Hace unas décadas que se hicieron muy populares los llamados «Simios de mar», se vendían como un juguete vivo, como una diversión con seres vivientes muy al estilo de aquellos dibujos animados de «Los Snorkels» y, el que más o el que menos, deseaba tener uno.
Pocos fueron los que lo tuvieron pues su padres decían que aquello era todo mentira pero los afortunados que los consiguieron recibían en casa un paquete que, en inglés, decía «Sea Monkeys», la «vida instantánea» con un divertido ser que parecía asomarse al cristal de la pecera y que hacía disparar la imaginación del niño o niña que lo recibía.
Cuando se abría el paquete llegaba la sorpresa pues eran una serie de cartulinas donde había tres sobres junto a una cucharita y unas «instrucciones». Era todo muy básico, había que coger el sobre número 1 que se encargaba de preparar el agua y ponerla en las condiciones idóneas para los «simios de mar». El número 2 tenía el preparado donde debían estar los futuros «simios de mar», el plasma, los huevos del «simio de mar» que estaba en forma de polvo. Ese era el contenido del paquete.
La pecera -o acuario- estaba preparada y llegaba la hora de verter el tercer sobre que era el alimento de los seres que iban a comenzar a proliferar por el acuario pero, ¿qué eran los «simios de mar»?
Los simios de mar
Realmente los llamados «simios de mar» o «Sea Monkeys» eran unos crustáceos que se denominan como artemias salinas y son seres pequeños, seres vivos que entran en estado de criptobiosis o de animación suspendida y que facilita que puedan ser vendidos en tal estado y al entrar en contacto con el agua renacen a la vida. Por eso el referenciarlos como «Vida Instantánea» y, por supuesto, no se trata de un juguete.
Las artemias salinas, realmente, se utilizaban como alimento para otros peces siendo el estadounidense Harold von Braunhut quién tuvo la idea de venderlos como «mascotas» como «Instant Life» y, en 1962, como «Sea Monkeys» (monos o simios de mar) siendo la «Artemia NYOS» la elegida para ser esa «mascota» teniendo una media de vida de dos años.
Se lograron vender muchas unidades de paquetes de «Sea Monkeys» con una gran campaña de marketing en Estados Unidos y hasta dibujos animados aunque nunca serían los inteligentes «Snorkels». Tenían hasta juegos como una montaña rusa, un tobogán o un carrusel que invitaba a pensar que se iban a poner allí a jugar delante de ti.
Posteriormente se vendieron como «Sea Monster» (1980) y en la actualidad, en Australia, se venden como «Itsy Bitsy Sea Dragons» que son también un tipo de artemia.
Era la realidad de estos seres marinos tan particulares que avivaron la imaginación de muchos niños de aquellos de la EGB y que llegaron a hacerse un hueco en revistas y diarios de la época.