Cuenta la leyenda que hay una forma de acceder al mundo de los espíritus, de los seres fallecidos, una forma de llamar a uno de ellos, uno que atiende al nombre de Verónica.
La historia popular nos cuenta que Verónica era una joven que desafió a los espíritus jugando a la ouija, en un momento de aquel maldito juego, una silla se desplazó y la golpeó en la cabeza, mortalmente. Verónica murió. En otras versiones se narra la misma historia pero el objeto que provocó su muerte varía a unas tijeras e, incluso, debido a un empujón de un espíritu contra un espejo.
De esta forma la joven quedó atrapada entre dos mundos, entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, y se cuenta que si se hace una invocación de forma correcta el espíritu de Verónica (o Begoña) responderá y, en caso extremo, se materializará.
Para realizar el famoso juego de la Verónica o la invocación se debe utilizar unas tijeras, un libro (normalmente una biblia o alguno de tipo esotérico) y un cordel con el que atarla al mismo. Igualmente se puede hacer la invocación frente a un espejo, a medianoche, se colocan tres velas frente al mismo, la tijeras abiertas y se la llama tres veces: «Verónica, Verónica, Verónica». Entonces «algo» exhala vaho en el espejo y se verá en el mismo reflejada la fecha de la muerte o cuando vas a morir.
Otras variantes de este juego es saber su respuesta mediante el movimiento del libro y las tijeras, para ello el vídeo es ilustrativo de una experiencia llevada a cabo por el equipo de un programa de radio muy popular en Andalucía y en el que se desafía la veracidad, o no, de esta leyenda y su misterio, siempre con tintes pragmáticos y sanamente escéptico. ¿Se atreve a desafiar a Verónica?