Historia y misterio en el Monasterio del Cuervo

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Las figuras de los religiosos y religiosas, a lo largo del tiempo, han dejado una gran cantidad de misterios e historia imposibles que crean la admiración en aquellos que se detienen a escucharlas o leerlas. Historias más allá de la imaginación como la de sor María Jesús de Ágreda, capaz de bilocarse y estar en dos sitios a la vez o los éxtasis místicos de santa Teresa. Pero los hay más cercanos a nuestra tierra…

Tras recorrer un sinfín de lugares buscando el ‘desierto’ deseado para establecerse, fray José del Espíritu Santo, explorador de la orden, no tuvo ninguna duda, aquel lugar era el que reunía todas las condiciones para albergar la vida del nuevo monasterio de los hermanos Carmelitas.

El emplazamiento tenía que cumplir tres requisitos indispensables, de ahí la ardua tarea que tenía buscar el lugar: soledad, riqueza natural y salubridad. Todavía a día de hoy si paseamos por este hermoso paraje podemos ver que sigue cumpliendo con estas tres claves.

Importante fue la gran diversidad animal y vegetal así como sus vistas desde los cercanos montes. También fue decisivo la abundancia y la calidad de las aguas de la que podrían disponer.

A 32 kilómetros de Medina Sidonia y a 16 de Benalup Casas Viejas, en las conocidas como sierras de las Aljibes, formada en su mayoría de areniscas oligocenas, se encuentra la Garganta del Cuervo, un lugar que según los propios frailes: Goza de soledad este nuestro Santo Desierto tan propio de nuestra eremítica vida que parece que la Majestad de Dios lo tenía designado para los Sucesores de Elías habitadores del Monte Carmelo. En definitiva un lugar idóneo para establecer el que es conocido como Monasterio del Cuervo

Esta maravilla arquitectónica que a día de hoy está siendo restaurada por manos privadas fue construida en el primer cuarto del siglo XVIII para acoger a la orden de los Carmelitas Descalzos.

La planta del edificio de unos 2600 metro cuadrados, formaba un cuadrado, teniendo dos añadidos diagonalmente opuestos, uno es un zaguán rectangular correspondiente a la entrada principal que constaba de un largo pasillo que mediante una escalera se conectaba con las plantas superiores.

El otro añadido es un cobertizo de dos plantas. Tanto en la fachada como en su interior predominaban los arcos hoy todavía visibles desde la distancia. El convento contaba con tres patios, iglesia de cruz latina, una cripta y diferentes dependencias más. Destaca la torre campanario que es recorrida en su interior por una curiosa escalera de caracol. La obra está hecha de cantería en su mayoría de granito gris y mampostería.

Entre las diferentes estancias había algunas destinadas a hospedaje de enfermos que en muchas ocasiones visitaban exclusivamente el monasterio para ser sanados con sus aguas medicinales.

Este lugar comenzó a adoptar cierta fama, auspiciada por la comunidad como fuente de financiación, respecto a sus aguas ya que se decía que eran medicinales, conocimiento que ellos ya tenían desde antes de establecerse en este lugar por lo que los ‘Descalzos’ recibían asiduas visitas de enfermos que llegaban hasta aquel mágico paraje para tomar de sus aguas.

Una de estas visitas fue la del médico José Miravete y Martínez en julio de 1763 procedente de Villanueva de los Infantes en Ciudad Real. El motivo que traía al doctor hasta la sierra gaditana no era otro que visitar a su enfermo hermano.

Los avispados frailes deciden encargarle al médico un ensayo sobre lo ‘medicinal’ de sus aguas. El trabajo se imprimiría en Cádiz 7 años más tarde. En la obra se habla de las maravillas de siete de las fuentes ‘vitriólico-marciales’ usadas por los frailes, las curas de algunos de sus huéspedes así como de las maravillas naturales del paraje en que se encontraban. Entre otras, según se publica en el opúsculo, las curativas aguas sanaban de histeria, escorbuto, parálisis, estupor, opiladas, caquexia, tercianas o cuartanas.

Toda una apuesta por la publicidad en la que se suponía deseaba ser una comunidad ‘aislada’.

Ya 1835, algo más de un siglo después de su construcción el monasterio es cerrado para siempre debido a la desamortización de Mendizábal donde todas estas tierras pertenecientes a los Carmelitas Descalzos pasaron a manos privadas.

Como es lógico las leyendas y quizás algunas que otras realidades se podían esperar y es que nos encontramos con un edificio muy antiguo, con demasiadas vivencias en su interior además de enigmático por naturaleza. Su carácter de hermetismo todavía en la actualidad se hace patenten cuando recorremos sus pasillos.

Antes de hablar de misterio, podemos hablar de los tres tipos de funciones que llevaban a cabo los frailes residentes en el monasterio. La primera y como es lógico es el culto a Dios, los frailes debían de cumplir con sus obligaciones de coro y oficio divino en la iglesia. Otra de las funciones de los eclesiásticos eran las funciones domésticas, es de entender que cada fraile dedicaba un tiempo a una determinada tarea para el bien de la comunidad. La tercera es la función asistencial: hospedería y camposanto.

Como antes se ha mencionado, numerosos enfermos acudían a este lugar para tomar sus aguas medicinales, personas que pasaban largas temporadas junto a los hermanos Carmelitas. Muchos de estos enfermos morían y eran enterrados en el mismo monasterio. También los frailes eran enterrados allí. Según el Libro de los Difuntos Seglares, en el Monasterio del Cuervo se encuentran sepultadas 397 personas que por diferentes causas fueron inhumados allí

En un principio solo se preveía la construcción de 32 nichos siendo este número muy inferior a las casi 400 personas que fueron enterradas aquí. Podemos diferenciar tres etapas cronológicas en cuanto al lugar de enterramiento. Desde 1738 a 1756 las sepulturas se llevaban a cabo en el refectorio, el claustro y en el patio central donde todavía no estaba construida la iglesia definitiva.

En el patio, para realizar los enterramientos, se seguía el plano de las futuras dependencias que serían construidas en el mismo, relacionando en el libro de registro las personas enterradas con el lugar que sería construido de forma definitiva.

Entre 1756 y 1772 ya con la iglesia construida, comienzan a realizarse enterramientos en la misma, sobre todo en la zona del altar mayor, laterales y panteón.

En la tercera y última etapa de sepulturas en el monasterio, desde 1772 a 1805 la iglesia comienza a colapsarse, llegando a ocuparse los nichos reservados a los frailes. Se comienza a simplificar en osarios las sepulturas recuperando así el espacio ocupado.

No obstante y a pesar de lo organizado que parece el asunto, solo existe documentación relativa al lugar específico del enterramiento de 70 personas.

Debemos de tener en cuenta el gran número de cuerpos que yacen en este lugar así como los enfermos que anduvieron por el monasterio para poder explicar algunos de los hechos allí ocurren.

Algunas personas que han pasado la noche allí afirman haber sentido que estaban siendo observados, que al entrar en el edificio era como si estuviesen entrando en otra dimensión. En ocasiones se han encontrado restos de campamentos que habían sido abandonados de forma rápida, como si algo les hubiera obligado a marcharse de allí..

Ciertas leyendas cuentan que si una persona viuda se encuentra en el monasterio el día del aniversario de la muerte de su cónyuge este se le aparecerá en forma de fantasma. Otras hablan que los monjes se suicidaron o que incluso hicieron un pacto con el maligno.

Incluso curiosos y aspirantes a ser investigadores de lo paranormal tuvieron allí encuentro misteriosos, como el de Javier Romero, un chico que estaba realizando pruebas psicofónicas cuando notó como descendía la temperatura y al girarse comprobó como tras de si había una figura tocada por un hábito que se desvaneció en sus narices.¿Un fantasma?

La Inquisición también está presente en la vida de este lugar y es que se dice que en su interior se llevaban a cabo prácticas inquisitoriales de muy diversas índoles.

Ya a mediados del siglo XX, el ‘convento’ fue utilizado por el ‘Hermano Antonio’, un individuo que cuando los bandoleros dejaron la zona de la Garganta del Cuervo se estableció en el ruinoso monasterio viviendo de impartir el catecismo a los vecinos más cercanos y de limosnas. Aunque su objetivo eran bien distinto.

El ‘Hermano Antonio’ se dedicaba a buscar un tesoro que según decían estaba enterrados entre las ruinas del viejo monasterio.

Fuera como fuese, tanto el Monasterio de Cuervo como sus aledaños es un lugar mágico lleno de leyendas y sucesos de índole sobrenatural. La razón por la que este lugar encantado no ha sido investigado en cuanto a parapsicología se refiere no es otra que en la actualidad está en el interior de una finca privada y para acceder a él hay que hacerlo de forma furtiva y escurridiza pues los fieros perros del dueño no dudarían en sacar bocado de tan suculenta presa.

Si algún día pasa por las inmediaciones y decide pedir permiso para entrar, note el entorno mágico y observe con detenimiento todo lo que le rodea, quizás sea testigo de la aparición de un monje espectral o de un lúgubre fantasma de otro mundo y otro tiempo.