El Cádiz CF alarga su racha, pero deja dudas

El equipo suma diez partidos sin perder con Garitano, pero sin las buenas sensaciones de jornadas anteriores

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De la Rosa ha sido de los mejores del Cádiz CF en este empate ante el CD Castellón. Foto: Cádiz CF.

El Cádiz CF de Gaizka Garitano ha sumado su décimo partido sin perder y sin embargo, el sabor o las sensaciones al final del choque, por primera vez desde la llegada del técnico vasco, no eran buenas.

El Cádiz fue mejor y pudo encarrilar el choque en la primera parte (Chris Ramos la tuvo en el 18), pero se fue diluyendo y las sensaciones al final no fueron muy buenas. Eso sí, vuelve a sumar, aunque parece que se ha frenado esa velocidad de crucero que llevaba.

El empate y ese sabor agridulce no deben hacer olvidar que este equipo lleva diez partidos sin perder, que el técnico lo cogió en descenso y que está ahora asentado en la zona media de la tabla. Tan media que está justo en la mitad de la clasificación y a, prácticamente, los mismos puntos del descenso que de la fase de ascenso (a 9 del Levante, que es sexto, y a siete del Eldense, que cierra el cupo de descenso). Si ante el Racing de Santander se daba por bueno, a priori, el empate pensando en esas cuentas de la lechera en ganarle al Castellón, ha sido al revés.

Garitano se mantiene fiel a su lógica. Sentido común (el menos común de los sentidos y en el fútbol, menos aún) y meritocracia. Si el equipo gana y los jugadores están bien, los mantiene. Salvo plan de partido específico.

Tras un arranque del Castellón de un par de minutos, los cadistas se adueñaron del choque. Con el balón y con el control del juego. Merodeando el área rival, sobre todo apareciendo por la derecha Ontiveros, que aprovechaba el espacio que generaba a la espalda del lateral un Sobrino espectacular en las ayudas defensivas.

El Cádiz tocaba, buscaba y presionaba arriba, recuperando pronto y bien. Solo faltó el gol en esos buenos minutos de los amarillos. Y pudo haber llegado en el minuto 18, cuando se encontraron los dos goleadores cadistas.

Tras un par de intentos de pases en profundidad, Ontiveros conectó bien en el espacio con un compañero. Chris Ramos demostró tanto toda su potencia y velocidad como su falta de puntería y su intento de vaselina se marchó fuera.

El Cádiz pareció darse un pequeño respiro entonces y el Castellón se estiró un poco. Los franjinegros tuvieron un par de buenos acercamientos, pero sin remate. La acción más peligrosa fue un error de Climent, que perdió el balón cerca de área ante Mamah, pero la cosa no llegó a mayores y el Cádiz recuperó el dominio, pero ya no con tanta claridad.

Los amarillos se intentaron parecer a lo que habían mostrado en el tramo inicial del encuentro, pero no terminaba de tener esa presencia arriba. De la Rosa volvía a aparecer en la presión y en los intentos de llegadas y Ontiveros se dejaba ver por más zonas del campo. Pero el Cádiz no terminaba de volver a encontrar el camino. De hecho, no lo hizo más en esa primera mitad salvo en un centro en el que Chris Ramos sacó su 45 (o el número que tenga de pie) para cazar en el segundo palo un centro, pero el remate se marchó junto al poste.

Tras el descanso, el choque se equilibró, aunque con más dominio de los visitantes. Johan Plat dio entrada a De Miguel por Markanich y la primera misión del 9 fue la de emparejarse con Chust para evitar que el Cádiz sacara cómodamente el balón. Y la cumplió con creces. Los amarillos con primer organizador con vigilancia extra empezaron a incomodarse en el campo y a recurrir con más frecuencia al juego directo.

Eso le fue dando cada vez más posesión al rival, y más aún cuando Garitano cometió, probablemente, su primer error en los cambios desde que es entrenador del Cádiz. No por la salida de Chris sino por la entrada de un Roger que poco podía aportar en esa faceta de pelear balones por alto y poco dio a la hora de asociarse con los mediapuntas. Quizás el partido parecía estar para un Carlos Fernández, si es que no estaba lesionado. Aún así, Roger dispuso de una ocasión, demasiado poco. Quizás quienes pitaron a Chris Ramos, viendo que Roger tampoco ofrecía ese extra que pedía el partido se replantearon esos silbidos.

El choque estaba era ya visitante para la hora de juego. El Cádiz se alimentaba entonces de un De la Rosa que aparecía asiduamente y de un Ontiveros que las quería todas y que trataba de inventar siempre. El extremo dispuso de dos buenas ocasiones, sobre todo la segunda cuando se le marchó alto por poco un disparo tras un pase en profundidad del mediapunta. El propio Ontiveros tuvo una buena en una falta cometida sobre el mismo que daba poca más opción de lo que intentó, pegarle fuerte al poste del portero.

El Castellón, por su parte, iba ganando terreno y presencia pero sin arriesgar y dejando claro que le valía el empate parando el partido a la mínima. En los franjinegros se iba agrandando la figura de Zarfino y soprendía la llegado y los centros del excadista Mabil. De uno de ellos  casi sale un gol de De Miguel, pero su remate de cabeza se le marchó alto. Poco antes había tenido otra también de cabeza.

Garitano completó lo que parecía andar buscando con los cambios desde que empezó con las variaciones. Acabó con tres jugones detrás de Roger buscando su asociación o su inspiración, pero no surtió efecto. Esta vez, la intervención del técnico no mejoró al Cádiz. Esta vez, porque en los diez partidos que lleva sin perder, cada pieza que ha tocado ha mejorado al equipo, ya fuera con cambios en el once o con cambios durante el juego.

Pero el Cádiz echó en falta esta vez la pegada que ha tenido en otros encuentros. La pegada y la claridad, porque rematar remató más y mejor que su rival (el Castellón no ha disparado entre los tres palos) pero la puntería cadista no ha estado afinada hoy. Y lo peor, ha perdido el mando y el control del partido en la segunda parte, dando sensación de que el partido se podía perder. Pero queda claro que es muy difícil ganarle a este equipo de Garitano.

El empate puede abortar ese conato de euforia que podía llegar tras el golpe en la mesa de la victoria en Santander, pero este equipo sigue sin perder. Y sigue siendo un equipo fiable en defensa y que concede muy poco al rival. Y eso, hace apenas tres meses era casi una quimera. El Cádiz se ha asentado en la zona media y aún sigue mirando tanto hacia arriba como hacia abajo.

De los dos partidos en Carnavales (ninguno en el Nuevo Mirandilla, que hay mucha superstición en esas cosas) parece que va a depender que el Cádiz sepa ya qué quiere ser de mayor en esta Liga Hypermotion: si pelear por no bajar, quedarse en tierra de nadie o intentar apurar sus opciones de soñar con entrar en la fase de ascenso. Desde el club, sin fichajes en el mercado de invierno importantes, parece que ya se eligió. Hay que esperar que dicen los resultados del equipo.