Posiblemente haya jugado alguna vez a un juego esotérico muy especial, el llamado «juego de la tijera» o «juego de la Verónica». Un juego en el que sólo caben dos posibles respuestas: SI o NO. Tiene una parafernalia especial y, también, tiene una especial plasticidad y, en ocasiones, un mensaje que no deja a nadie indiferente.
Este juego tiene dos vías, la primera consiste en tomar un libro, una cuerda y unas tijeras, se sostiene el libro colgando de la cuerda y las tijeras y se formula una pregunta, por la página que se abra el libro será el indicativo de una pregunta. La segunda es que se puede hacer con la tijera atravesando el libro y atado con cuerdas este y haciendo que dos personas formulen preguntas que será respondidas de forma afirmativa o negativa.
Forma de jugar y origen
Las tijeras deben ser de «ojos parejos», es decir, que este equilibrados y que ambos sean iguales. Deben tener unas dimensiones más bien grandes. El libro se usa, preferiblemente, un «Nuevo Testamento» -hay quién prefiere una Biblia- que debe ser abierto por una página X y que tiene una parte especial de este libro.
Las cuerdas valen cualquiera, no tienen connotaciones especiales, pero deben colocarse de una forma como la tenemos en estudio.
Finalmente hay que ritualizarlo todo, en un pase esotérico que carga el objeto para poder contactar, hipotéticamente, con el «más allá» o las presencias que estén junto a nosotros en ese momento.
Hay confusión con el juego en si y la invocación a la Verónica o Begoña allá donde una cosa es la leyenda y otra la forma en la que se realiza. La leyenda tiene dos vías:
- La primera nos dice que Verónica era una chica muy hermosa y vanidosa, cuyo centro de su vanidad era su cabello el cual peinaba 100 veces todas las noches. Un día, quisieron gastarle una broma y uno de sus amigos se escondió en el armario de la habitación mientras ella se peinaba el pelo. Como ella estaba distraída, él salió del armario y sujetándola la corto todo el pelo. Ella al no soportar verse así se suicidó.
- La segunda vía es que Verónica se fue con sus amigos a una casa abandonada para realizar la ouija. Ella no creía en estas cosas e ignorando los consejos de sus amigos, no seguía las normas del juego y se reía de los espíritus. Por lo que los espíritus, ofendidos, lanzaron una silla que había en la habitación hacia la cabeza de Verónica, matándola en el acto.
Aunque no se tiene claro cuando nace este juego lo cierto es que las primeras referencias se tienen del siglo XVII cuando se organizaban juegos de tipo adivinatorio en la Francia monárquica. Igual que se practicaba la catoptromancia (adivinación con espejo), también se hacían pronósticos con el tarot o se contactaba con espíritus teniendo a mano unas tijeras con un libro -sagrado normalmente- y un espejo, aunque el espejo no es necesario.
Los elementos se utilizaban por que el espejo era esa puerta que te daba acceso al más allá, a otros planos, y las tijeras era las que, en la mitología, podía cortar el hilo de la vida. El libro sagrado por contener la Palabra de Dios y constituir el elemento religioso. Al menos desde esa época se tiene constancia de estos primeros juegos.
Con posterioridad se iría avanzando en la Historia, en el tiempo, se opto por el espejo en función de los participantes pero no como elemento básico, siendo solamente el libro y las tijeras. Dos participantes y a esperar respuesta.
En ambientes estudiantiles se haría famoso por que decían que respondía si o no, como indicabas, anteriormente, a la posibilidad que entrar una pregunta en un examen.
Otras historias y leyendas
Hay diferentes opciones de jugar a este juego, si tiramos de las formas más usuales y aterradoras nos encontramos que se puede hacer en una habitación oscura, entonces la persona se coloca frente a un espejo con tres velas encendidas y respete el nombre de Verónica (9 veces). Cuando esto se ha hecho se exhala vaho sobre el espejo y entonces, dicen, se puede ver como se escribe sobre el vaho la respuesta. Lo más lúgubres dicen que solo escribe la fecha de la muerte de la persona.
En relación a la tijera es recordar el inicio de la práctica de la misma, así con la tijera y el libro en las manos, la fecha idónea es aquella en la que haya tormenta -por poner el toque de película de miedo-, se dibuja un circulo con una tiza blanca o de sal en el suelo -que es una forma de protección- y sientan las personas dentro. Debe tomarse cada una un ojo de la tijera con la yema de los dedos y proceder a hacer la invocación.
Las tijeras se introducen en el Nuevo Testamento indicando el número de una página, normalmente te decía -en función del número de página- las semanas que le quedaban de vida a la persona que consultaba.
Otras de las leyendas en torno a este juego es que las tijeras salen disparadas y dañan a alguien o al convocante, si esto no pasaba es que tendría una vida larga y se consideraba con sinónimo de buen augurio.