El Cádiz CF cierra esta tarde su calamitoso año 2024 en el escenario en el que protagonizó hace siete meses el mayor ridículo y esperpento que se le recuerda: el Estadio de los Juegos del Mediterráneo en Almería. Lo hace a dos puntos de los puestos de descenso y con el objetivo de ampliar esa ventaja. Casi con la obligación.
Los amarillos llegan con una mezcla de sensaciones, tras el empate ante el Burgos en un partido que mereció más, pero con una evidente mejoría en su imagen y en sus prestaciones desde la llegada de Gaizka Garitano al banquillo cadista.
En Almería, hace seis meses, el Cádiz protagonizó un bochorno mayúsculo. Un partido en el que ganaba al descanso (gol de Ocampo) y en el que encajó seis goles (seis goles, seis) en la segunda parte con una patética imagen y demasiadas preguntas sobre lo sucedido. Fue el cierre de la etapa cadista en Primera y debió ser el cierre de la etapa cadista de bastantes de aquellos jugadores. Siete meses después, el grueso de aquella plantilla vapuleada en la última jornada en primera forma la plantilla que no ha conseguido ir más allá de la quinta plaza por la cola después de prácticamente toda la primera vuelta en LaLiga Hypermotion.
Será el choque ante el actual líder de segunda (con un partido más que el Racing) y el equipo probablemente más en forma de la categoría. Garitano se tiene que enfrentar a un auténtico compecabezas para confeccionar un once de garantías y que, sobre el papel, sea competitivo. Entre sanciones (Fede y Sobrino), lesiones (Zaldúa, Alcaraz, Escalante y Melendo) y jugadores que no terminan de dar una buena versión, el equipo titular del Cádiz está plagado de dudas.
La línea defensiva es la que tiene más completa Garitano, por lo que podría repetir la línea de cuatro con la que ha jugado sus dos primeros partidos como técnico del Cádiz CF. En el doble pivote comienzan las dudas. La ausencia de Fede abre la puerta en la titularidad a Álex, Alarcón y Diakité. Este último tiene el perfil que más se adapta al puesto de mediocentro defensivo. Alarcón ha estado lesionado y apartado del grupo durante un tiempo. Por último, Álex parecía que iba a tener más acomodo por delante de ese doble pivote, por lo que también podría ocupar esa demarcación, sobre todo fuera de casa.
Quién ocupará esa posición de mediapunta o segundo delantero es otra gran incógnita. En los dos compromisos de Garitano ha empleado a Álex y a Carlos Fernández. En este compromiso fuera de casa y ante el líder, se podía pensar que optaría más por un perfil de mediapunta incluso mediocentro adelantado. Es decir, Álex o incluso Ontiveros. Si es el marbellí el que juega, también podría llevar consigo la titularidad de Ocampo. Si es el madrileño, Ontiveros podría caer a banda.
Con todo estas opciones, no hay que olvidar lo que tendrá en frente al Cádiz: un equipo que lleva ocho victorias y dos empates en los últimos 10 partidos y que tiene a un Luis Suárez en estado de gracia. El colombiano es el máximo goleador de la categoría con 15 goles y prácticamente transforma la mitad de lo que remata (lleva 31 remates en 20 partidos). Pero es que, además, es el máximo asistente del equipo con 4.
En las estadísticas globales, el Almería, lógicamente, casi tiene todas a su favor respecto al Cádiz. Salvo el apartado de recuperaciones y goles encajados, el cuadro almeriense presenta mejores números que los amarillos. Con el hecho del cambio de entrenador en los amarillos hace solo dos encuentros, el cuadro indálico parece conceder demasiados goles, que supera con su pegada arriba.
El técnico del Almería no podrá contar con hasta cinco bajas: Baba, Gui Guedes, Lucas Robertone Fernando y Leo Baptistao.
