Casi todo fueron buenas noticias para el Cádiz CF en su encuentro de este 9 de septiembre en el SkiFi Castalia. Sobre todo por el primer triunfo, que tanto necesitaba y que tanta tranquilidad le va a dar al equipo para trabajar, lo realmente importante en un club de fútbol.
Un primer triunfo que ha llegado tras una gran segunda parte de los cadistas en la que se han mostrado contundente en ambas áreas, con 15 minutos en los que Chris Ramos ha logrado transformar en goles y en otro penalti a favor su habitual gran trabajo, al que solo le faltaba el gol.
Golpetazo sobre la mesa del Cádiz ante uno de los equipos de moda de LaLiga Hypermotion, pero sobre todo golpetazo sobre la mesa de un Chris Ramos al que la confianza le debe llevar ahora a poder aportarle a su juego esa tranquilidad que las exigencias (externas y propias) le impedían tener y que, seguramente, le hacían no marcar como su aportación merecía. Dos goles y tres penaltis recibidos en cuatro partidos son un crédito para varios choques que deben quitarle un lastre al delantero gaditano.
Y no es el único que gana tranquilidad. Lo hace Paco López, lo hace la plantilla y lo hace el proyecto. Ya había comenzado a llegar cierta tranquilidad a los dominios del equipo con todos estos días de silencio desde la cúpula. Seis días sin declaraciones de Manuel Vizcaíno o Rafael Contreras en la dinámica en la que están ambos son seis días sin incendios en el Cádiz CF. Otro camino más a seguir. Como decía el presidente del Cádiz, todo se tranquilizará cuando empiece a ganar el equipo. Ya ha ganado el primer partido. El control desde los despachos también ayuda.
En lo referente al partido, Paco López apostó por lo que venía apostando en las últimas jornada para que su equipo vaya creciendo: una teórica defensa de cinco con una doble labor por parte de Fali, que sin balón se inscrustaba entre Chust y Glauder y cuando el Cádiz tenía el esférico se ponía por delante de ellos como primer eslabón del centro del campo, liberando en la creación a Escalante y Alcaraz.
Esto permitió a Alcaraz descolgarse constantemente, pero sobre todo para la presión. En el arranque, el mediocentro apretó una y otra vez al meta rival, Gonzalo, cada vez que le llegaba el balón como un apoyo más en la salida de los tres defensas locales. Era el claro ejemplo que la presión del Cádiz estaba muy, muy adelantada. Paco López quería evitar la salida del rival desde la superioridad númerica en la presión alta, con los dos extremos y Chris Ramos apretendo y Alcaraz sumándose en esa presión.
Con ese planteamiento el choque se fue tornando en muy físico, muy de encimar al rival y muy de buscar espacios en largo, a los costados, para Chris Ramos o Brian. Los castellonenses por su parte trataban de asociarse por el centro, donde se acumulaban tantas piernas que se atonjaba difícil que se produjeran muchas llegadas. Douglas tuvo una antes de los cinco minutos y ya pocas más hubo.
El Cádiz no terminaba de generar ocasiones, pese a los acercamientos con peligro y la acumulación de saques de esquina. Pero no iba más allá nada. Pasado el momento que hubiera sido de pausa de hidratación, poco quedaba de la presión alta del Cádiz y el Castellón pareció entonarse y encontrar la fórmula para ir llegando, aunque fuera a base de acumular hombres en la frontal. Eso hizo a los amarillos dar un paso atrás y casi lo paga con el gol, pero Fali metió la cabeza cuando el disparo de Van den Belt que desvió Matos dejando sin opciones a David Gil. Poco después, Óscar Gil remató de cabeza a las manos del meta cadista.
Pareció pasar el momento local. Pero al Cádiz le seguía faltando algo arriba. Una marcha más quizás. O un poco de sangre cuando tenía una cuarta de ventaja en la acción. Algo de lo que adoleció una y otra vez Brian. Se sabe que no es ese tipo de futbolista, pero perdió el balón demasiadas vez cuando tenía la jugada clara.
El tramo final del primer acto volvió a equilibrarse el juego. En ambos equipos apareció algo de precipitación en algunos momentos, pero lo cierto es que los minutos finales no fueron precisamente vibrante ni brillantes.
El Cádiz volvió a salir enchufadísimo en la reanudación. En la primera jugada Brian se plantó en el área rival (volvió a faltarle algo de chispa). Ni 30 segundos de segunda parte y ya tenían los amarillos un saque de esquina favor. De nuevo los de Paco López daban tres pasos hacia delante en busca del rival para presionarle en su área. Y el balón estaba más tiempo en el campo del Castellón que en el amarillo.
Y pronto emergió la espigada figura del partido. En apenas siete minutos, Chris Ramos le puso el lazo al partido. Lo necesitaba el gaditano y necesitaba el Cádiz que sus ocasiones se convirtieran en gol pronto. Antes de los cinco minutos de la segunda mitad, en una centro de Brian desviado por la zaga local, Chris Ramos volvió a sacar su gadgetopierna, como en el penalti ante el Levante y casi como en el penalti ante el Tenerife. Esta vez, para rematar con el empeine y de espaldas un balón que tras el bote estaba tan alto que todo el mundo estaba esperando que bajara. Remate a lo Chrislatan (como dijeron en la televisión para compararlo con acciones de Ibrahimovic) que sirvió para que los amarillos jugarán a favor de marcador por primera vez en la liga.
Cuatro minutos después el delantero cadista sufría el tercer penalti del que es objeto en cuatro partidos (tercero en los tres últimos). De nuevo fue un poco más rápido y listo que el rival y de nuevo tocó el balón justo antes que el zaguero. Penalti que transformó Alcaraz, por segunda vez fuera de casa. Pero es que con el Castellón grogui, tres minutos después, una presión alta de Escalante le permitía robar el balón y asistir para que, Chris Ramos, tuviera la pausa y la calma que tanto echó en falta en muchas otras ocasiones para superar con comodidad a Gonzalo.
Tres zarpazos que no solo dejaban el partido decidido antes de la hora de juego, sino que dejaban al rival tan tocado que no tenía capacidad de reacción. Paco López, le metió aún más cloroformo al choque refrescando y poblando la medular con Alarcón y un San Emeterio que reaparecía (a los que luego se unió Alex Fernández) y dejando arriba para cazar una contra, en un primer momento a Sobrino y a Chris Ramos y luego a De la Rosa y Mwepu. A punto estuvieron de lograrlo los dos futbolistas llegados del filial.
Con la prolongación llegó un penalti que marcó Suero pese a que la tocó David Gil y al Cádiz le entraron los nervios. Los siete minutos que aún tenía el partido no fueron un ejemplo de cómo jugar con el marcador a favor, y solo las faltas que rascó De la Rosa conseguían cortar el intento de asedio local. Intento porque, todo lo que no supo hacer con el balón, lo hizo bien el Cádiz en defensa, no concediendo apenas opciones en los últimos instantes.
Con el pitido final, Paco López y sus hombres se quitan un pese de encima. Llegó la primera victoria, merecida en un gran segundo tiempo en el que demostró contundencia en ambas áreas. Justo lo que venía pidiendo el técnico. Y de paso, un mensaje para la zona noble: una semana (casi) sin hablar y primer triunfo.
Ficha Técnica:
CD Castellón: Gonzalo; Chirino, Alberto (Moyita, minuto 67), Joshua; Mamah, Douglas, Óscar Gil (Willems, minuto 86), Van den Belt (Cala, minuto 67), Raúl Sánchez; Seuntjens (Suero, minuto 67) y De Miguel (Pere Marco, minuto 86).
Cádiz CF: David Gil, Iza, Chust, Fali, Glauder, Matos; Sobrino (De la Rosa, minuto 68), Alcaraz (Álex Fernández, minuto 87), Escalante (Alarcón, minuto 61), Brian (San Emeterio, minuto 61); y Chris Ramos (Mwepu, minuto 68).
Goles:
0-1: Chris Ramos, minuto 49.
0-2: Alcaraz (de penalti), minuto 53.
0-3: Chris Ramos, minuto 56.
1-3: Suero (de penalti), minuto 90+3.
Árbitro: Sesma Espinosa. Amonestó a Óscar Gil, San Emeterio y Moyita.