Inglaterra es país de contrastes y rancia tradición en viejos e ilustres fantasmas en lugares emblemáticos de todo el país.
Así el último incidente con un presunto fantasma en las tierras de Shakespeare lo protagoniza un turista que visitó la casa natal de la reina decapitada Ana Bolena. Mientras que se encontraba en su interior realizó una serie de fotografías y, en una ellas, aparece lo que afirma que es un fantasma en uno de los pasillos.
El turista se llama Liam Archer, tiene 26 años, y visitaba el castillo de Hever, en Kent, con su familia cuando hizo la fotografía donde puede verse una mano flotando en el lado izquierdo del marco.
Ana Bolena fue la segunda esposa de Enrique VIII, y no tuvo demasiado buen final ya que fue decapitada por orden del caprichoso monarca inglés por adulterio e incesto. Archer tomó una fotografía de la sala de estar del castillo del siglo XIII, allí hay una chimenea adornada. Al regresar y ver las fotografías tomadas reparó en el detalle de lo que parece ser una mano que asoma un largo dedo apuntando hacia la chimenea.
No es la primera vez que el fantasma de Ana Bolena depara este tipo de sorpresas pues desde que la decapitaron el 19 de mayo de 1536 ha sido vista en multitud de ocasiones con un gran número de testimonios que juran de su veracidad (otra cosa será la que vieran y que explicación pudiera dársele).
¿Quién fue Ana Bolena?
Si profundizamos en la biografía de Ana Bolena, más allá del apunte biográfico dado anteriormente, nos encontramos con una mujer nacida en Norfolk o Ken entre los años 1501 y 1507 y muriendo ejecutada en Londres el 19 de mayo de 1536.
No era una aristócrata cualquiera sino que fue la reina consorte de Inglaterra una vez que contrajo matrimonio con el caprichoso rey Enrique VIII. En 1532, años antes del enlace matrimonal, el rey le concedió el marquesado de Pembroke, que nació en dicho condado y que antes no existía. Enrique VIII era un rey voluble en el amor -como demostró su innumerable hoja de matrimonios y amantes- y en esta ocasión descubrió parte de la relación con Ana Bolena pues fue la primera vez en la que se concedió a una mujer un título de nobleza hereditario.
No fue la primera esposa de Enrique VIII, de hecho si capricho por ella provocó el cisma con la Iglesia de Roma y la «creación» de la religión anglicana con la fuerte oposición del Papa. Así Ana Bolena fue la segunda esposa del rey y, a la postre, la madre de la reina Isabel I que sería una reina de importancia capital dentro de la Historia británica.
Su matrimonio, por tanto, provocó la Reforma inglesa en la que Ana Bolena, como implicada, participó de forma activa ganándose el título de «la reina consorte más influyente e importante que Inglaterra ha tenido nunca».
Pero la suerte la cambio a Ana Bolena cuando el rey se encaprichó de otra mujer a la que quiso hacer reina y en un más que discutido juicio fue condenada a muerte. Sería decapitada bajo la acusación de adulterio, incesto y traición. Obviamente era inocente de los cargos presentados por el rey pero dada la fama que tenía este nadie en el reino le iba a porfiar las causas que esgrimía contra su esposa.
El tiempo haría que se la declarara mártir dentro de la fe protestante inglesa gracias al trabajo de John Foxe. El drama de su vida, el auge y caída de la reina pasó a ser parte de obras como «Ana de los mil días», «The Other Boleyn Girl», «Los Tudor», «Las seis esposas de Enrique VIII» o «Doomed Queen Anne».
Las biografías escritas sobre su figura por el profesor Eric Ives, en los años 1986 y 2004, hicieron que se conociera mejor su vida. Igualmente destacaron los trabajos de David Starkey, David Loades, John Guy, Retha Warnicke y Diarmaid Macculloch sobre ella o las biografías de Joanna Denny, Karen Lindsey o Alison Weir, en un sentido más crítico. Sea como fuere nunca dejó indiferentes a nadie siendo otra de las mujeres -de los muchos matrimonio que tuvo el rey- que perdió la cabeza, en todos los sentidos, por Enrique VIII.