La de hoy no será una previa de un partido del Cádiz CF cualquiera en los aledaños del Nuevo Estadio Mirandilla. La de hoy es una previa de tensión, pero también una previa de reinvindicación. Brigadas Amarillas, respaldada por Alma Cadista, ha convocado una concentración antes del partido frente al Getafe para protestar por «la nefasta» gestión al frente del Cádiz.
Será, por tanto, una mañana y un mediodía raros. Una parte de la afición pasará de mostrar su apoyo al equipo en la llegada a mostrar su oposición a la dirección del club. Será, sin duda, una previa rara.
La de hoy no será una previa solo de tomart un refrigerio y cañmar los nervios previos al choque con las amistades, con la peña del Cádiz o con la gente con la que se sfre cada quince días. La de hoy será una previa de peso en lo anímico, en lo simbólico y en lo cadista.
Lo primero, en lo temporal, será el recibimiento al equipo. Como siempre, habrá cientos de personas esperando la llegada del autobús con los hombres de Pellegrino. Ahí no hay dudas: la afición responderá como siempre. La llegada del equipo se produce, habitualmente, dos horas antes del choque.
No parecen tenerla tanto consigo los dirigentes la concentración posterior, convocada a las 12:30 horas. La versión oficial que se transmite desde los despachos del club es que podría enrarecer el partido y que la afición no apoyase a los suyos. Parecía un fenómeno extraño, ya que las críticas más que a los jugadores se vienen lanzando, hace semanas, hacia la gestión del club.
Curiosamente, las cargas de los aficionados están repartidas entre el presidente, Manuel Vizcaíno, y su vicepresidente, Rafael Contreras. Al primero le avalan los años al frente de un club que cogió en Segunda B. Al segundo, su currículum le pesa más que un penalti en contra en el minuto 90. Y su gestión, y la del club, con algunos acontecimientos en las últimas semanas, como su defensa de un doctorado, no han hecho más que empeorar su ya dañada imagen. Raro es el seguidor cadista que no ha recibido un meme o un gif sobre el vicepresidente.
Así las cosas, la salida de Vizcaíno para pedir el apoyo de la afición, con guiño bilardista cuando estaba en el Sevilla incluido, parece incluso habérsele vuelto en contra. Mucho. El sentir de la afición es casi de haber puesto en duda que seguirá apoyando el equipo, porque, como ha dicho Alma Cadista en un vídeo, «los nuestros siempre han sido los de amarillos».
Tras el preocupante silencio y resignación del cadista en el empate ante el Mallorca que casi dejaba en Segunda al equipo, la concentración de hoy se puede convertir en un plebiscito de la gestión de Vizcaíno y Contreras. Plebiscito, temen los dirigentes cadistas, se traslade a las gradas del Mirandilla durante el choque y que, parece, que esperan los convocantes de la concentración que lo haga al finalizar el choque con el Getafe.