Pragmatismo y Ontiveros para la goleada del Cádiz CF ante el CD Eldense (1-4)

El equipo amarillo sigue invicto con Garitano y aventaja es seis puntos a los puestos de descenso

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El jugador del Cádiz CF Mario Climent celebra su gol ante el CD Eldense que suponía el 0-4. Foto: Cádiz CF.

¿Cómo explicar que un equipo que gana 1-4 ha sido pragmático sobre todo? De entrada con una cifra: El Cádiz CF ganaba 0-3 al descanso con tres remates a puerta, de los que uno vino tras un despeje propio, otro de un robo en la esquina y el tercero en una acción a balón parado.

El Cádiz ha tirado de pragmatismo, lo que le toca estando donde está, pero que no había mostrado hasta la llegada de Gaizka Garitano. Bueno, de pragmatismo y de un Ontiveros que está en otro nivel y lo demuestra partido a partido. El marbellí es el que, partido tras partido, está marcando diferencias.

El cuadro cadista ha demostrado tener pegada, saber apretar los dientes para defender cuando hace falta y, sobre todo, saber leer los partidos para darle al juego lo que necesita en cada momento. Eso y que parece que el viento ha cambiado y lo que antes acababa en gol en contra (como un remate de Quintana tras el 0-1), en penalti (como un balón que le dio en la mano a Kovacevic) o en expulsión (como un forcejeo del propio serbio en el área rival) ahora no termina en contra de los intereses del Cádiz.

Los amarillos llegaban al Pepico Amat de Elda para tratar de evitar que el CD Eldense les diera caza en la tabla (teniendo además la diferencia de goles a su favor) y se han marchado con un 1-4 que pudo ser más y que es un chute de confianza en lo que vienen haciendo desde la llegada del técnico vasco.

Un técnico vasco que le ha dado a los amarillos, sobre todo, dos claves para ir, poco a poco, tratando de subir en la tabla. La primera y más importante, fortalecer el sistema defensivo cadista. El Cádiz ya no es ese equipo que concedía tantas ocasiones y al que, además, se le hacía gol con muy poco. Los amarillos están bien plantados atrás y, desde ahí, están creciendo como equipo. Pero es que si, además, tienes a un Ontiveros al nivel al que está, que incluso pelea balones perdidos y los convierte en gol, el Cádiz va a ir sacando partidos y puntos.

Garitano se está caracterizando por, una vez reforzada la defensa, tocar únicamente lo que hay que tocar. Si vuelve Ontiveros solo se da ese cambio en el once (además de la entrada de Climent por el sancionado Matos). Pero repite esquemas y once inicial. Si funciona…

Pese a todo, el arranque del partido no dio la impresión de que iba a ser cómodo para el cuadro amarillo. El Eldense apretó en el primer cuarto de hora y sumó algunos acercamientos que el Cádiz defendió bien. Llegado ese primer tercio de la primera mitad, el Cádiz comenzó a aparecer algo más en ataque. Sobre todo, comenzó a aparecer Ontiveros. Un pase suyo al hueco a Brian Ocampo no fue buscado con más fe por el uruguayo, probablemente porque sabía que estaba en fuera de juego, pero demostró que el 22 del Cádiz es, de largo, el mejor del Cádiz. Y uno de los mejores de la categoría en un equipo muy lejos de lo que se esperaba de él.

Dos minutos después demostró que, pese a los extraordinarios números que está firmando, no solo está muy por encima del resto, sino que es el que más cree en sí mismo. El marbellí peleó un despeje de Chust y tras robarle la cartera a Piña, lograba el 0-1. De la nada el Cádiz estaba por delante. Y en ese escenario, esta vez, sí supo sacar el máximo rendimiento.

El cuadro local reaccionó y del saque de centro llegó un remate de Nacho Quintana que se estrelló en el pecho de Iza, cuando parecía que se iba a colar. El aviso le sirvió al Cádiz para aplicarse aún más atrás. La lesión de Fali (que se robó una tarjeta para cumplir sanción en su previsible convalecencia) tampoco la notó mucho el cuadro de Garitano, aunque Kovacevic estuvo más activo en otras jugadas que de costumbre. Primero en un balón que le dio en el brazo tras despejar de cabeza y rebotar en la espalda de Alcaraz y luego en un forcejeo en un saque de esquina cadista que acabo con amarilla para el serbio.

Entre ambas acciones, el Cádiz se enmendó en defensa. Trató de controlar el choque y pese a que el Eldense llegaba mucho, David Gil solo tuvo que hacer una parada en la primera mitad. Cuando parecía que los últimos minutos del primer acto serían de tratar de amarrar el 0-1, otro de los talentosos del ataque cadista, Brian Ocampo, se puso el disfraz de pillo. El uruguayo le robó el balón a Fran Gámez y tras progresar la puso en el área pequeña donde Sobrino solo tuvo que empujarla. Era el minuto 43 y el choque parecía sentenciado.

El segundo tanto de nuevo con casi nada, dejó muy tocado al cuadro alicantino. Y aún lo estaría más. De una acción entre Ocampo y Ontiveros salió una falta al marbellí, que decidió pegarle a portería por si la desviaba alguien o entraba directamente. La desvió Alcaraz para poner el 0-3, cerrar el choque y, de paso, poner la diferencia de goles a favor del Cádiz con el equipo que cierra ahora mismo los puestos de descenso.

Un primer tiempo en el que el Cádiz ha sacado muchísimo rendimiento de sus ocasiones. Ocasiones que no parecían acciones especialmente peligrosas, pero que, echando un vistazo a las estadísticas al descanso, se ve que los amarillos, como decíamos al inicio de la crónica, han tirado de pragmatismo.

Y la segunda parte no cambió mucho el escenario. El técnico local, Dani Ponz, movió el árbol para tratar de buscar meterse en el partido. Pero necesita mucho, muchísimo también, para marcar. Y atrás, como venía mostrando el Cádiz hasta la llegada de Garitano, concede muchísimo. Como demostró, otra vez, el cuarto tanto cadista. Un saque de esquina que tras un despeje llegó a los pies de Climent que le pegó de lujo a bote pronto.

El Eldense tuvo un par de ellas más o menos claras, pero entre David Gil y la zaga evitaron el gol del cuadro local. Los amarillos decidieron entonces, como estaba la cosa, meterle cloroformo al choque. Incluso Garitano aprovechó para dar descanso a Iza, Ocampo, Carlos Fernández y Alcaraz y darle minutos a otros, como Zaldúa, Álex Fernández, Chris Ramos y Fede San Emeterio.

La mera inercia del choque hizo que el Cádiz bajara un poco la intensidad en defensa. Tras una ocasión para el 0-5 llegó un saque de esquina de los que le han marcado algunos al Cádiz esta campaña; ese en el que se saca en corto y se busca la superioridad para disparar desde el pico del área. La acción de Simo acabó en gol, pero los amarillos habían defendido la acción, hasta el punto que pareció que al haber tantos defensores entre el balón y David Gil que el meta dio la sensación de no ver el balón. Y también dio la sensación de que pudo hacer algo más. O algo.

En el tiempo de añadido, el Eldense logró otro gol, que fue anulado por una mano clara de Collado, pero que evidenció que los amarillos habían levantado el pie en un partido que con poco, o muy poco, se habían puesto de cara y habían sabido aprovechar. Los amarillos se pusieron por delante y triplicaron su renta antes del descanso y le dieron el balón al rival en la segunda mitad. Y eso sí, esta vez, los cadistas fueron muy efectivos: de seis ocasiones de gol marcaron cuatro.

Un triunfo que le da a los cadistas el óxigeno que han ido a buscar a Elda. Garitano sigue sin perder como entrenador del Cádiz, y el cuadro amarillo ha logrado, por fin, tener un colchón de puntos respecto al descenso. Seis puntos, que son siete con la diferencia de goles respecto al Eldense, que es el que lo cierra.

Momentaneamente, los amarillos escalan cuatro puestos, pero Burgos, Córdoba y Albacete no han jugado aún esta jornada y el Depor, además, tiene un partido pendiente con el Tenerife. Pero lo que sí es firme es que el Cádiz tiene tres partidos de ventaja, al menos, con los puestos de descenso. Aún sigue siendo el primer objetivo cadista esta campaña.