En marzo de 2021, la llegada de Rafael Contreras como vicepresidente del Cádiz CF para alguna gente parecía un movimiento destinado a impulsar al club hacia una nueva era. En otro sector, se temía lo peor con los antecedentes del nuevo hombre fuerte de la entidad.
El tiempo parece haberle dado la razón a estos últimos. Con mando en plaza, la llegada de Contreras ha coincidido con la peor etapa de la Presidencia de Manuel Vizcaíno en el Cádiz CF, con la peor crisis deportiva y social de la última década. El Efecto Contreras viene a ser al Cádiz como el Efecto Mariposa en la teoría del caos. Y tiene pocas aristas positivas este efecto.
En la crónica del Elche CF-Cadiz CF (2-1), recordábamos aquello de que una mariposa aletea en Brasil y origina un tornado en Texas. Un futbolista resbalaba y derribaba a un contrario y veía la segunda amarilla y es expulsado. Lo primero es el Efecto Mariposa. Lo segundo parece una representación del efecto Contreras en Cádiz. Algo más de tres años y medio después de la llegada del vicepresidente, ambos efectos se asemejan bastante .
Decisiones cuestionables, polémicas extradeportivas y una crisis deportiva que amenaza con arrastrar al equipo a un segundo descenso consecutivo. Todo en tres años y medio. Este Efecto Contreras, no solo ha afectado al rendimiento del equipo, sino que también ha convertido al Cádiz CF en un ejemplo de cómo no gestionar un club en muchos aspectos.
En la historia del Cádiz CF, la figura del vicepresidente nunca había alcanzado tanta notoriedad como en el caso de Rafael Contreras. Tradicionalmente, los vicepresidentes habían ocupado un papel secundario, siempre a la sombra del presidente y del foco deportivo, mediático y social. Pero Contreras no solo ha hecho que su figura sea conocida, sino que su currículum hasta su llegada al Cádiz y las controversias que lo rodeaban también han quedado expuestos. Para quienes no los conocieran.
Con sus proyectos empresariales fallidos en la mochila, (Carbures, Torrot, Muving, tren bala, Humanox…), Contreras se ha convertido en una figura controvertida dentro del club. Su peso dentro de la directiva y su influencia en decisiones estratégicas han generado tanto expectación como escepticismo, transformándolo en un personaje central, pero no necesariamente por los motivos que desearía cualquier aficionado del Cádiz CF. Su papel en el cuestionado Sportech parece que es el punto de inflexión en esta historia.
Los intangibles del fútbol
En el fútbol, hay cuestiones que no se pueden calibrar, pero que afectan a los equipos, los clubes y el juego. En un deporte en el que la cábala y la superstición siempre están presente, el bagaje de Contreras hasta su llegada al Cádiz levantaba suspicacias. Pero es que desde su desembarco en la entidad amarilla los números son demoledores.
Miremos solo las estadísticas. Desde que Contreras asumió su cargo el 29 de marzo de 2021, el Cádiz CF ha disputado 152 partidos oficiales entre liga y copa, con un escaso 25 por ciento de victorias. Si nos centramos únicamente en los encuentros de liga, el porcentaje baja al 22,54 por ciento, lo que significa que el equipo apenas gana uno de cada cinco partidos. Tras descender de primera la pasada campaña, ahora lucha por evitar otro descenso.
El contraste con la gestión previa es evidente. Entre 2014 y 2021, con Manuel Vizcaíno como presidente y sin la influencia de Contreras, el Cádiz vivió una etapa estable que culminó con el ascenso a Primera División desde Segunda B bajo la dirección de Álvaro Cervera. Sin embargo, en los últimos tres años y medio, el club ha quemado cuatro entrenadores: el propio Álvaro Cervera, Sergio González, Mauricio Pellegrino y Paco López, sin encontrar un rumbo claro. O con un rumbo que no es desde luego el deseado.
Sportech y el espejismo del progreso
La piedra angular de la etapa de Contreras ha sido Sportech, un proyecto presentado casi como la solución a todos los problemas económicos y sociales de la provincia de Cádiz. Se trataba de construir una ciudad tecnológica del deporte en los terrenos de la antigua Delphi, prometiendo miles de empleos, un hub de innovación y una transformación económica para la región.
Pero la realidad ha desmontado el sueño. Los terrenos de Delphi están inmersos en un proceso de expropiación por parte de la Autoridad Portuaria, algo que el club ya conocía cuando los adquirió en 2021. Ahora, el Cádiz CF ha tenido que buscar nuevos espacios en El Puerto. Este cambio no solo refleja la falta de planificación del proyecto, sino que también confirma que Sportech es, hasta el momento, otro castillo en el aire.
El paralelismo con otros fiascos de Contreras, como la fallida fábrica de velocípedos de Torrot en Cádiz, es evidente. Ambos proyectos compartieron grandes presentaciones públicas, con apoyo institucional y promesas de impacto económico que nunca se materializaron. En el caso de Sportech, las dudas aumentan por su vinculación con los fondos de CVC, que según una querella judicial podrían haberse desviado hacia este megaproyecto en lugar de destinarse a las infraestructuras del club. Tanto que el Juzgado ha pedido auditar las cuentas.
Pero no es la única decisión custionable del club con un claro aroma a contrerada. Como el amago de anuniciar su intención de que el Cádiz no jugara en la ciudad en el futuro. Perecía una decisión con un trasfondo político (como otras muchas desde el desembarco de Contreras) para poner en una situación incómoda al anterior Gobierno más que otra cosa.
La espinillera de las maravillas
El caso de Humanox es el otro gran ejemplo de las controvertidas apuestas de Contreras. La empresa, cofundada por él, desarrolló unas espinilleras de carbono capaces de recopilar datos de los jugadores y prometió revolucionar el fútbol con su tecnología. Sin embargo, estas espinilleras tienen una característica peculiar: deben activarse con un golpe, algo contradictorio para un producto diseñado precisamente para recibir golpes.
Humanox logró acuerdos con clubes como Osasuna y el Cádiz CF, coincidiendo con la llegada de Contreras a la vicepresidencia del club. Pero el proyecto pronto mostró grietas. La empresa captó a 122 inversores con la promesa de cotizar en el Nasdaq o devolver su dinero con un retorno del 3,5 por ciento. Ninguna de estas promesas se cumplió, aunque, esta vez, no parece algo achacable directamente a Contreras, que vuelve a estar en todas las salsas..
Lo más irónico es que mientras las espinilleras se apagaban a golpe de realidad, el Cádiz CF parecía seguir un camino paralelo: un club que apostaba por la tecnología y los megaproyectos mientras perdía el foco de lo verdaderamente importante, el fútbol.
Cuentas en el juzgado
En septiembre de este año, el Juzgado de Instrucción número 3 de Cádiz ordenó auditar los fondos del Plan Impulso de LaLiga, tras una querella de Quique Pina. El exgestor del club acusa a la directiva de desviar parte de los siete millones de euros recibidos de CVC hacia proyectos como Sportech.
Aunque el club asegura que sus cuentas están debidamente auditadas y supervisadas, las dudas persisten. La falta de transparencia y los antecedentes de Contreras, con el currículum del vicepresidente no ayuda precisamente a confiar a ciegas. En el fútbol, las cuentas claras son esenciales, pero en el Cádiz CF, aunque presuma de ser de los clubes con mayor nivel de transparencia, todo lo realmente importante parece rodeado de una nebulosa.
De los datos al desconcierto: más allá del fútbol
Contreras, con su máster en inteligencia artificial aplicada al fútbol, debería ser el primero en entender que los datos son implacables. Pero esos mismos datos sportan la sensación de que desde su llegada el Cádiz va a peor: un 22,54% de victorias en liga, cuatro entrenadores cesados y un descenso consumado y la sombra de otro muy presente. El problema no es usar la tecnología ni apostar por la innovación, sino que cuando el foco no está en el fútbol, el castigo llega inevitablemente.
De los burofaxes a la ruptura con la afición
En medio de esta tormenta deportiva previa al inicio liguero, la directiva del Cádiz CF encontró tiempo para enfrentarse a su propia afición. El envío de burofaxes intimidatorios a miembros de Alma Cadista, un colectivo crítico con la gestión del club, generó una oleada de indignación y burla.
El pintor gaditano Pepe Baena, uno de los destinatarios de los burofaxes, decidió inmortalizar el momento con una obra que refleja el surrealismo de la situación. En redes sociales, los memes y comentarios satíricos han convertido este episodio en una fuente de cachondeo, dejando a la directiva en evidencia.
La realidad del Cádiz CF: del fútbol al espectáculo
Mientras el equipo lucha por evitar un nuevo descenso y la afición muestra su descontento, la directiva parece seguir inmersa en su propio universo de prioridades. Porque no pasa nada: si este año el equipo no encuentra refuerzos, si los proyectos quedan en promesas o si los números siguen siendo alarmantes, al menos siempre habrá algo de lo que presumir. Este próximo verano, el estadio será Cádiz Music Stadium. Este año sí.
Esta nueva apuesta refleja, otra vez, el rumbo del club bajo el Efecto Contreras: grandes anuncios, presentaciones llamativas y una desconexión creciente con el terreno de juego y con la grada. Porque, mientras los goles no lleguen y las victorias sigan siendo un espejismo, lo único que sonará en el Nuevo Mirandilla será el eco de lo que alguna vez fue el Cádiz CF.
Y mientras, el Cádiz se va pareciendo cada vez más a una nueva muesca en el revólver de su, hasta ahora, vicepresidente.