¿Sabes dónde se encuentra, en España, el enigma de la ‘Cueva de las Mil Momias’?

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Un inquietante nombre para un lugar que encontramos en España y que estaría ubicada en la isla de Tenerife. La «Cueva de las Mil Momias» es un sitio que está a caballo entre la leyenda y la realidad y del que ya dejara el enigma planteado en «Noticias de Historia General de las Islas Canarias» el historiador Viera y Clavijo.

El punto en el que se encuentra sería un misterio pero, lo cierto, es que tendríamos que tener una primera localización en el año 1764 entre las localidades de Güimar y Arico, en el denominado como Barranco de Herques y en una cueva de este entorno donde se habrían encontrado más de «mil momias» que estarían en un «impecable» estado de conservación.

Entre la leyenda  y la realidad

Casualidad o no ha hecho que los expertos de National Geographic se hayan interesado por este lugar y ensalzado el valor que tiene la leyenda pero también su propia Historia o el misterio de la zona sabiendo que en Tenerife hay otros entornos mágicos como el Barranco de Badajoz con sus «seres de luz» así como de historias heterodoxas de mucho alcance.

Al respecto de la «Cueva de las Mil Momias» desde National Geographic se indicaba: «Miro hacia la cara amenazadora de la roca. Siento que me devuelve la mirada, haciéndome señas con su escondite: cientos de cuevas, construidas a lo largo de los siglos a partir de los flujos de lava del Teide”.

No es la primera aproximación que se hace a sus misterio pues el documental «Las momias Guanches» de Regis Francisco López, para Televisión Española, ya se mostró el rostro de una momia del Barranco de Herques, un cuerpo embalsamado de forma notable y que estaría directamente relacionado con la cultura canaria nativa de la zona. En el documental se narraba «una historia rigurosa, una historia donde participa la ciencia, y también una reconstrucción de cómo fue la vida de los guanches hace siglos” tal y como manifestaba al respecto desde el Diario de Avisos.

“Se han aplicado distintas pruebas a las momias guanches y creo que los resultados van a sorprender muchísimo a los espectadores” hablando de la tecnología al servicio de la ciencia forense en busca del misterio que entraña.

De esta forma nos encontramos que la «Cueva de las Mil Momias» no sería un mito o una leyenda sino que sería una realidad de la que nos queda constancia escrita desde el siglo XVIII con el descubrimiento de la misma y de cuerpos momificados que hallaron en el Barranco de Herques.

Es lo que ha movido a National Geographic a investigar este misterio en la estrecha línea de la leyenda y de la Historia. La arqueóloga Mila Álvarez Sosa decía de ello: “Como arqueólogos asumimos que la expresión mil momias probablemente fue una exageración, una forma de sugerir que efectivamente había muchas, muchísimas, cientos”.

Cientos de momias perdidas

En 2014 el presunto hallazgo de una cámara mortuoria con 700 momias guanches llevó a pensar que se trataba de este lugar mítico pero no se llegó a nada más y se cuestionó el hallazgo debido al silencio que se guardó sobre ello y el recelo despertado.

«Se ha localizado un cementerio entre Güimar y Santiago del Teide; un enorme, pero enorme, cementerio que se demuestra que nuestros antepasados no servían de estiércol. Ese cementerio es una cueva enorme, pero enorme la cueva. Van alucinar cómo están colocados los cuerpos. Parece mentira que personas que dicen que son tan inteligentes, que han escrito libros y que me desmienten, digan que nuestros pobres ancestros, con todo lo que sufrieron y pasaron, digan que los usaban como estiércol» decía la descubridora hace casi una década en Facebook. «Se diría que hasta el fondo está llena de cuerpos, uno al lado del otro, y están a la altura de un poco más de 30 centímetros. La cueva medirá como de 300 a 500 metros de profundidad, se cree, ya que las medidas son orientativas«.

El punto donde se encuentra la «Cueva de las Mil Momias» es un secreto y se considera el «santo grial» de la arqueología en las Islas Canarias, tal vez para no descubrir dónde está, para evitar el expolio o, tal vez, por haberse perdido para siempre su ubicación con algún derrumbe pero, lo cierto, es que en algún punto del barranco se encuentra y se va a tratar de localizar.