Pedir unidad y decir en la misma entrevista quién es cadista y quién no y quién sobra en el estadio y quién no parecen discursos completamente contradictorios. Eso es lo que hizo ayer el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, en una entrevista en Onda Cádiz al pedir unidad pero decir que los que pitan en el estadio “no son cadistas” y “sobran”. Y eso es lo que le afean desde Alma Cadista.
El colectivo, uno de los más críticos con la gestión del club, muestra su rechazo hacia estas declaraciones de Vizcaíno, porque, aunque el dirigente insiste en la necesidad de unidad para superar la crisis deportiva, sus palabras y acciones, según el colectivo, están lejos de reflejar ese propósito.
En su comunicado, Alma Cadista exige al presidente coherencia entre su discurso y sus decisiones, subrayando que la verdadera unidad no se construye señalando culpables ni dividiendo a la afición. “El cadismo no tiene la culpa de la situación actual”, afirma el comunicado, que insta a Vizcaíno a abandonar la dinámica de enfrentamiento y trabajar de forma efectiva para salvar al club.
La crítica de Alma Cadista no surge de la nada. El colectivo señala que la trayectoria deportiva del Cádiz CF lleva más de un año siendo alarmante. De los últimos 53 partidos en liga, el equipo solo ha conseguido ganar 10. A pesar de las dos recientes victorias en el estadio Nuevo Mirandilla, el panorama sigue siendo preocupante. Los errores del pasado, que llevaron al doloroso descenso de categoría, parecen estar repitiéndose, mientras las promesas de cambio de la directiva no se materializan.
El comunicado recuerda también que Vizcaíno aseguró haber aprendido de los fallos que marcaron la temporada pasada. Sin embargo, sus decisiones y declaraciones actuales reflejan una desconexión preocupante con la realidad del club y su afición. Ejemplo de ello es su polémica afirmación de que “los que pitan durante los partidos no son cadistas y sobran”, una declaración que ha causado gran indignación entre los seguidores amarillos.
Medir las palabras
En la entrevista de ayer miércoles 20 en el programa El Submarino Amarillo de Onda Cádiz, Vizcaíno reiteró su discurso de unidad mientras lanzaba comentarios que Alma Cadista considera que dividen a la afición. Según el presidente, “hay personas que vivían del club en Segunda B y pretenden seguir en la misma situación” o que los que silban en el estadio durante un partido ”no son cadistas, sobran”.
Este tipo de mensajes, según Alma Cadista, no hacen más que profundizar la fractura entre la directiva y los seguidores. “No se puede pedir unidad mientras se reparten carnés de buenos y malos cadistas”, señala el colectivo, que subraya que el papel de la directiva no es juzgar a la afición, sino trabajar para devolverle al equipo el respeto y la confianza que siempre ha tenido.
Otro punto destacado en el comunicado es la transformación del ambiente en el estadio Nuevo Mirandilla, históricamente conocido por su pasión y entrega incondicional. “La grada del Cádiz siempre ha sido un motor imprescindible, pero ahora parece que el club lo olvida”, lamenta Alma Cadista.
El colectivo denuncia medidas recientes como el aumento del volumen de la megafonía para acallar abucheos, la decisión de no anunciar la alineación en el partido contra el Oviedo y los enfrentamientos con grupos como las Brigadas Amarillas, cruciales para animar al equipo. Estas acciones, lejos de mejorar la situación, han incrementado el distanciamiento entre la entidad y su base más fiel de apoyo.
La verdadera unidad no se impone
A pesar de la crítica, el mensaje de Alma Cadista también busca tender puentes. El colectivo hace un llamado a la unidad, pero desde la coherencia y el respeto mutuo. “La unidad no se decreta, se construye con hechos”, reza el comunicado, que insta a Vizcaíno a dejar de buscar culpables entre la afición y a centrar sus esfuerzos en gestionar con sentido común.
Con la permanencia en la Segunda División en juego, Alma Cadista subraya la importancia de reforzar la plantilla y resolver los problemas internos del vestuario, medidas que consideran urgentes para alcanzar los 50 puntos necesarios para evitar otro descenso.
El comunicado finaliza con un recordatorio de lo que hace único al Cádiz CF: su afición. Para Alma Cadista, el cadismo no se puede dividir ni condicionar; es un sentimiento que trasciende los resultados deportivos y merece el máximo respeto. “El presidente no tiene el derecho de decidir quién es buen o mal cadista”, concluyen, exigiendo que se ponga fin a las dinámicas que enfrentan a los seguidores y se apueste por reconstruir una relación basada en la confianza y el orgullo compartido.
En un momento tan crítico como el actual, Alma Cadista recalca que solo trabajando juntos, desde el respeto y la responsabilidad, será posible devolver al Cádiz CF a la senda del éxito. La pelota está ahora en el tejado de la directiva, y el cadismo espera respuestas.