El misterio de la auténtica ‘casa del alemán’ en Gelves y su verdadera historia

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Hay en Sevilla un lugar, en plena cornisa del Aljarafe sevillano, al que llaman «La casa del alemán». Se encuentra abandonada y el tiempo ha tejido sobre ella una nube de desinformación, leyendas y fantasmas que no se ajustan con la realidad, al menos en este preciso edificio.

La «casa del alemán», en el Aljarafe sevillano, se llamaba Villa Chaboya y en él vivía quién fuera cónsul en Sevilla desde 1903 hasta el 23 de diciembre de 1919, aunque permaneció en Sevilla durante toda su vida hasta pasada la mitad de los años 30 del pasado siglo XX, hasta 1936.

Tuve la oportunidad de documentarme ampliamente sobre los diplomáticos alemanes en la Sevilla de la época con motivo de una intensa investigación que se vio reflejada en mi libro «Nazis en Sevilla» (Absalon Ediciones). Nuestro cónsul honorario distaba mucho de ser un simpatizante del Tercer Reich y del nazismo, tanto es así que no quiso medallas ni reconocimientos para que nunca se le relacionara con el nacionalsocialismo que Hitler impuso en su país. Se llamaba Otto Engelhart y fue fusilado en 1936.

Engelhardt nació en la localidad alemana de Brunswick en 1866 y cómo principal, e importante, aportación a la ciudad hispalense dejó el haber sido el primer director de Sevillana de Electricidad en 1894. Pero en España el régimen que gobierna es poco benigno con los méritos de este sevillano de adopción y se ordena su fusilamiento. Era la Sevilla de Queipo de Llano.

Otto Engelhardt fue llevado al Hospital de la Sangre, o de las Cinco Llagas -hoy Parlamento de Andalucía- para tratar una flebitis, era el 19 de agosto de 1936, siendo dado de alta forzosa el 12 de septiembre de ese mismo año. Es conducido a la calle Jesús del Gran Poder, cerca de la Plaza de San Lorenzo, donde se encontraba la Delegación de Orden Público y el alemán desaparece.

Realmente Otto Engelhardt es fusilado conociéndose el triste destino por el acta de defunción y las causas de su fusilamiento: aplicación de bando de guerra. Sus restos fueron enviados a una fosa común donde iban a parar otros tantos que corrieron la misma suerte. Quizás por sus simpatías a los represaliados que encontraban en Villa Chaboya un lugar donde encontraban ayuda y cobijo.

Otto Engerlhardt era antifascista y republicano y en los tiempos que corrían no era lo más recomendable. Escribía artículos sobre la Alemania de la época y era muy vigilado por la propia Embajada de Alemania en Madrid. Su postura e ideología se endureció aún más con la llegada de Hitler al poder e, incluso, se le pidió que relajara el tono de sus escritos, por ello escribió en el ‘El Liberal’: “¡Gracias a Dios que vivo ahora como ciudadano español, bajo la protección de un Gobierno que está tan lejos del fascismo como yo de Hitler y sus príncipes!”. Pero el gobierno español simpatizaba mucho más de lo que pensaba con el régimen de Hitler.

Engerlhardt fue fusilado en el tristemente recordado muro del cementerio para posteriormente ser llevado a la fosa común, era el 14 de septiembre de 1934. Actualmente el ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache trata de que la Junta de Andalucía declare a Villa Chaboya como Lugar de Memoria Histórica de Andalucía y la recuperación del inmueble al considerarla un símbolo de esta parte negra de la Historia de España y de Sevilla.

Hoy día, en la cornisa del Aljarafe -en la zona de Simón Verde-, hay otra «casa del alemán» que poco tiene que ver con ningún inquilino de esa nacionalidad que viviera en el lugar -por experiencia propia e investigaciones-. Este punto en concreto es muy conocido por los buscadores de lo paranormal y las casas encantadas.

En su interior -en referencia a la casa de Simón Verde- los investigadores y aficionados al misterio, llegados desde puntos tan dispares como Córdoba, Huelva, Cádiz o la propia Sevilla, han obtenido psicofonías y extrañas fotografías donde aparecen esferas de luz que podrían tener un origen natural y ser explicadas racionalmente.

Voces de niños que piden ayuda o de personas que parece que aún siguen teniendo una conexión con este mundo, sin embargo hay pocas certezas de hechos luctuosos ocurridos en su interior.

Yo mismo he visitado e investigado el lugar en diferentes ocasiones con suerte dispar, pero sin confundir este lugar del misterio con la casa de Engerlhardt, la «casa del alemán», que tiene más de heroico que de inexplicable. Aunque inexplicable es saber las razones por la que Sevilla olvidó a uno de los personajes que siempre debería haber llevado en la memoria. Sea este un pequeño tributo para una gran y triste historia.