Uno de los grandes casos paranormales de la ciudad de Cádiz se encuentra, sin dudas, en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, con toda una historia truculenta, extraña y misteriosa a su alrededor…
Antaño había sido un hospital, el llamado «Hospital de Mora» que financió el mecenas José Moreno de Mora y Vitón en 1903 destinado a atender a los enfermos de la ciudad, sobre todo a los heridos del bombardeo del frente popular contra la ciudad, impulsado por el Almirante Valdés.
Será por ello que tanto dolor y emociones contenidos entre sus muros han derivado hoy, a través de obras y modificaciones, en el despertar del que dicen que es un edificio encantado.
Desde su funcionamiento como Universidad, allá por la década de los 90, los numerosos estudiantes que allí se daban cita comenzaron a hablar de extraños fenómenos: luces que se encendían solas, objetos que se desplazaban como movidos por unas manos invisibles, cierras que se cerraban entre terribles portazos, extrañas corrientes de aire, pasos que procedían de la nada, llantos de niña, sombras misteriosas…
Todo ello teniendo como epicentro a la antigua dependencia que actuaba como mortuorio y que en la actualidad es la Biblioteca; un lugar en el que cuentan los testigos que han visto el espectro de una monja cuyo hábito va salpicado de líquido vital, de sangre…
Curiosamente el hospital no destacaba por su atención a los pacientes, paradójicamente, que se encontraban solos en la vida o sin familiares que los visitaran, siendo ello fruto de desatención y negligencia. A los niños se les obligaba a tomar las medicinas y los métodos que usaban parece que no eran precisamente los mejores en un centro hospitalario…
Dentro del edificio se encuentra otro lugar destacado para lo paranormal: la antigua Delegación de Alumnos, ubicado en el sótano del edificio hoy archivo. Allí se escuchan ruidos extraños, pisadas, se nota uno acompañado y nota presencias…
Sin embargo al mirar alrededor suyo se encontraban solos…, acompañados por la nada, por lo invisible o por lo inexplicable…
Hay testimonios de personas que han vivido sus personales y particulares experiencias en el edificio, así los mismos se acumulan como el de un chico que cuenta textualmente su experiencia: «Iba bajando las escaleras junto a unos compañeros y percibí cómo alguien se dirigía a una de las aulas. Me extrañó que al entrar por la puerta dejara las luces apagadas. Le pregunté a mis compañeros si habían visto a esa persona entrar por aquella puerta y ellos me lo negaron, y me comentaban que por allí no había pasado nadie. Quise verlo por mí misma acercándome al aula y pudimos comprobar que allí no había absolutamente nadie y las luces seguían apagadas. Me quedé atónita pero no le quise dar más vueltas e intenté olvidar aquello».
Otro testigo narraba: «No se bien ni lo que vi, en el pasillo pude ver como una especie de sombra, era como un «bulto» que estaba allí en medio, pero no lo proyectaba nadie, estaba allí en medio, la temperatura bajó de una forma muy fuerte, considerable, y daba la sensación de estar siendo observado por algo o alguien que no podías ver… Fue tremendo».
¿Leyenda o realidad?
Muchos edificios antiguos se precian de tener trágicas historias e incluso de albergar el “hogar” de muchos espectros, la facultad de Empresariales parece que no es una excepción, su disposición aún recuerda su antigua actividad y aún, si uno cierra los ojos, podrá sentir el grito ahogado de muchos enfermos…