El Cádiz CF sigue en caída libre. Y lo peor es que parece no ha tocado fondo. Ante la SD Eibar ha vuelto a ser un equipo poco reconocible. Y no solo por la revolución en el once inicial que realizó Paco López. Pero la descomposición de este Cádiz ya no es transitoria.
Un punto de los últimos doce disputados y cero sensación de recuperación han convertido el bache en un lío gordo para la entidad, que también ha puesto de su parte para que en el plano deportivo vaya todo de mal en peor. Pero es que este Cádiz no funciona. Hubo un atisbo de mejoría hasta la victoria en Cartagena, pero desde ahí, un retroceso imparable.
Y eso que el entrenador del Cadiz, Paco López, ha optado en este encuentro por mover el árbol a ver si con cambios en el once inicial el equipo reacciona. Pero hasta ahora, nada. El técnico del Cádiz ha incluido hasta nueve caras nuevas en el once respecto al que alineó el pasado domingo ante el Racing de Santander. Había advertido que habría rotaciones, pero una revolución de nueve cambios de once es, al menos, complicada. Y más en la situación en la que está el equipo y el propio Paco López.
Tras las declaraciones de ayer en su previa, no parecía que iba a haber tantos cambios. Nadie lo podría imaginar, de hecho. Cierto es que, como ya publicamos el domingo, Ipurua parece un campo idóneo para que debute un central de 1,93 metros de altura, como Kovacevic. O que Paco López ya dijo que no tenía portero titular y que habría cambios. Pero otras rotaciones, como la alineación de Glauder como lateral izquierdo, o la presencia en el once de Alejo ante uno de sus ex equipos es significativa.
Los cambios le dieron otro aire al Cádiz, pero apenas cinco minutos. A partir de ahí, de nuevo, un equipo que sabe a lo que juega y sabe cómo se juega y cómo hay en segunda. Y más en este tipo de campos, como el de Ipurua. El Eibar no ha sido, ni mucho menos, brillante. Ha sido eficiente, eficaz. En las dos áreas. Sin complicaciones atrás y aprovechando lo poco que ha tenido arriba.
Pero la sensación es que el partido ha estado siempre donde quería el equipo armero y que se jugaba a lo que querían los de Joseba Etxeberria. El Cádiz lo intentaba, unos más que otros, pero no sale nada. Es un equipo demasiado plano y previsible. Y para colmo, le cuesta un mundo hacer un gol y encaja con muy poco.
Y eso que, de inicio, la revolución en el once le salió bien al técnico. El Cádiz salió más enchufado y al minuto y medio de juego, Escalante tuvo una buena ocasión que desvió el muslo de un defensa cuando iba bien dirigido a portería. La inercia le dio unos buenos minutos a los amarillos. Pero pronto se equilibró el juego, con una ocasión de Toni Villa que despejó el debutante Kovacevic.
El choque entró en unos minutos igualados, sin que ocurriera gran cosa en ninguna de las dos áreas, pero con la sensación de mayor control local. Hasta que en el 32 una acción del ataque acabó con Antonio Puertas controlando muy solo en la frontal, y se la puso a la incorporación del lateral Corpas. Su disparo se coló entre las piernas de un Caro que no termina de tener fortuna en el Cádiz.
El equipo amarillo acusó el golpe, y durante unos minutos se descompuso. El Eibar tuvo un par de oportunidades en este tramo, pero el cuadro armero no estuvo afortunado en el remate y dejó vivo al Cádiz, que llegó al descanso sin más daños.
La segunda parte comenzó de manera diferente que el primer acto. Pese a ir por debajo en el marcador, el cuadro amarillo no salió con más presencia en el juego. Más bien al contrario. El Eibar tuvo los primeros acercamientos, mientras que el Cádiz lo intentaba casi con el piloto automático. Demasiado poco. Y no es algo de este partido.
Paco López tiró entonces del arsenal que parecía había guardado en el banquillo para tratar de llegar a los minutos finales con el marcador inicial o en ventaja. Ahora tenía que usarlo para tratar de rascar algo. Dio entrada de una tacada a Ontiveros, Ocampo y Carlos Fernández. Tras unos minutos Kouamé fue el que saltó al campo y finalmente Melendo (al que sigue sin vérsele). Incluso cambió el dibujo para tratar de buscar una nueva variante. Pero nada.
Solo una buena ocasión en un balón que descolgó Carlos Fernández para que Escalante disparara desde la frontal en el minuto 65. Entre el defensa y el portero la enviaron a córner y el Cádiz no volvió a tener otra. Mucho balón colgado y mucho juego horizontal. Ontiveros que la quería o Ocampo que lo intentaba, pero nada más. De las intentonas de Ontiveros, que recibía muy lejos del ataque y tenía que intentar regatear, llegaron dos buenas contras del Eibar en los compases finales que podían haber hecho más duro el castigo.
El Cádiz CF se hunde. Ya lo estaba, ya lo está, pero lo hace cada vez más. Y parece que su técnico no termina de encontrar la salida a esta dinámica y queda cada vez más demostrado que lo que le dio el lcub no era lo que él quería ni en número, ni perfiles, ni calidad. Son once partidos sin encontrar un patrón de juego, una dinámica. Las culpas comienzan a repartirse entre todos los niveles.
A principios de temporada parecía que era la entidad la que no había acertado en la confección de la plantilla. Ahora, también parece que esta plantilla no es para este técnico. Y mientras, la competición avanza y el Cádiz sigue abajo. De momento, ha perdido otra posición en la tabla y duerme tercero por la cola antes de que acabe la jornada. ¿De verdad que no se va a recuperar el discurso a todos los niveles de que el objetivo es sumar 50 puntos? Experiencias de estas de caer de Primera al pozo de Segunda B (ahora Primera RFEF) sabe el Cádiz mucho. Y la pérdida de identidad del club, el nefrascarse en peleas extradeportivas y el mirar para otro lado siempre estuvo en esos batacazos. Esta campaña aún se está a tiempo de salvarla.
Te dejamos la ficha técnica interactiva del partido. Puedes ver los datos pasando sobre el número del jugador: