Investigación paranormal en el ‘Cortijo del Muerto’, en Sanlúcar de Barrameda

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El nombre me resultaba familiar, «El Cortijo del Muerto» pero no lo sabía ubicar hasta que recordé un programa de «La noche más hermosa», de Canal Sur, en el que hablamos de él, en Granada. No obstante el destino es caprichoso y vino a dar que había otro lugar en Cádiz que tenía el mismo nombre y donde, igualmente, ocurrían hechos extraños.

Luis, la persona que me invita a esa investigación, me decía: «Tienes que hacer un hueco en la agenda y venirte un día y ver lo que allí sucede que es alucinante, hay mucha actividad y el sitio, lo mantenemos en secreto, de hecho no se llama así pero le hemos puesto el nombre para no dar la ubicación y también por la relación que hay con lo que pasa en su interior».

Un cortijo oculto a todos

Eso fue suficiente y emplazamos la cita para el domingo siguiente, día más tranquilo para todos. No se eligió ir al abrigo de la noche, todo lo contrario, a plena luz del día. La ubicación fue en un punto cercano a Sanlúcar de Barrameda y Chipiona, allí nos metimos por un camino de tierra hasta llegar a un cortijo alejado de la carretera. Esperaba el propietario que había dado el beneplácito a investigar y, antes, quise hacer una entrevista al mismo para que contara lo que sucedía de forma aproximada y no entrando en detalles hasta la conclusión del mismo para no influenciar en los resultados o en el conocimiento que pudiéramos tener del caso.

Ricardo nos decía: «Bueno, aquí desde hace al menos 20 años se manifiesta algo que creemos que es un fantasma», así de escueto y parco en palabras -por petición mía- se mostró y, al menos, teníamos en convencimiento que algo estaba sucediendo en su interior.

Comenzó la investigación en la parte habitada de la casa, no había más personas que las cuatro personas que nos habíamos desplazado hasta allí y el propietario. Pronto comenzaron a escucharse porrazos en la gruesa tabiquería del cortijo que no se correspondía con nada que se estuviera haciendo y que sonaban a golpes secos, como alguien que golpeara los mismos. Nos llamó la atención también que los detectores de presencia del pasillo saltaran como si se estuviera detectando algo, un algo que sería difícil de explicar y que nos llevaba a pensar que «algo» interfería en su funcionamiento.

Experiencia e investigación paranormal

Los termómetros registraban descensos leves de temperatura, de cuatro grados, que no es mucho pero que si es significativo y los detectores de EMF registraban valores ocho veces por encima de lo normal. Con ello decidimos hacer una sesión de psicofonías en las que se le pidió nombre y edad, a lo que respondió, una vez que se revisaban los patrones de grabación en el ordenador, respuestas como «Antonio» y «56». Eso vino a contrastar con otro dato pues en la «Spirit Radio» igualmente una voz dijo «56…» y «Tonio» que identificamos con el nombre de Antonio. Volvió, nuevamente, a bajar la temperatura y sentirse pasos e, incluso, cerrarse una puerta de forma antinatural.

Con todo ello, en vista de los resultados obtenidos en esta primera aproximación, quise que Ricardo -el propietario- me narrara de nuevo y con más detalle la historia del lugar. Mientras que nos acomodábamos resonó una voz en una de nuestras máquinas que decía «muerte», «suicidio» y «dinero» y aquel hombre, de unos setenta años de edad, rompió en lágrimas. Entonces comenzó a narrarnos una historia que nos dejó asombrados, perplejos: «En el cortijo pasan cosas raras desde hace 20 años, era de mi tío Antonio, con mi padre siempre había tenido una mala relación y como era de los dos pues pasó algo que nos dio la propiedad del cortijo entero. Mi tío era muy aficionado a las cartas y un día se puso a jugar con unos amigos, era gente que iba en serio, de timbas con mucho dinero. Entonces se quedó sin dinero y se jugó el cortijo y lo perdió. Mi padre al enterarse le montó un circo que no te puedes imaginar y buscó al otro jugador, al que lo había ganado y le compró el cortijo, que además él no quería y se arregló un precio muy bueno, además eran conocidos nuestros. Bueno, cuando llegamos al cortijo buscando a mi tío pues este no aparecía hasta que entramos en una habitación vacía al final del pasillo, donde retumbaban los sonidos, los golpes, y lo encontramos allí que se había ahorcado. Dejó una nota diciendo que se había quedado sin nada y que no tenía familia y, desde entonces se viven estos fenómenos aquí» explicaba.

«¿Cómo puedo hacer que se vaya?» y es una pregunta a la que yo no sé darle una respuesta pero si le pusimos en contacto con una persona, médium, sensible, que no cobra nada por su trabajo y que sólo ayuda a las personas, para ver si podía ayudar en este caso.

Es complejo explicar lo que se siente cuando en el marco de una investigación se viven fenómenos extraños, se captan y la historia desconocida para nosotros es la que concuerda con la que se tiene en ese cortijo y explica la razón del caso. Impresionante.