Fue la actriz más espectacular que jamás dio Hollywood, en los años que han pasado nadie ha podido igualar su esplendor y atractivo. Puede que no fuera una gran actriz pero sabía suplir sus carencias con otras virtudes físicas que la hacían altamente deseables por los hombres, y las mujeres, ella era Marilyn Monroe (realmente Norma Jean Baker).
Cuando se comunicó su muerte fue una gran conmoción en los Estados Unidos no exenta de polémica y teorías de la conspiración pues su relación con el presidente John F. Kennedy y, posteriormente, con su hermano Robert Kennedy la hacía «incómoda» para el gobierno, sabía demasiado y demasiado eran muchos secretos.
La rubia actriz tenía especial predilección por un hotel el Hollywood llamado «Hotel Roosevelt», donde pasaba días descansando cerca de la piscina. Desde la dirección del hotel se cuidaba todo hasta el más mínimo detalle para que nada le faltara, incluso la actriz hizo llevar un gran espejo a su habitación para sentirse como en casa.
Su fallecimiento en 1962 fue un duro golpe y desde entonces se dice que el hotel está embrujado por la presencia de su fantasma. Se dice que todo lo desencadenó la decisión de la administración al quitar el espejo y lo guardó en un sótano,tres décadas después el objeto fue colocado en el lobby del hotel.
Desde que el espejo se colocó en dicha ubicación los fenómenos se incrementaron, los empleados y huéspedes han podido ver el reflejo de la rubia en infinidad de ocasiones,unas veces aparece retocando su maquillaje o tocándose el cabello como debió hacer en vida frente al espejo.
Para muchos no deja de ser una invención, un reclamo publicitario,para otros una realidad de su existencia más allá de la vida. Aseguran que «todo aquel que mira al famoso espejo tiene tantos deseos de ver a Marilyn Monroe que su cerebro termina alucinando el reflejo de la rubia«.
El fantasma de Marilyn
Cuando alguien ha podido verla no dar crédito a lo ven sus ojos y acudían a recepción como el caso de una turista canadiense que quedó muy impactada:
«Estaba esperando a mi marido cuando vi, delante mía, a una mujer bellísima vestida un poco antigua. Presté más atención y aquel pelo y aquella sonrisa me recordaba a la de Marilyn pero no podía ser, lleva muerta muchos años. Me llamó la atención y pensé que pudiera ser una imitadora o alguna actriz contratada por el hotel. Así me dirigí a recepción y hablé con un chico muy amable, le dijo que «¿Quién es la mujer que se parece a Marilyn que ha pasado por aquí hace un momento?» y el chico sonrió y me dijo: «Es Marilyn«. Pensé que era una broma pero me dijo que se trataba de ella, de su fantasma, que permanece en el hotel y que ellos están orgullosos de esa circunstancia. Me dejó perpleja pues yo no creo en estas cosas pero me llaman mucho la atención».
En otra ocasión otra cliente se pintaba los labios junto a uno de los espejos y vio como, tras ella, se acercaba un rostro conocido: «Estaba pintándome los labios frente al espejo y vi como se acercó Marilyn con un vestido negro con lunares blancos y unas gafas de sol. Se quedó mirando al espejo un momento, yo la vía perfectamente, se vio media vuelta y salió del campo de visión. Juro que se trataba de ella. Fue algo sorprendente pues jamás pensé que me podría tocar a mi ver a Marilyn, a su espíritu, en este hotel. Jamás lo olvidaré»
Leyenda o no ¿quién no daría algo por ver a la rubia reflejada en el espejo?