo el edificio” y prosigue: “Es como si viviera aquí, es como si fuera parte del edificio, lleva años viéndosele aquí dentro y claro, con la mala fama del edificio sobre todo porque aquí venía mucha gente a morir y ahora el rumor de lo que se ve, aunque oficialmente lo neguemos, pues…

Lo peor es que a veces nos llaman de las habitaciones y nos dicen que hay un niño perdido en los pasillos de la planta y nos describen al mismo niño que nosotros hemos visto tantas veces. Nadie sabe quién es o que quiere, ni si murió aquí o tiene relación con el edificio pero lo vemos y otros muchos lo ven”.

Historia del Pabellón Vasco en Sevilla

Curiosamente durante una de las celebradas ‘Semana del Misterio’ de Sevilla dos personas, vinculadas a la actividad laboral del edificio, vinieron a visitarnos, cariacontecidas nos decían: “Allí es un no parar, al niño se le ve en la planta, y cuando una, que está acostumbrada ya a todo lo ve al final del pasillos, tan pequeño y perdido le entran ganas de ir a ayudarlo pero sabemos que no nos debemos de acercar, no es de este mundo…”.

Su acompañante, lívido como si lo estuviera viendo, nos comentaba: “Da mucho miedo, sobre todo porque te gustaría ayudarlo, te gustaría ofrecerle algo, no se, ropa, comida o algo. Se le ve tan mal…, pero desaparece  y le tienen miedo, algunos creen que es una parca infantil y ante la puerta que se detiene su enfermo fallece…Es muy muy duro”.

Desde luego nada hay demostrado y son muchos los centros hospitalarios que tienen historias -o leyendas- de éste tipo que en muchas ocasiones es más fruto de la sugestión que de la realidad, no obstante cuando son varias personas las que narran episodios similares se debe comenzar a evaluar si todo ello responde a una realidad inexplicable que se está manifestando en su interior. Y es que debe ser aterrador convivir con este pequeño sabiendo que esta vida no es la suya.

Lo último en experiencias

No hace más de unas semanas, en pleno febrero de 2022, en el transcurso de una ruta por el barrio de La Macarena, hablaba de hospitales encantados e hice una referencia al «Duque del Infantado», en ese momento me pidió hablar una mujer, Pilar, que dijo: «Yo he trabajado en la Facultad de Bellas Artes pero donde más miedo he pasado ha sido en el antiguo «Pabellón Vasco» en el turno de noche» afirmó.

Al preguntarle la razón nos indicó que ella vio, una noche, «a un niño en la zona de urgencias que parecía esconderse entre el mobiliario, lo vimos una compañera y yo, pensamos que necesitaba algo y vimos como entré en el cuatro de materiales, que no tiene salida, entramos en él y no estaba, no había nadie, sólo un frío enorme. Cuando salimos teníamos el cuerpo cortado y ella me dijo: «Es el «niño fantasma», entonces comenzamos a sentir como llamaban a esa puerta pero por dentro, abrimos y allí estaba el niño, sentado, mirándonos con cara inocente. Yo di un grito y salí y tras de mí mi compañera. Llamamos al de seguridad y le dijimos que habíamos dejado a un niño encerrado en le cuartillo y que fuera. Fue y no había nadie y fue cuando nos dijo que ellos lo viven un día si y otro no».

Un lector habitual de CádizDirecto, José Luis, contaba: «Perdí un familiar hace 8 años con un cáncer terminal en ese Hospital, y al leer esto me he quedado sorprendido ya que mi familiar decía que en la puerta había un niño parado mirándola y que por favor cerrará la puerta, creía que era efecto de la morfina, además se quejaba que era muy pesado que no lo quería ver más. Alucinado estoy».

Son experiencias en este hospital que tiene justificada fama de encantado allá donde el «niño de nadie» se aparece por sus estancias.