Jesús de Nazaret nació de María, la madre virgen, por ‘obra y gracia del Espíritu Santo’, y desde entonces el problema del quién fue el padre biológico de Jesús no deja de generar debates y controversias.
Según el Nuevo Testamento descendía directamente de Yahvé, Marcos comienza su Evangelio diciendo: «Principio de la buena noticia de Jesucristo, el hijo de Yahvé» (Mc 1,1). Quizás haciéndose eco de que María no «había conocido varón» y que los evangelistas Mateo y Lucas se encargan de remarcar en sus textos que no «había mantenido relaciones conyugales con nadie» (Lc 1,34) y que dio a luz «sin que José hubiera mantenido relaciones con ella» (Mt 1,25).
En el Libro de la Natividad se dice que un ángel anuncia a los padres de la Virgen que dará a luz a un niño «sin unión con hombre alguno» (IV, 2) y que luego, en el Concilio de Toledo, año 400 d.C., se dice: «Hombre verdadero engendrado sin la semilla de varón».
Lucas también acentúa toda esta corriente escribiendo en su Evangelio «Tú eres el hijo de Yahvé» (Lc 3,11). El endemoniado de Gerasa dice: «¡Déjame en paz, Jesús, hijo de Yahvé, el Altísimo!» (5, 7). Y en el transcurso de la transfiguración de escuchó una voz que venía de una nube que decía: «Este es mi hijo, el queridísimo. ¡Escuchadle!» (9, 7).
Mateo en su parábola de los malvados viñadores indica: «Cuando al dueño (Yahvé) de la viña ya solo le quedaba su hijo, su hijo queridísimo, (pensó) a mi hijo le respetarán» (12, 6). Y a la pregunta del Sumo Sacerdote: «¿Eres tú el Mesías, el hijo de Yahvé bendito?», Jesús de Nazaret respondió: «Sí, lo soy» (14, 61 s).
Se llama ‘unión hierogámica’ a aquella que se da entre un dios o ángel y una mujer humana, en la Biblia hay ejemplos de ello, en el capítulo 6 de Génesis se habla de la unión sexual de los hijos de Yahvé y las hijas de los hombres: «Vieron que eran guapas (…) y les daban hijos» (Gn 6, 2-4).
Igualmente de la unión hierogámica entre mujeres estériles como Sara (Gn 17, 15 ss), Rebeca (Gn 24, 21), la madre de Sansón (Juec 13, 2-5), de Samuel (Sam 1, 111 ss) y de Juan el Bautista (Lc 1, 7 ss). Igualmente los padres de la Virgen María parecían ser estériles si atendemos a lo que nos dice el Libro sobre la Natividad de María: «De la misma manera que ella nacerá de madre estéril, así, siendo virgen, engendrará a su vez al hijo del Altísimo» (III, 3).
Así, para los más religiosos, Jesús habría tenido un padre que lo engendró milagrosamente por el Espíritu Santo. Para otros su paternidad está más en entredicho quedando el enigma por resolver.
Entramos en el terreno de la fe. Según la ciencia se necesita el esperma de un hombre y que este fecunde el ovulo de una mujer. Según la Biblia Jesucristo no fue engendrado por ningún hombre sino por una fuerza sobrenatural.
San José por tanto sería el padre putativo y que se hizo cargo de la paternidad de Jesús que fue concebido por el Espíritu Santo y engendrado en el vientre de María. Se puede consultar el nacimiento de Jesús según El Corán.
Otra fuente interesante es los enigmas de la familia de Jesús para ampliar conocimientos y conocer más teorías que contradicen las versiones oficiales y que se basan en los evangelios apócrifos.