Hace más de cuatro años, durante el proceso de investigación que llevó muchos casos a mi libro «Cádiz Misteriosa» (2017), tuve la oportunidad de pasar varios días en Jerez donde me llevaron a conocer diferentes enclaves encantados como los Jardines del Altillo o su Catedral de la que me remitieron la fotografía de un ser luminoso que era muy impresionante. Pero también pude visitar un edificio de la Inquisición que tuvo mucha historia en su día y mucho misterio en la actualidad.
Su historia
Se trata del Palacio de la Condesa de Casares, que es muy conocido por los jerezanos. Su propietario en la actualidad es Fulgencio Meseguer y destaca por su belleza y cuidadas formas. Está en la plaza de la Asunción número 2 y tenía cuadras y capilla como todo edificio señorial de la época. Antaño fue cárcel real, en el siglo XVII siendo derribada en el tramo final del siglo XIX que fue cuando se comenzó a construir este palacio que resulta de lo más refinado.
En su escalera principal se puede apreciar los mármoles genoveses del siglo XV y el esmerado juego de lozas o las hornacinas que hay en torno al patio principal.
En su historia está la compra del palacio por parte de María de la Soledad Queipo de Llano y Fernández de Cordova, Gayoso de los Cobos, Álvarez de las Asturias Bohorques y Ponce de León, Condesa de Casares, y viuda de don Diego Zuleta de Reales y Zuleta de Reales, maestrante de Sevilla, en el año 1912. Cabe destacar que el condado de Casares fue concedido, el 20 de enero de 1493, por los Reyes Católicos, junto al ducado de Arcos de la Frontera, a Don Rodrigo Ponce de León y Ponce de León, Figueroa y Cabrera, III Duque de Cádiz, III Marques de Zahara, IV Conde de Arcos de la Frontera, Ricohombre de Castilla y Alguacil Mayor de Sevilla.
Igualmente, durante una determinada época albergó a presos condenados por herejía y actuó como prisión de la Santa Inquisición, tan respetada como temida por la crueldad de los inquisidores y los métodos que tenían de obtener las confesiones. Este hecho se suma a que, como se indicaba, actuara como cárcel real igualmente.
Fenómenos paranormales
Pero lo que me llevó a este palacio allá por 2018 fueron los comentarios y testimonios de fenómenos extraños que acontecían en su interior. Relatos de ruidos extraños, de «voces» que parecen surgir de la nada o sentirse incómodamente acompañados. «Hace tiempo que tuve una experiencia allí que no quiero ni recordar. Estaba en la primera planta y noté un frio intenso, entonces me giré no fuera a ser que algún ventanal de aquellos estuviera abierto pero no, todo cerrado, entonces escuché claramente una voz que me dijo: «¡Eh! Tú, ¿qué haces?» y me quedé mirando para todos lados con el cuerpo cortado por que aquella voz estaba justo detrás mía» decía nuestro testigo en torno a esa vivencia que tuvo años atrás en el Palacio.
No es la única persona que tuvo experiencias extrañas en el edificio: «estaba revisando un tema del edificio y escuché pisada por el pasillo, miré pero no había nada, al cabo de dos minutos volví a sentir esas pisadas y fue cuando vi una silueta que se alejaba del punto donde yo me encontraba».
Igualmente el sensitivo Aldo Linares, en 2020, visitó el edificio y estuvo haciendo pruebas con un péndulo, detectando energías, él -en la subjetividad que ello supone- dijo sentir una presencia de un hombre mayor “con algo grave en el vientre”, con «enfermedad de hombre mayor», igualmente sentía gente llorar, mujeres, plañideras (?) «como si le hubieran pagado».
Le dio especial repulsión la zona del almacén: “Esta parte no me gusta nada, es como muerte y olvido”, siendo «muerte y olvido» lo que más repetía.
Otros testigos han afirmado haber visto allí a una niña, una niña vestida de época, vestido claro, que pasea por aquellas estancias y se correspondería con una imagen, en una fotografía de época, que tiene incluso un mechón de pelo de la misma.
El sensitivo decía ver a una mujer “que se encarga de vigilar a una persona joven que debió sufrir un accidente”.
El edificio tiene mucha historia y fenómenos por descubrir la naturaleza de los mismos, para uno son los viejos fantasmas del lugar, unos relacionados con sus propietarios y, otros, con la podredumbre y horror de la Inquisición, siempre tan recurrente en estos temas por lo que generó de muerte y dolor. Un edificio encantado y con encanto que espera una segunda oportunidad.