El Cádiz CF ya es de Segunda División. El conjunto amarillo certificó el descenso a la categoría de plata del fútbol español cuatro años después, al no poder pasar del empate sin goles en casa frente a la UD Las Palmas. De nuevo la falta de puntería de los cadistas fue clave para que se esfumara toda esperanza de permanencia. El Cádiz empató ante los insulares y, una vez más, perdió frente a sí mismo.
No se le puede achacar a la plantilla falta de ganas ni de compromiso. Las lágrimas de los jugadores al escuchar el pitido final del colegiado atestiguan que han hecho todo lo posible por lograr la permanencia en Primera. Pero la dolorosa verdad es que, en cuanto a fútbol, no han estado a la altura. El equipo menos goleador de Europa no podía acabar en otro sitio que no fuera la Segunda División.
El partido de este domingo ha sido un ejemplo más de la agonía en que se ha convertido el campeonato para el Cádiz. Un equipo que quiere pero no puede, que lo intenta todo y al que no le sale nada. Y, para una que entra, acaba anulada por un milimétrico fuera de juego. Así ha sido la temporada del Cádiz y así termina.
Mismo once por tercera jornada consecutiva
Mauricio Pellegrino se mantuvo fiel al once que logró imponerse a Getafe y Sevilla en las dos últimas jornadas, con Roger Martí y Chris Ramos de nuevo como delanteros. A Sergi Guardiola y Juanmi, decisivos en el Pizjuán, les tocó esperar su oportunidad en el banquillo.
García Pimienta, por su parte, reforzó el centro del campo con Javi Muñoz en detrimento de Munir respecto a la alineación del último encuentro frente al Betis, dejando a Sandro como única referencia arriba. A los insulares les bastaba el empate y no parecían dispuestos a arriesgar lo más mínimo en el Nuevo Mirandilla.
Desde los primeros compases quedaron en evidencia las intenciones de uno y otro equipo. Los insulares, hoy de rojo y blanco, se lo tomaban con calma en la construcción, mientras que el Cádiz buscaba puerta de forma frenética a la menor ocasión. Chris Ramos, en una de sus habituales galopadas, fue el primero en acercarse al área visitante, pero no llegó a encontrar opción de remate.
Una volea muy forzada de Kirian desde la frontal fue la réplica de Las Palmas, que tampoco renunciaba al ataque consciente de que un gol en el Nuevo Mirandilla significaría más de media permanencia. Por entonces ya perdía el Rayo, uno de los implicados en la lucha por la salvación, frente al Barcelona en Montjuic.
El primer ‘uyyy’ serio en la grada del coliseo gaditano llegó a los 20 minutos, tras una gran jugada individual de Rubén Sobrino, que lo hizo todo bien menos el remate. El 7 cadista se internó en el área exhibiendo habilidad en el regate, pero tardó demasiado en definir y acabó estrellando su disparo en el cuerpo de Saúl Coco.
En el minuto 32, un centro de Javi Hernández lo remató como pudo Chris Ramos, desviado. No era fácil el remate, pero de todas formas el Cádiz sufría el mismo mal que ha venido padeciendo durante todo el curso, una enorme dificultad para generar ocasiones y materializarlas en gol.
La ocasión del ariete gaditano sacó al encuentro de su letargo y las oportunidades se sucedieron en cuestión de minutos. Primero la tuvo Las Palmas, que probó a Ledesma por primera vez en el encuentro. A continuación probó suerte Robert Navarro con un tiro lejano que rechazó Valles.
Gol anulado a Javi Hernández
En el 37, por fin, el Cádiz rompió el cerco insular anotando el 1-0 por medio de Javi Hernández, que remachó un pase de Chris Ramos en la misma línea de gol. Sin embargo, el VAR enfrió el ánimo de los cadistas al anular la jugada por fuera de juego de Zaldua en el centro que dio origen a la jugada.
El conjunto amarillo tardó unos minutos en reponerse del gol invalidado, pero lo hizo con otra clarísima ocasión ya en el minuto 44. Sobrino se adelantó para rematar de forma poco ortodoxa un centro de Zaldua, cuando Chris Ramos aparecía por detrás en mejor situación para el disparo. El balón se marchó fuera.
También lo hizo el disparo de Javi Muñoz, que aprovechó una indecisión de Javi Hernández para ganarle la espalda y golpear un balón que se estrelló contra el lateral de la red de la meta defendida por Conan Ledesma. Fue la última acción reseñable de una por momentos angustiosa primera parte, en la que la tensión pudo al fútbol.
A la vuelta de vestuarios Las Palmas salió con un espíritu algo más ofensivo. Tras varias intentonas visitantes, Moleiro estuvo a punto de inaugurar el marcador con un gran lanzamiento en estático que se marchó lamiendo el poste de Ledesma. Una seria advertencia que animó a Pellegrino a mover el banquillo, con los héroes del Pizjuán, Juanmi y Guardiola, como apuesta por Sobrino y Roger Martí.
En el 59 otra llegada de los insulares por banda izquierda no encontró rematador en el interior del área. El Cádiz estaba sufriendo y, por sensaciones, los visitantes parecían estar más cerca del gol. Los gestos de Fali, pidiendo concentración a sus compañeros, lo decían todo.
La profundidad de Zaldua por la banda derecha volvió a sacar al Cádiz del letargo. Por desgracia, el centro del vasco no lo pudo aprovechar Chris Ramos, que mandó la pelota a las nubes. Mientras, la grada se lamentaba por la victoria del Celta, que encarrilaba su partido con un claro 0-2 en Los Cármenes. Uno menos para la pelea.
El equipo amarillo parecía estar deshaciéndose con el paso de los minutos, aplastado por la presión. A falta de 20 minutos para el final el Nuevo Mirandilla estalló para empujar a los suyos, animado también por la momentánea derrota del Mallorca ante el Almería (1-2).
Con diez por la roja a Chust
El chute de moral de la grada llegó al cuadro de Pellegrino, que en el 72 disfrutó de otra clarísima ocasión tras un gran centro de Guardiola que cabeceó alto Chris Ramos por muy poco. Sin embargo, acto seguido los ánimos se enfriaron por la expulsión de Chust, que fue con todo a cortar la contra de Las Palmas y acabó viendo la roja. La jugada vino, por cierto, tras un claro agarrón a Chris Ramos del que ni el VAR ni el colegiado quisieron saber nada.
El agotador vaivén de emociones en el Cádiz, en el campo y en la grada, contrastaba con la tranquilidad de Las Palmas, que hacía lo que debía hacer: dejar pasar los minutos en busca del pitido final. Frente a un conjunto amarillo con diez, los de García Pimienta lo tuvieron fácil para amasar el esférico, incrementando a cada minuto la ansiedad de los cadistas.
Iza Carcelén y Maxi Gómez fueron la solución final de Pellegrino, que antes había dado también la oportunidad de reivindicarse a Brian Ocampo. Justo tras el cambio, Marc Cardona rozó el gol tras una ágil maniobra en el área, pero no fue capaz de ajustar su remate.
Los amarillos seguían intentándolo a la desesperada, limitando su ataque a una innumerable colección de centros sin un destinatario claro. Con el tiempo ya prácticamente cumplido, la enésima internada de Ocampo la remató Alcaraz desde la frontal del área con mucha intención, pero no pudo superar a Valles. Juanmi, que llegaba al rechace, partió de fuera de juego, por lo que la acción quedó anulada.
Fue Las Palmas el equipo que pudo marcar en un agónico tiempo de descuento, pero ni falta les hizo. Como se suele decir, este Cádiz no le marca ni al pórtico de Astilleros. Así que el empate a cero fue satisfactorio para los visitantes y la condena del Cádiz, que tras el trámite de Almería tendrá que pensar en su nuevo futuro en Segunda División.
FICHA TÉCNICA
Cádiz CF: Ledesma, Zaldua (Iza Carcelén, 85’), Fali, Víctor Chust, Javi Hernández, Rubén Alcaraz, Escalante, Sobrino (Sergi Guardiola, 55’), Robert Navarro (Ocampo, 67’), Roger Martí (Juanmi, 55’) y Chris Ramos (Maxi Gómez, 85’).
UD Las Palmas: Álvaro Valles, Araujo (Álex Suárez, 68’), Mika Marmol, Saúl Coco, Sergi Cardona, Javi Muñoz, Kirian, Loiodice (Campaña, 73’), Marvin Park (Munir, 84’), Moleiro (Perrone, 84’) y Sandro (Marc Cardona, 68’).
Árbitro: Soto Grado (colegio riojano), con Jaime Latre en el VAR. Amonestó a Chris Ramos, Javi Hernández, Ocampo y Marc Cardona. Expulsó por roja directa a Víctor Chust (74’).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Nuevo Mirandilla.